Fotografía: Agencia UNO | Edición BBCL

0 visitas |


  • Así está la política hoy, en medio de una crisis social, que baja sus pulsaciones pero que no se acaba, en que la líder nacional del partido más importante del gobierno, la senadora UDI Jacqueline van Rysselberghe, se vio forzada a firmar un acuerdo constitucional que no la representaba y además debe conducir a su partido en el contexto de una incómoda agenda social que cambió el programa de Sebastián Piñera. Y a lo que se suma, el reciente quiebre con los demás partidos de Chile Vamos. 

    La madrugada del 15 de noviembre pasado fue la única en la imagen televisiva que apareció con una mirada perdida y el rostro desencajado.

    La única que contrastó con el resto de los parlamentarios y representantes transversales de partidos políticos, la presidenta de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Jacqueline van Rysselberghe, transó convicciones y eso se notó.

    El diputado gremialista Jaime Bellolio, quien estuvo presente en el calificado como histórico momento, ratificó que JVR no estaba de acuerdo. “No, para nada. No fue una posición individual de la presidenta, sino que fue una postura colectiva y generalizada”, dijo Bellolio.

    Al congelador

    La senadora Van Rysselberghe, fiel a su estilo, lo comunicó al ministro del Interior, Gonzalo Blumel, por teléfono, corto, claro y colgó.

    Así se materializó la decisión del gremialismo de congelar su participación en Chile Vamos por el polémico respaldo por parte de RN del proyecto que determina paridad de género y escaños reservados para pueblos originarios en la eventual convención mixta o una convención constitucional para una nueva Constitución.

    Una determinación que JVR aseguró que consensuó internamente y fue aprobada por los jefes de bancada de su partido, la senadora Ena Von Baer y el diputado Javier Macaya. Ahora, la decisión debe ser ratificada el 11 de enero en un consejo general de la colectividad. Una prueba más para la líder UDI.

    En relación a si su liderazgo está en juego con esa decisión, dijo que “creo que no, porque represento el sentir de la gran mayoría de los militantes de la UDI”.

    Agregó que “esto no quiero que sea mi opinión, ni la de la directiva. Esta es una posición que debe tomar la UDI, yo la conduzco, la lidero, pero yo represento a los militantes de mi partido. Desde esa perspectiva, lo vamos a ver en las instancias institucionales que corresponde”.

    Esta decisión, más la histórica rubrica de hace un mes en el Congreso, han marcado dos de las decisiones más importantes de Van Rysselberghe desde que es presidenta del gremialismo.

    Desafíos futuros

    A fines del próximo año en la UDI se debe elegir una nueva directiva nacional, como epitafio de un periodo que estará cargado de decisiones claves para el país y también para el mismo gremialismo. 

    Sin embargo, contrario a lo que pudiera pensarse, a pesar de la polémica y dividida campaña interna de la UDI que se vivió el año pasado y los constantes roces entre los llamados coroneles y la renovación del partido, el 18-O al parecer generó una suerte de unidad de discurso entre los bandos que, a fines del 2018, se enfrentaron entre sí, uno liderado por la actual presidenta, Jacqueline van Rysselberghe, y el otro por el diputado Javier Macaya.  
      
    Como señaló la misma JVR: “En tiempos de crisis, en la UDI nos unimos”

    En todo caso, como dijo Daniel Manzuy en una columna publicada este domingo por El Mercurio, es una unidad que apuntaría principalmente a intereses corporativos, como fue la fallida defensa de uno de sus hombres más fuertes, el exministro del Interior, Andrés Chadwick, y que marcaría la caída de una UDI, que -de acuerdo al mismo filósofo y académico de la Universidad de Los Andes- está perdida entre el discurso duro de José Antonio Kast, el reformismo de Mario Desbordes y el progresismo de Evópoli.

    Año clave 

    Pese a que su partido ha puesto convicciones encima de la mesa en el manejo de la crisis, Jacqueline van Rysselberghe dijo que “hay bastante homogeneidad en el pensamiento. No ha sido difícil avanzar en esa línea, en la cohesión interna para enfrentar situaciones que nosotros reconocemos como complejas para el futuro del país”.   

    Sin embargo, esa unidad podría tener fecha de vencimiento. Esto, debido a que a la decisión de separarse de Chile Vamos, se suman los resultados del plebiscito constitucional de abril -en que JVR ya anunció su voto en contra de una nueva Carta Magna-, junto a las elecciones municipales y de gobernador regional, además del proceso electoral que definirá a los integrantes de una posible convención constituyente o mixta, configurarán un escenario que será clave para el éxito o fracaso de la gestión Van Rysselberghe. 

    A lo anterior se agrega que aún no hay un real conocimiento del impacto que ha generado la crisis social y hay poca claridad de cuánto durará ese mismo episodio.  

    Así, el panorama es incierto. Más para la dirigencia política, ya que, quiéranlo o no, sufre un desgastamiento mayor relacionado con su abierta exposición a las esquirlas del estallido social.

    comillas
    “Ella es fiel expresión del sentido originario de la UDI, eso fue la que la catapultó en un intento desesperado del partido que vive un proceso de cambios, pero eso hoy cambió en los últimos meses. Ella no forma parte del perfil para dirigir una UDI que va ser distinta, porque habrá una Constitución y un modelo económico distinto”.
    - Alejandro Navarro, senador.

    Nuevamente, eso queda en evidencia cuando Van Rysselberghe firma el acuerdo de mediados de noviembre, al suscribir un documento con el poder de iniciar el camino para borrar la Constitución de 1980, herencia mayor del fundador de su partido, el exsenador Jaime Guzmán, y de la dictadura, de la cual ha sido fiel defensora

    El gesto de molestia de la senadora por Bío Bío la madrugada de ese viernes originó una serie de memes que todavía circulan en redes sociales. 

    Pese a la molestia de esa noche de su timonel de partido, Jaime Bellolio, quien contrario a JVR anunció que votará a favor de una nueva Carta Magna, agregó que “hemos actuado en unidad por varias cosas. Primero, por la magnitud de la crisis. Segundo, porque aquí no corrieron tanto las jerarquías, sino más bien las opiniones y la valentía y generosidad para mantener esas opiniones y esas decisiones”.
     

    Oposición interna a JVR se alineó 

    En la misma perspectiva que Bellolio, el diputado Javier Macaya señaló que el gremialismo vive un momento de inflexión: “Como lo está viviendo también el país (…) La UDI ha sido generosa, se ha movido desde sus posiciones y ha sido responsable de sacar adelante el acuerdo constitucional”. 

    Sobre el manejo de la directiva nacional, el parlamentario indicó que “más allá de las formas y los estilos de liderazgos, el partido ha actuado bien cohesionado (…) Cuando digo que la historia va a juzgar, lo hará positivamente, creo que la UDI ha asumido un rol que quizás no es el más sexy políticamente o más popular en términos de lo que está sintiendo el pulso de las redes sociales, pero la UDI nunca le ha temido a la impopularidad”. Específicamente, sobre JVR señaló que “no ha corrido con colores propios”. 

    Macaya añadió que por ahora la elección interna de directiva nacional se ve lejos y aseguró que no tiene pensado presentarse nuevamente como candidato a liderar al gremialismo, ya que tiene presupuestado ocupar su tiempo para postular por una senaturía en la región de O´Higgins.

    Salvavidas de plomo

    Más allá de las públicas diferencias políticas entre ambos y con un conocimiento de hace treinta años, desde la época en que a mediados de la década de los ochenta competían desde las dirigencias estudiantiles en sus carreras en la Universidad de Concepción -en plena dictadura-, el también senador del Bio Bío Alejandro Navarro (PRO) solidarizó con la timonel nacional de la tienda oficialista, debido a lo que calificó como el momento más complejo del gremialismo.

    “Creo que Van Rysselberghe ha pagado un costo personal elevado en la presidencia de la UDI. El partido más grande de Chile, es el eje del gobierno del presidente Piñera y es un partido sometido a presiones políticas, sociales y económicas de manera brutal, en este proceso constituyente. Por tanto, a ella le ha tocado un periodo extraordinario que deja una huella, pero ese es el costo de encabezar partidos”, dijo Alejandro Navarro.

    El ex candidato presidencial de izquierda aseguró que es conocida la condición de Opus Dei y de derecha dura de la senadora, lo que le habría ayudado para llegar a la cima de su partido, pero ese fondo del telón hoy cambió.

    “Ella es fiel expresión del sentido originario de la UDI, eso fue la que la catapultó en un intento desesperado del partido que vive un proceso de cambios, pero eso hoy cambió en los últimos meses. Ella no forma parte del perfil para dirigir una UDI que va ser distinta, porque habrá una Constitución y un modelo económico distinto”, finalizó Navarro.
     

    También fuera de carrera

    En la misma línea del excandidato a la presidencia de la UDI, Javier Macaya, y también advirtiendo desde ya que posiblemente está fuera de una eventual carrera interna por presidir a la colectividad, el diputado Jaime Bellolio indicó que el próximo año pretende postular a un cupo en la convención constituyente o mixta, dependiendo de lo que ciudadanía decida en abril -en el caso de que se respalde que haya una nueva Constitución-, lo que le coparía su tiempo.     

    Otra representante de la UDI, que el año pasado formó parte del bloque opositor a JVR, pero que respalda su accionar es la diputada María José Hoffman, quien al igual que Macaya, también marca su lejanía con la elección interna de la UDI en 2020.  

    La postura de los disputados podría resultar llamativa, si se mira que hace un año se realizaban las elecciones internas en la UDI, donde tras la reelección de Jacqueline van Rysselberghe se ubicaron gran parte de los “coroneles”, y, al frente, los diputados Macaya, Bellolio y Maria José Hoffman, quienes hoy respaldan a su timonel nacional, pero, en ese periodo, cuestionaban su liderazgo

    Los tres bajo un concepto de renovación en el gremialismo y con la aspiración de sacar al partido del discurso y las continuas polémicas valóricas a las que decían, en medio de esa disputa interna, los había arrastrado JVR.

    Pero, esas diferencias, por lo menos hoy, pasaron a segundo plano, bajo la misma mirada de la unidad corporativa que plantea Manzuy, de una UDI que está en plan de crisis.

    Lo anterior, incluso, ha hecho surgir al interior del partido la opción de que se genere una lista de unidad, que limite los roces internos al máximo y que acompañe de mejor forma la posible candidatura presidencial del alcalde Joaquín Lavín. 

    La senadora y su región 

    A diferencia de lo que ocurre a nivel nacional, en que internamente ha tenido mayor tranquilidad desde que fue reelecta como presidenta nacional de la UDI, en la región del Bío Bío el partido se percibe fraccionado.

    Los diputados locales Iván Norambuena y Sergio Bobadilla, más la presidenta regional del Consejo Regional del Bío Bío, Flor Weisse, y el jefe de bancada del mismo organismo y consejero regional, Luis Santibáñez, apoyaron la candidatura de Macaya en la última elección y aún se percibe tensión entre ambos bandos.

    Esa rigidez en la relación política en Bio Bío fue evidente cuando el gobierno desvinculó al ex intendente Jorge Ulloa en abril de este año. Mientras Norambuena y Santibáñez cuestionaron la decisión del Ejecutivo, JVR colocó a uno de sus cercanos, el actual intendente Sergio Giacaman.

    Santibáñez, quien también fue uno de los primeros militantes UDI del país en declarar su postura a favor de una nueva Constitución -incluso antes que se firmara el acuerdo-, dijo que “es obligación de todo partido político cuando se trata de una crisis nacional estar unido. No obstante no debe ser sorpresa para nadie que a nivel regional existen visiones distintas sobre los que debe ser el futuro de la UDI”.

    ¿Reelección?

    La senadora Van Rysselberghe subraya en que ha representado a toda la militancia gremialista.

    En cuanto a una posible repostulación a la presidencia nacional de la UDI, la parlamentaria del Bío Bío indicó que “esa discusión no hay ni siquiera que ponerla en la mesa. Hoy lo que tengo claro es que quiero ir a la reelección como senadora y tenemos que ver qué va pasar. Puede ser que las cosas funcionen súper bien, puede ser que la violencia se reactive en marzo o pueden haber intentos de boicotear el plebiscito”.

    JVR destacó que hay que trabajar duro para evitar un escenario peligroso y “cualquier otra cosa -como un eventual anuncio de postulación- es un intento de frivolidad”, dijo.

    En suma, vienen tiempos difíciles para ella, ya le cantaron en el avión -en un viaje entre Santiago y Concepción- y ahora “una señora grande”, como precisó, le dio un fuerte golpe en el brazo en otro vuelo. La senadora Van Rysselberghe, una vez más, juega todo o nada, pero, ahora, el escenario parece ser el más difícil de su ya larga y no siempre fácil carrera política.

    Nuestros comentarios son un espacio de conversación y debate. Recibimos con gusto críticas constructivas, pero nos reservamos el derecho a eliminar comentarios o bloquear usuarios agresivos, ofensivos o abusivos.
    Ver los comentarios (0)