Alexis Sánchez no ocultó su alegría por su nueva etapa como jugador de Arsenal de Inglaterra, además de repasar diversas etapas de su carrera como futbolista.
En entrevista publicada en la edición chilena de Diario As, Sánchez indicó que su llegada a Arsenal le permitió conocer que el fútbol inglés es “es muy duro, es difícil. Cuesta adaptarse. De todas las ligas en las que he jugado, esta es la más complicada. Me gusta el desafío, pero no es fácil”, agregando que “los equipos son muy parejos. Los que están abajo les complican la vida a los que están arriba. Todos los partidos se deciden por poquitas cosas. Me encanta eso, que no te puedas dormir”.
El delantero -que afirmó que tiene un profesor de inglés y que “voy a clases a menudo. Cuando se puede”- asegura que su proceso de adaptación al equipo pasa por “conocer el sitio en el que estás. Casi sin querer empiezo a memorizar los movimientos favoritos de mis compañeros y aprendo a ayudarles. Tengo claro que debo mejorar y así me lo dicen en el camarín: podría quedarme un poco menos con la pelota, jugar a un solo toque más seguido para facilitar los contraataques. Eso es vital. Debo aprender eso porque las transiciones rápidas son clave en esta liga y con este equipo”.
El tocopillano afirmó que le “encanta” jugar en cualquiera de las posiciones de mediapunta donde lo ha utilizado Arsene Wenger, aunque “estoy un poco más cómodo por la izquierda, porque me permite encarar a los defensores y hacer diagonales con mi pie derecho. Es más fácil anotar goles así, chutear. Pero mientras juegue, la verdad es que soy feliz en cualquier puesto”.
El chileno reconoció que no puede disimular su molestia cuando es sustituido. “Desde pequeñito soy un enamorado de este juego y si me sacas de la cancha, ¡es como si me quitaras el balón! De chico jugaba a todas horas. En casa no paraba de darle al balón. Cuando tenía la pelota, cuando jugaba con ella, se me olvidaban todos los problemas o cualquier cosa negativa que estuviera pasando. Disfruto mucho con el fútbol, no pienso en otra cosa” comentó.
Tras repasar las dificultades vividas en una infancia con serias carencias económicas, el ‘Niño Maravilla’ confesó que siempre quiso ser futbolista profesional, pero que “nunca pensé que llegaría a Europa. Pero estaba convencido de que llegaría a Primera División en Chile”. Además definió su relación con su ciudad de origen, reafirmando que “haré todo lo que pueda por Tocopilla. Es un pueblo pequeño, no solemos recibir muchas ayudas. Me gusta devolverles de algún modo su cariño. Cuando me visto de viejo pascuero y veo la felicidad en la cara de los niños, cuando veo sus sonrisas, es algo que me llega muy dentro, y me emociona”.
Al momento de repasar su trayectoria, Sánchez comentó que tras participar en el Mundial de Sudáfrica 2010 comenzó “a mejorar mi juego. Lo notaba partido a partido (…) Marcaba más seguido, anotaba en un mayor porcentaje de ocasiones. Comencé a ver el fútbol de otra manera. Veía más allá de lo mío, adquirí cierta visión, contexto. Además, Marcelo Bielsa me ayudó a conocer el fútbol. Aprendí muchísimo con él”.
Su llegada a Barcelona también fue tema en la conversación. Un club al que agradece ayudarlo a madurar y donde su arribo generó una anécdota. “El día que se confirmó la venta al Barcelona estaba jugando a la pelota en la calle con mis amigos en Tocopilla. Un amigo vino corriendo para decirme que se había confirmado lo del Barça”, dijo el atacante, además de definir a su excompañero Lionel Messi como un jugador que “quiere ganar en todo, y todo es todo. En el tenis-fútbol, en los partidos. Quiere vencer en todo lo que participa y batir todos los récords posibles por el camino. Tiene una mentalidad ganadora increíble. Nunca, nunca quiere perder”.
El seleccionado nacional se refirió a la relación con el entrenador Arsene Wenger, de quien asegura “disfruto mucho con él, aunque la verdad es que no hablo el suficiente inglés para entender y apreciar todo lo que nos dice (…) El mundo entero lo conoce y lo admira”.
Por último, Sánchez se plantea como desafío el relajarse dentro de la cancha. “Me sobran ganas de hacerlo bien y eso a veces no es buena compañera. Debo tener calma, trabajar mucho. Sé que al final las cosas saldrán, y no por querer acelerarlas salen antes. Debo bajar las revoluciones de mi cabeza para poder elegir mejor, para dar el pase adecuado y meter goles cuando tenga la ocasión”, concluyó.