Si te consideras hincha de algún equipo y has realizado uno de estos actos, ten cuidado podrías ser considerado un mal hincha.

En todos los equipos hay pseudoaficionados, esos hinchas que aparecen cuando los equipos ganan y andan bien. Esos mismo “aficionados” son los que generan rechazo del verdadero seguidor de un club, de esos que sienten los colores con pasión.

La BBC hizo nota sobre los actos de aquellos ‘pseudofanáticos’ que más irritan a los que verdaderamente aman a un club y el resultado fue el siguiente:

1. Irse del estadio antes de tiempo. Esto suele suceder cuando un equipo va perdiendo algunos hinchas se retiran molestos por el andar del equipo o también para evitar los atochamientos que se producen al retirarse del estadio.

2. Abandonar el equipo en las derrotas. Independiente del resultado, siempre hay que apoyar al equipo. Sobretodo en las malas.

3. Los “clasiqueros”. Estos son los hinchas que sólo apoyan al equipo cuando se juega contra el archirrival y el resto del campeonato desaparecen.

4. Los hinchas de la “opera”. Estos son los hinchas que critican a otros porque no cantan y gritan, pareciendo que están en la opera o en el teatro

5. Los que siguen a un jugador. Son los que se conforman con el actuar del jugador que le gusta, independiente del resultado del equipo. También hay aficionados que se alegran de como les va a otros jugadores, no importando si es el rival de turno.

6. Alentar sin saber a quién. Son los que gritan nombres de jugadores que no están en el terreno de juego y tampoco pertenecen al plantel. ¡Insólito!

7. Destruir el estadio. En vez de alentar al equipo que apoyas, te dedicas a destruir el estadio.

8. El ‘mal’ del teléfono. Estas pegado al celular, menos mirando el partido. Actualmente suele suceder en el fútbol chileno.

9. Abuchear a tu propio equipo. Son los hinchas que critican al equipo en el momento que necesitan más apoyo de su gente.

10. Ser hincha ‘VIP’. Son las personas que no son hinchas de un equipo y sólo van a ver el partido, por que se ganaron una entrada. Esto suele suceder para los clásicos, ya que los auspiciadores se reservan entradas.