Fotografía: Sebastián Beltrán | Agencia UNO

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  • Llegó a la Secretaría General de Renovación Nacional (RN) cuando Larraín era presidente del partido en 2010 y fue él quien lo instaló en el cargo.

    Se mantuvo durante cuatro años bajo su alero, hasta cuando Larraín decidió “congelarse políticamente” en 2014, tras el atropello con resultado de muerte que involucró a su hijo.

    Mario Desbordes siguió en el mismo cargo, pero de la mano del entonces diputado, Cristian Monckeberg, quien asumió la presidencia en reemplazo de Larraín.

    Cuando Monckeberg fue nombrado ministro de Vivienda del actual Gobierno de Sebastián Piñera en 2018, Desbordes fue quien llegó a la cabeza del partido.

    Y, en tal condición fue que, a mediados de noviembre de 2019, Desbordes lideró en la centro derecha la firma del Acuerdo por la Paz, que catapulta el plebiscito constituyente del 26 de abril y que hoy divide a su colectividad y a su coalición de Chile Vamos entre el rechazo y el apruebo.

    Y, eso hizo que hoy su ex jefe rechace estar en su trinchera.

    Es más, Carlos Larraín salió a criticarlo, cuestionar su posición a favor de una nueva Constitución y también sus acercamientos con la oposición.

    El quiebre se agudizó y el distanciamiento entre ambos ahora es total.

    “Es penoso su discurso”, dijo Mario Desbordes a BioBioChile.cl (BBCL) en respuesta a las críticas de Carlos Larraín por sus reuniones con la oposición.

    Y no hay vuelta atrás. A Desbordes se le siente molesto.

    “(Larraín) Dice que uno adopta las ideas de izquierda. No sé si para Carlos Larraín un sistema mixto de pensiones también es de izquierda, pero lo invito a que vaya a Alemania y se va a encontrar que estas son ideas que impulsa la centro derecha, un plan universal de salud no es una idea de izquierda. Lo que pasa es que seguimos escondidos y anclados en lo que en algún minuto se nos quiso forzar como ideas de derecha”, explicó el actual timonel nacional de RN.

    ARCHIVO | Sebastián Beltrán | Agencia UNO
    ARCHIVO | Sebastián Beltrán | Agencia UNO

    -Entonces, ¿a qué cree se debe la posición de Carlos Larraín?

    -El está incómodo con mi presidencia por el diálogo, por el debate, él es de los que reconoce en una entrevista de televisión que la violencia, que toda esta violencia, le lleva agüita a su posición que es la del rechazo. Eso a mí me da un poco de pudor, creo que aunque fuera cierto, aunque tenga esa posición, ya que lo diga en público incluso me parece grave y hasta peligroso. Yo entiendo que a él le cuesta entender lo que está pasando en las calles, yo entiendo que a él le cuesta entender la profundidad de la crisis, el drama que vive la gente que tiene malas pensiones, el drama que tiene la gente que tiene problemas en su salud, yo lo comprendo, no tiene por qué entender esa cosa.

    Vaivenes con la UDI

    -¿Cómo proyecta la relación con la UDI de cara a lo que resta del tiempo para el plebiscito?

    -Hay fricciones que son en general artificiales, que son provocadas a propósito. Hay un sector de mi coalición que cree que hay que tensionar al máximo el ambiente para polarizar el plebiscito lo más posible, buscan tensionar y polarizar porque pretenden movilizar sólo al voto duro y de esa forma tener chances de que el rechazo gane. Es la lógica de la campaña del terror. Lamentablemente hay incluso figuras de mi partido y, eso es bien penoso, que reconocen en los medios de comunicación que su mejor aliado es la violencia, y lo lamento mucho, pero espero que vayan recapacitando y tomen, no los de RN, porque los de RN están por un rechazo propositivo, menos negativo, pero en general que la gente de derecha que está por el rechazo que quiere hacer campaña con argumentos, con ideas, y no sobre la base de la campaña del terror, porque eso lo único que va a lograr es seguir enardeciendo los ánimos.

    -¿Qué hará para seguir representando a todo RN y no solo a una parte?

    -De aquí al plebiscito hay que mantener el partido medianamente ordenado sin peleas internas y lo que queda clarísimo del último consejo general y que les incomoda a algunos, es que más allá del apruebo o rechazo, las bases del partido y los dirigentes del partido me apoyan porque están de acuerdo conmigo en lo que estoy planteando en la agenda social. Eso, en materia de combate a la violencia, de ir logrando acuerdos transversales para sacar adelante ambas cosas. En eso tengo el apoyo mayoritario, efectivamente el 60% del partido probablemente hoy día está a favor del rechazo, pero esos mismos dirigentes, la enorme mayoría, más allá del rechazo o el apruebo, apoyan mi gestión y eso es lo que algunos les complica o les incomoda. Pese al esfuerzo de algunos, yo espero que logremos unirnos el día 27 de abril en la mañana, que va a ser clave.

    -¿Por qué cree eso?

    -El plebiscito es muy importante, no hay duda. Pero yo creo que la madre de todas las batallas va a ser el 25 de octubre, y es ahí donde deberíamos estar todos unidos y a partir del 27 de abril donde vamos a ver quién es quién en la cancha. Por lo tanto Renovación Nacional tiene que estar en ese día preparado para liderar a la centro derecha en la pelea que va a haber por la elección de una eventual constituyente.

    -Sin embargo, ¿cómo analiza el guiño inicial del Gobierno a su postura, pero ahora hay declaraciones en que le quitan piso?

    -Lamento que prime la lógica “que nos rechacen los proyectos, no más”, “da lo mismo que no salgan los proyectos”, “que la oposición se haga responsable”, dicen algunos en mi coalición, cuando eso es lo que obviamente está esperando el grupo más duro de los dos extremos. Que nos rechacen la reforma previsional y que no seamos capaces de conversar, de dialogar, de buscar fórmulas para avanzar en una buena reforma previsional. Creo que el proyecto es muy bueno, pero hay que llegar a acuerdos para que esto se apruebe, y espero que sean acuerdos transversales. El que no está dispuesto a esos acuerdos, el que no está dispuesto a ese diálogo, lo que está haciendo es provocar mayor conflicto y es porque o no entiende nada de lo que ha pasado estos tres o cuatro meses, o es porque entendiendo, está en una lógica muy perversa de tensionar y de forzar que el conflicto se agudice. A mí me preocupa mucho, porque lo que no entienden ahí son las consecuencias de eso. Les notifico inmediatamente a todos mis socios, voy a seguir teniendo todas las reuniones que sean necesarias para buscar que el proceso se haga en paz, para tratar de enfrentar lo más unido posible la violencia.

    -¿Hacia dónde cree que quieren ir?

    -A todos los valientes, a todos los héroes de Twitter y a todos los héroes que hablan desde un sitial que les permite su tribuna política, que la mayoría, por lo demás, anda rodeado de Carabineros, con escolta, con PDI, a todos esos valientes, les digo que es muy fácil ser valiente así. Dicho sea de paso, les digo que por Dios que recapaciten un poco. No son ellos los que sacan la peor parte con la violencia, son los vecinos de los sectores amagados, son los cabros que se suman a la primera línea y que terminan pagando los platos rotos, también son los Carabineros los que pagan los platos rotos de esta violencia, es la democracia finalmente. Son ellos los que pagan los platos rotos, no los valientes, estos que se creen héroes y que están exigiendo en Twitter, desde la comodidad y la seguridad de esa tribuna, que Carabineros ponga mano más dura, que la Policía ponga mano más dura. En definitiva, toda esta gente de mi sector que se opone al diálogo, lo que hace es esconderse debajo de las polleras de los Carabineros, pretenden que ellos solucionen esta crisis social. No es Carabineros el que tiene que solucionarla, somos los que estamos en política, no me parece razonable cerrarse al diálogo, en esta lógica que no hay nada más que ceder, que no tenemos ni un peso.

    -Entonces…

    -Pero de ahí a cruzarse en el diálogo, en la conversación, ir a cruzarse en los esfuerzos que estamos haciendo varios porque el proceso se haga en paz, me parece que incluso es irresponsable. Pero bueno, esto es así, es gente que está sustentando su campaña por el rechazo solo en el terror, en la violencia, y obviamente no quieren que haya ningún acuerdo, y hay muchos de mi sector que están en esa misma línea, que no haya acuerdos, que no haya arreglos. Insistimos que no tenemos un peso en las arcas fiscales y resulta que tenemos miles de millones de dólares en ahorros en el extranjero. A todos los que dicen que no hay plata, les pregunto: ¿Para qué están esas platas? ¿Para cuándo están? Están para las emergencias como ésta, o acaso hoy día no estamos viendo una emergencia que amerite gastar un poco de esos recursos. Por ejemplo, para solucionar de verdad y de fondo el tema del endeudamiento estudiantil del CAE, del Fondo Solidario. Acaso no se justifica que, por una sola vez, hacer un gasto importante de mil o dos mil millones de dólares para darle una vez por todas alivio a los miles de estudiantes que siguen marchando en las calles desde hace 10 años. Desde ya les advierto que voy a seguir juntándome las veces que sea necesario con la oposición que está dispuesta a conversar, para buscar salidas a esta crisis, y para buscar encauzar de manera pacífica este proceso.

    Posición del Gobierno

    -¿Considera que el Gobierno ha realizado lo correcto?

    -Ha hecho un tremendo esfuerzo y el presidente lo está haciendo incluso más allá de lo que unos sectores de Chile Vamos aceptaban. El sistema mixto de pensiones, es algo que algunos de mis aliados rechazaban del día uno porque lo consideraban de izquierda, el aumento en las pensiones del pilar solidario también, estoy muy consciente que el Presidente está haciendo su esfuerzo y yo lo valoro mucho, y ojalá seamos capaces de entender que se requieren esos esfuerzos y, en algunos casos puntuales, como la reforma previsional o la reforma a la salud, y el tema del endeudamiento estudiantil, probablemente se va a requerir un esfuerzo un poco mayor y hay que estar dispuesto a eso. Aquí se trata de entender de una vez por todas de que lo que está en juego no es el Gobierno, es la
    democracia. La gente se choreó, se cabreó, se aburrió de años y años de seguir esperando, y la paciencia se le agotó a millones de chilenos, y eso es lo que algunos no entienden y creen que esto es artificial, que algunos en mi sector pretenden que esto es sólo violencia.

    -Pero, entonces ¿qué cree sucederá, sobre todo en marzo, que se habla de que es clave?

    -Lo dije hace tres meses, y espero que eso no pase, que hagamos las reformas, hagamos los cambios antes que la gente termine diciéndonos “ustedes no dieron el ancho”, porque eso podría terminar pasando. Yo creo que lo que aquí está en riesgo es la democracia por la poca credibilidad que tenemos que tenemos los políticos y quienes hemos tenido cargos de responsabilidad, la ciudadanía masivamente nos pidió cambios y si no hacemos los cambios, bueno le hemos fallado a millones de personas que salieron a las calles, si el chileno común se aburrió, se choreó, yo entiendo que algunos le cueste entenderlos y obviamente le están haciendo el juego a los extremos, a la extrema derecha que se cierra a todo, que no quiere nada, que tienen espacios privilegiados para insultar, para ofender, o del otro extremo la parte extrema del Frente Amplio, el mismo Partido Comunista que buscan que todo este proceso se caiga. Entonces ojalá los que estamos entre esos dos grupos extremos seamos capaces de ponernos de acuerdo, y del Gobierno yo valoro el esfuerzo que está haciendo, pero perdóneme yo creo que en algunas áreas vamos a tener que hacer un esfuerzo mayor.

    Relación con Van Rysselberghe

    -¿Cómo se proyecta la relación en Chile Vamos, con el vínculo de la presidenta nacional de UDI, Jacqueline Van Rysselberghe, que se coloca en un camino cercano con José Antonio Kast?

    -No voy a opinar de lo que hace o dice la presidenta de la UDI, porque ella quiere llevarnos nuevamente, como lo hizo en noviembre y diciembre, a la pelea chica, ahí donde se sienten más cómoda, pero yo no voy a caer en ese juego. Ellos tienen un problema objetivo con José Antonio Kast y su votación, ella tiene que preocuparse de su reelección, pero no voy a entrar en la discusión chica. Lo que busca finalmente es esconder el otro debate, el debate de fondo, cuál es la profundidad de la reforma que tenemos que hacer, cuán grande es el esfuerzo que tiene que hacer el Fisco, el Estado de Chile. Tenemos que revisar la carga tributaria, si es que estamos con un déficit al límite, significa que faltan recursos, faltan ingresos, y hay que producir esos ingresos, y estoy seguro que la gran mayoría de los empresarios grandes de este país están dispuestos a poner un poco más, con tal de sacar adelante esta buena reforma y que Chile empiece una nueva etapa. El punto es que como coalición tenemos una responsabilidad frente al país, y estamos justo ahora en la “quemá” para demostrar si estamos o no a la altura de esa disyuntiva. El Presidente nos pidió a los partidos políticos que entregáramos propuestas para reformas sociales y reformas que queríamos plantear, Renovación llevó una propuesta en materia previsional, en la reforma a la salud, en medicamentos, financiamiento municipal, una agenda antiabusos, y hubo partidos que entregaron cero, literalmente cero propuestas, bueno, ahí está y eso demuestra cuáles son los énfasis que cada uno tiene.

    -En ese plano, ¿usted habla que la UDI no aporta propuestas?

    -Cero propuesta, ni una hoja, nada. Entiendo que tenemos que salir de esta pelea pequeña, pero mi pelea no es con la UDI, no es con Evópoli, nuestra pelea es con todas estas desigualdades, con todo estos problemas sociales que han quedado evidenciado de manera mucho más nítida después del 18 de octubre y de recoger el sentir ciudadano masivo de millones de manifestantes pacíficos y traducirlo eso en reformas profundas. Aquí entendemos que está en juego la democracia o la verdad es que mejor cerramos por fuera, me parece hasta irresponsable la actitud de “mire, no hagamos nada más” como han planteado algunos dirigentes de Chile Vamos, no hagamos nada más, que la oposición rechace, y luego que la gente juzgue. También me parece irresponsable la actitud de algunos en la oposición que no aceptan nada más que lo que ellos exigen y no están dispuestos a ceder en nada, porque esa actitud es igual de dañina que no querer sentarse a negociar.

    Liderar entre el apruebo y rechazo

    -Y, su liderazgo interno, tomando en cuenta que a fin de año hay elección en RN, ¿cómo proyecta esa elección, sabiendo que hoy hay división también en su partido?

    -No sé, a estas altura falta mucho todavía. Tenemos que superar esta crisis, salir adelante en el plebiscito, enfrentar las elecciones que van a ver en octubre, que son las de gobernador regional y la municipal, y muy probablemente una constituyente. Tengo hoy el apoyo mayoritario en el partido y eso nadie es capaz de desmentirlo. Eso me tiene muy tranquilo. Según Cadem y todas las encuestas, RN es el partido mejor evaluado por la ciudadanía, lejos. Eso no se ha logrado gratis.

    -¿Por qué considera que no ha sido gratis?

    -Hay algunos que les gusta el partido chiquitito ordenado y se encargaron de echar parlamentarios, de echar dirigentes, de expulsar liderazgos. Christian Monckeberg, en su minuto, y yo ahora nos hemos encargado de dejar al partido como el más grande de Chile y creo que al final del año los militantes van a decidir qué quieren: un partido más chico, que echa a la gente o un partido grande que es capaz acoger distintas visiones de centro derecha. Ellos tendrán que ver qué liderazgo quieren que los guíe, lo que están en negativo constantemente o los que están tratando de construir un Chile mejor. La base del partido me apoya mucho porque son gente de clase media, de sectores populares que al igual que yo entienden perfecto qué es lo que pasa cuando tu padre tiene una mala pensión o tu familia tiene problemas con el sistema de salud y comprenden eso, y se identifican con lo que he planteado, por lo tanto no tengo ningún temor si me presentara a reelección en el partido, pero falta mucho para eso.

    -Pero, usted que ha dicho que está por el apruebo, ¿cómo se va a traducir o canalizar su rol de cara al plebiscito?

    -Por ahora me pidieron, porque no hay ningún acuerdo en el Consejo General del partido, pero me pidieron prescindencia en el proceso y por ahora me voy a mantener. Pero, manteniendo un mínimo fair play, que hasta ahora, hay varios que lo han roto. En RN hay varios diputados y un senador, además muy bien evaluado por ciudadanía (Manuel José Ossandón), que está por el apruebo y también se le olvida a los líderes del rechazo en mi partido, que una enorme mayoría que casi todos los alcaldes del partido están por el apruebo. Entonces, ellos van a armar un comando, un grupo de trabajo, van a hacer campaña, desde RN, por esa opción, lo que mismo que van a hacer quienes están por rechazo. Espero que no haya ningún problema.

    -Entonces, no va a intervenir en esa campaña.

    -No voy a intervenir derechamente en el apruebo porque es lo que conversé con el consejo nacional, pero insisto que han habido actitudes, en donde se rompe el juego limpio, que me hacen dudar de eso. Pero, es un tema que tenemos que evaluar en marzo.

    ARCHIVO 2013 | Agencia Uno
    ARCHIVO 2013 | Agencia Uno

    -Por el ambiente que se proyecta para marzo, que puede ser de violencia, ¿considera que ha habido responsabilidad política en Chile Vamos respecto de la crisis social?

    -Que aparezcan las manifestaciones violentas sería lamentable, que vuelva a salir a la calle la gente de manera pacífica, no hay ningún problema, es parte de la democracia. El punto es que de aquí a marzo o abril sigamos sin ser capaces de responder en la profundidad que la gente nos pide. Hace dos meses dije, y se me criticó mucho, que en nuestro sector y en la oposición, había mucha gente que pensaba que si no había movilizaciones es porque esto ya había pasado y, por lo tanto, seguía lo mismo que antes y no hagamos reformas. Y pasó eso, tal cual como lo advertí en su minuto. Como no han habido manifestaciones masivas, mucha gente de mi sector y de la oposición, dice que esto ya se desinfló y que sigamos como si nada. Eso es grave, es no entender nada de lo que ha pasado yes irresponsable. Espero que estemos a la altura.

    -¿Considera que Chile Vamos se va a reestructurar como bloque y podría tener una relación, por ejemplo, con la DC, con quienes han tenido varios encuentros?

    -No creo, ni veo en el horizonte inmediato un cambio en las coaliciones, pero eso es un tema que puede variar de aquí a dos años más. Pero, no me pongo en ese escenario aún. Efectivamente RN y la DC o la DC y RN hemos sido fundamentales en alguna de las reformas, rompiendo las resistencias en mi sector, nosotros, y la DC aportando votos, que lamentablemente el resto de la oposición no ha querido dar, porque siguen sin entender cuan grave es lo que está pasando. La relación con la DC es bastante buena, no lo discuto, pero no veo a la DC o no nos hemos planteado en ninguna de las conversaciones conformar una coalición nueva.

    Desbordes cree que se ganó su lugar y no teme ver a Chile desde la Plaza Italia, pero su liderazgo vivirá días clave de cara al proceso constituyente de fines de abril. Todo o nada.

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