Decían que estaba dormido, dócil. Que el público de la Quinta Vergara había dejado de ser el que atemorizaba a los artistas que pisaban el escenario. En una era de noches festivaleras temáticas, donde los asistentes en su mayoría son fanáticos, pocas veces se hace sentir la molestia del respetable. Pero esta noche de martes despertó “el monstruo”.

Y se descargó contra la dueña de casa. La alcaldesa Virginia Reginato recibió notorias pifias al momento de ser presentada por los animadores del certamen festivalero, que no pasaron inadvertidas por la señal oficial, como sí pasó en las primeras jornadas.

Pero la molestia del público tiene un origen. Este año, la organización determinó dividir la galería, creando una nueva categoría de entradas, denominada “tribuna numerada”, zona que vio incrementado el valor de los boletos de $28.600 a $40.900.

Además, se perdió una antigua tradición, en que los más fanáticos podían acceder a las mejores ubicaciones de galería llegando más temprano. La nueva galería está en una zona donde sólo se puede apreciar al artista a través de las pantallas gigantes.

“Virgina, escucha, devuelve la galucha”, gritó el público, evidenciando su enojo por la medida.

Reginato ha recibido una serie de cuestionamientos de organizaciones sociales y se abstuvo de participar en la Gala del festival, remitiéndose a recibir a los artistas en el casino, sin pasar por la alfombra roja.