Un día como hoy en Inglaterra, el Manchester United visitaba al Crystal Palace en la búsqueda de la punta de la Premier League, sin pensar en lo que ocurriría en ese partido.

El ex delantero de los “diablos rojos”, Éric Cantona, protagonista de grandes momentos en la historia del fútbol inglés, dejaría un lamentable recuerdo que empañaría por completo su carrera como futbolista.

Corría el minuto 61 de partido y el francés era expulsado por golpear a Richard Shaw, con quién se había cruzado en la primera mitad.

Los jugadores de ambas escuadras se enfrascaron en una discusión con el árbitro, mientras Alex Ferguson masticaba su particular chicle. Por otro lado Cantona abandonaba la cancha para irse a los vestuarios.

Pero el grito de un hincha rival cambiaría el destino del partido. Cuando el número 7 iba cerca de las gradas, un exaltado fanático le gritó “Fuck off, you motherfucking French bastard” (no hace falta traducirlo), y el francés, con la calentura del encuentro, giró su vista y furioso corrió a golpear al hombre que lo había insultado.

Con una feroz patada “The King” botó al hincha, y mientras se encontraba en el suelo aprovechó de golpearlo con sus puños.

Luego de la polémica pelea, Éric Cantona fue arrestado agresión y condenado a dos semanas de cárcel, las que luego fueron intercambiadas por 120 horas de servicio comunitario.

Fuera de eso, el francés fue suspendido por 4 meses, que luego se transformaron en 8.

Finalmente el jugador volvería a pisar un campo de juego en Septiembre, y se retiraría en 1997, luego de protagonizar, en un 25 de enero de 1995, una de las acciones más recordadas de la historia del fútbol.