Cristiano Ronaldo tuvo su día de furia ante el Atlético de Madrid y bien lo saben sus compañeros, quienes presenciaron como CR7 sucumbía ante el mal juego del Real, y especialmente ante la presión de la hinchada en el Vicente Calderón.

Tras el primer gol, la mirada de recriminación de Cristiano volvería a surgir, tras haber salido a luz con Bale. El portugués no le habría gustado el error de otro estandarte del elenco blanco, Iker Casillas, y esbozaría un supuesto gesto no tan amistoso hacia su compañero.

La resignación de Ronaldo tras el primer tanto fue evidente, y se paró en la cancha mirando hacia atrás, como queriendo decir: “como acaba de cometer ese error”, comentaron medios españoles.

Además, la estrella del Real Madrid cometió otro hecho que sacó ronchas al Vicente Calderón, empujó a un recoge pelotas, situación que Simeone no dejó pasar, y pidió a gritos la tarjeta amarilla, pero el árbitro no se la dio.