Luego de haber expuesto recientemente en la Maison Hérmes de Tokio, la artista Marcela Correa presenta esta nueva muestra que habla sobre su devoción a la mítica figura de la Difunta Correa. La exhibición, que se acompaña de tres fotografías del artista Marco Valdivia, estará abierta hasta el 13 de septiembre.
Cuenta la leyenda que hacia 1840 una mujer llamada Deolinda Correa caminó por la pampa argentina, junto a su pequeño hijo, en búsqueda de su esposo que había sido reclutado al ejército forzosamente por una guerra. Provista sólo de pan, charqui y dos cantimploras con agua, siguió las huellas de las tropas, pero al poco andar se le acabaron las provisiones y, cansada, decidió cobijarse bajo un árbol, donde murió de sed y hambre. Días después, unos arrieros pasaron por el lugar y encontraron el cadáver de la mujer, junto a su hijo que seguía vivo amamantándose de sus pechos, de los que aún fluía leche. Desde entonces la Difunta Correa se ha transformado en una mítica figura de Argentina, por la cual muchos sienten devoción y le atribuyen milagros.
Atraída por su imagen, la artista Marcela Correa elaboró esta muestra compuesta por siete sacos industriales comúnmente usados para transportar alimentos: cada uno de ellos fue moldeado y cosido para representar siete pechos de grandes dimensiones rellenos de algodón sintético y arroz, que han sido colgados de tres barras de fierro en medio de la sala principal de Galería AFA. “Mi interés por la Difunta Correa viene desde hace tiempo, cuando alguien me regaló una gran imagen suya con el niño, que colgué en mi pieza. Desde siempre hemos visto imágenes religiosas donde están el niño y la virgen amamantándolo. Son iconografías un poco irreales como todas las imágenes religiosas, pero la Difunta Correa es distinta: está tendida en el suelo árido de la pampa y su hijo está aferrado a su seno. Ella está muerta, pero sigue alimentándolo. La imagen es la historia no se necesita más relato”, explica Correa.
Sobre la artista
Escultora de obras de grandes formatos, realizadas con la mezcla de materiales variados como madera, tela, piedra y piezas metálicas recolectadas, Marcela Correa experimenta y combina las formas y características de cada uno de estos elementos para lograr armónicas composiciones que refieren tanto a lo orgánico, como construcciones y texturas del mundo industrial. Egresada de la Universidad Católica, con una especialización en la Escuela de Bellas Artes de París, ha realizado diversas exposiciones individuales y colectivas en Chile y el extranjero.