Bolivia repitió un fracaso en su pobre historial deportivo, con la ruidosa eliminación en la primera fase de su selección en el Sudamericano Sub-20 que se disputa en Uruguay, mientras el gobierno del presidente Evo Morales discute un proyecto de ley para regular el deporte y el fútbol.

La ‘verde’ juvenil, dirigida por el argentino Claudio Chacior, cosechó cuatro derrotas en el Grupo A, ante Argentina, Ecuador, Paraguay y Perú, tres de ellas por goleadas y concluyó, además, con 13 goles en contra y 2 a favor.

Bolivia no logra un resultado positivo desde su histórica clasificación para el Mundial de Estados Unidos en 1994, de la mano del técnico español Xabier Azkargorta, y en las últimas eliminatorias y otros torneos internacionales su papel ha sido pobre.

Sólo una clasificación del club Bolívar, también dirigido por Azkargorta, a la semifinal de la Copa Libertadores de América-2014, en la que fue eliminado por el argentino San Lorenzo, marca como un lunar en su historial.

Hasta hace unos años la afamada academia de fútbol infantil Tahuichi Aguilera era la gran cantera del fútbol boliviano, pero las niños prodigios, como José Milton Melgar, Erwin ‘Platiní’ Sánchez o Marco Etcheverry, han menguado.

La Liga del Fútbol Profesional Boliviano (LFPB), encargada de organizar la primera división de clubes, planea incorporar a más juveniles en los equipos, para incentivar la aparición de nuevas figuras, pero persiste la resistencia de los equipos, más ocupados en contratatar a veteranos para obtener objetivos inmediatos.

Sin renovación planificada de jugadores y torneos competitivos y las crisis financieras en la liga boliviana, los reveses aún continúan en el horizonte, mientras año tras año continúan en la boca de los dirigentes las promesas de reformas.

Reformas

Los reiterados fracasos deportivos han motivado que el gobierno boliviano, por medio del Ministerio de Deportes, bosqueje un anteproyecto de Ley del Deporte que plantea, por ejemplo, la sustitución de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), por una “Federación Deportiva Plurinacional de Fútbol”, única cabeza de fútbol.

Sólo esa nueva federación se relacionará con la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA) y la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), según el borrador de ley.

Los equipos de fútbol, así como toda organización deportiva, estarán obligados a rendir cuentas sobre todo recurso económico recibido, aún si no fuera financiamiento desde el Estado, un tema tabú, pues la FBF y los clubes son un cementerio con el tema económico.

El ministro de Deportes y exseleccionado boliviano, Tito Montaño, aseguró al canal privado Unitel que “no buscamos la injerencia, buscamos normar el sistema deportivo boliviano, bajo la tuición del gobierno”.

Empero, el temor de los dirigentes, intocables hasta ahora, es que la futura norma que correría en el Congreso, controlado por el oficialismo, es que el gobierno pretende inmiscuirse directamente en el fútbol.

“Están queriendo cambiar el nombre de la Federación por Federación del Estado Plurinacional”, señaló el presidente de la Comisión Seleccionadora de la FBF, Wálter Torrico, y aseguró que el poder Ejecutivo podrá regular el nivel doméstico, urbano o rural, pero no así, los asuntos internacionales, como de selecciones.

El Secretario Ejecutivo de la FBF, Alberto Lozada, lo tachó esta semana de “un proyecto de ley intervencionista”.