Fotografía: Agencia UNO

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  • El prorrector de la Universidad de Chile, Rafael Epstein, afirma que los pasivos por $ 63.300 millones que el Hospital Clínico de la casa de estudios registró a fines de 2015 no equivalen todos a deuda. De hecho, precisa que el ítem acreedores varios, incluido dentro de los pasivos del balance general y que representan $ 8.538 millones, son garantías que han dejado los pacientes por prestaciones médicas, por lo que no corresponde a endeudamiento.

    Asegura que, según los cálculos de la dirección del recinto, la deuda llega a cerca de $ 50.000 millones y no a $ 61.000 millones como acusó una comisión ad-hoc creada por el Senado Universitario. También remarca que, a su juicio, esta situación no afecta la estabilidad financiera de la casa de estudios, como cuestionó en mayo el vicerrector económico, Enrique Manzur.

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    En este escenario, afirma que tanto la universidad como el Hospital José Joaquín Aguirre han aplicado medidas para ir mejorando la situación financiera y que esto se reflejará en que este año el recinto tendrá utilidad operacional y contable, entre otros aspectos.

    Según los estados financieros de 2015, los pasivos hospital ascienden a más de $ 60.000 millones. ¿Cómo se explica esta situación?

    Técnicamente, pasivo y deuda no es lo mismo contablemente. El hospital tiene pasivos que no todos son deudas. Todo pasivo tiene una contraparte en la columna de activos. Lo que la universidad por muchos años ha medido, lo que no necesariamente significa una medida financiera buena, es la deuda del hospital. No necesariamente el hecho de tener deuda va contra tu patrimonio.

    Lo que ha hecho la Universidad de Chile durante un largo periodo de tiempo, para llevar una gestión razonable de su hospital, ha sido medir la deuda del recinto con terceros y la inversión que ha hecho el fondo general en la universidad. Me cuesta decir que es deuda, considerando que el hospital y la universidad son lo mismo. De hecho, tienen el mismo RUT.

    Me gustaría decir que es una inversión del fondo general de la universidad en el hospital. Y eso es lo que nosotros controlamos: la deuda con terceros más la inversión del fondo general. Esa suma total hoy día está en cerca de $ 50.000 millones, de los cuales $ 14.000 millones son deuda con proveedores. Ahí tenemos facturas por pagar, de las cuales la mayoría no están vencidas, es decir, son compras que hace el hospital regularmente. A eso se le suman unos $ 37.000 millones que el fondo general ha invertido en el hospital.

    El hospital no tiene deudas en el sector financiero, no tiene deudas con proveedores y con nadie más.

    ¿Qué consideran como deuda dentro de los pasivos que aparecen en el balance?

    Cuentas por pagar es la deuda con los proveedores y los documentos y cuentas por pagar con empresas relacionadas es la deuda con el fondo general de la universidad. Los acreedores varios no los consideramos como deuda, ya que son garantías que nos dan los clientes por prestaciones médicas. Además, mucho de ese dinero tiene una contraparte que es una garantía, en general cheques. Hay un pasivo porque hay que devolver el cheque, pero en el cajón está el cheque en garantía. No es que le debamos a alguien o que tengamos que pasarle ese dinero a alguien.

    Cuando la gente va al hospital se le pide una garantía, por lo que dejan un cheque por determinado monto. Nosotros tomamos ese documento y lo guardamos en un cajón y se convierte en un pasivo. Pero el hospital lo opera y pasan algunos meses y se devuelve el cheque y desaparece el pasivo. Eso no compromete el patrimonio de la universidad.

    Respecto a la deuda con el fondo general, al final es el capital de los socios que es la Universidad de Chile. Contra eso tenemos $ 37.000 millones en documentos por cobrar.

    Nosotros vamos a un banco a pedir un crédito con este balance y nos aplauden. Somos de los hospitales más sanos en términos financieros. Y el socio o dueño, que es la Universidad de Chile, invirtió $ 37.000 millones en el recinto. Pero en un estado de balance, es un mismo RUT, y el hospital es muy sano financieramente. Está muy lejos de una quiebra o de algo similar. Lo mismo pasa con la universidad. Esta casa de estudios se maneja de forma muy seria en los dineros. Y todo el aporte que ha tenido el hospital ha sido siempre controlado.

    En la práctica, la universidad está financiando el capital de trabajo del hospital. Nuestras cuentas por cobrar se conocen como capital de trabajo. En algún momento el recinto tendrá que formar, en algún momento, su utilidad para armar su capital de trabajo.

    ¿Cuáles son las razones que explican el aumento de la deuda?

    No hay un gran aumento. Estos $ 50.000 millones de los que hablo es una cifra que se ha mantenido en niveles similares en los últimos años. Si bien en octubre del año pasado llegó a $ 55.000 millones, este año se ha reducido a casi $ 50.000 millones durante lo que va de 2016.

    Y esa subida que vimos en 2015 se debe a que el hospital aumentó sus ventas. Esto generó que creciera la deuda, porque el recinto gasta a 30 días y cobra a 90 o 120 días, como todos los hospitales. Entonces, cuando vende mucho más le aumenta la deuda por tres o cuatro meses y luego baja.

    Contra esta deuda el hospital tiene más de $ 37.000 millones en cuentas por cobrar, que son pacientes de isapres, Fonasa y urgencias, que le deben al hospital.

    La gestión del hospital ha estado muy bien y la dirección de la universidad está muy contenta con el equipo directivo del recinto. Este año vamos a tener utilidad tanto contable como operacional. Esto significa que este año el hospital se financió sin problemas.

    ¿Desde cuándo vienen aplicando la estrategia de disminuir la deuda con proveedores y, en su lugar, aumentarla con el fondo general?

    Encontramos que financieramente el crédito más caro es con proveedores. Entonces, mejor que endeudarse con proveedores es endeudarse con la banca. Y mejor que endeudarse con la banca es hacerlo con capitales propios.

    De todos modos, queremos seguir bajando la deuda con proveedores. Queremos ser un excelente cliente con los proveedores, de modo de acceder a mejores condiciones en el mercado.

    ¿Qué consecuencias tiene la alta deuda del hospital con el fondo general de la universidad?

    Esta institución financieramente es sana, se maneja de manera estricta con sus dineros. Si alguna de las unidades académicas que aporta recursos al fondo general llegara a necesitar los dineros que ha depositado en el fondo, no tendríamos problemas para responder ante esa situación. Obviamente que nos gustaría tener $ 37.000 millones en la caja, pero bueno tenemos $ 37.000 millones en cuentas por cobrar.

    El vicerrector económico dijo que la deuda del hospital podría complicar la situación financiera de la casa de estudios…

    A lo que se refería el vicerrector económico es que lo que atenta contra la universidad es un hospital que opere a pérdidas. Si el recinto opera a pérdidas, eso efectivamente complicaría a la institución. Pero nosotros no vamos a permitir que el hospital opere a pérdidas. Por eso hemos sido muy estrictos en que el recinto debe tener una operación positiva. Todos los años debe ganar dinero o mantenerse, pero no perder.

    Y el hospital efectivamente ha cumplido con ese mandato y actualmente tiene utilidad operacional. Nuestra preocupación siempre ha sido que el hospital tenga utilidad operacional. Y el tema de lo que le llamamos deuda, está perfectamente garantizado con los activos del hospital.

    ¿Qué medidas han tomado para mejorar la situación financiera?

    Primero, la dirección del hospital se ha comprometido con una política de austeridad, la que se basa en pilares bien claros y concretos. Uno, eliminar todos los gastos que podamos eliminar. Dos, respeto a nuestra fuerza de trabajo. Este costo no lo han pagado nuestros trabajadores, al contrario, hemos tenido el apoyo de ellos. Y tres, un compromiso fuerte de todo el personal, incluyendo los doctores, enfermeras, personal técnico, personal de apoyo, es decir, todos.

    Nuestra impresión es que la dirección del hospital ha hecho un trabajo formidable logrando el compromiso de todos los trabajadores. La estrategia que aplicó el hospital fue muy buena, y consiste en que con la misma gente hemos aumentado en más de 8% el volumen de ventas. Entonces, es mucho más eficiente que antes.

    ¿Es optimista respecto de la situación financiera para los próximos años?

    Nuestra situación hoy día ya es buena. Si logramos mantener lo que tenemos, ya estamos bien. Con el plan de inversiones tenemos expectativas de que vamos a mejorar muchísimo. No tenemos motivos para no ser optimistas.

    ¿Comparte las conclusiones del informe que emitió la comisión ad-hoc?

    Comparto que el aporte del fondo general es mínimo, como dice el informe. Es cierto, podríamos dar más aporte desde el fondo general y bajamos la deuda de inmediato con el fondo. Pero el hospital es tan leal que ni siquiera está pidiendo más dinero al fondo general. También es cierto que está sujeto a trabas burocráticas del sector público.

    Además, señala que el hospital no posee aportes estatales especiales. Esto ocurre desde 1994, cuando el Servicio Metropolitano Norte nos sacó de la red pública. Somos un hospital público en el funcionamiento, pero no recibimos aportes públicos.

    El documento también dice que se conjuga el peor de los dos mundos (público y privado). Pero pese a todo eso, a la gente le gusta trabajar en el hospital. Desde el más grande de los funcionarios hasta el cargo funcionario más bajo.

    Otro punto dice que la gobernanza ha recibido muchas críticas. Es verdad, siempre estamos pensando la gobernanza, pero no es un hospital que tenga una crisis en esta materia. Actualmente está en etapa de discusión y recién estará definido en al menos un año.

    El informe de la comisión también indica que los problemas son estructurales, que se han ido agravando en los últimos años y que las soluciones han sido insuficientes. ¿Comparte esta visión?

    Creo que hay un hecho sustantivo. En lo que va del año ya tenemos utilidad operacional, aumentamos en 10% los ingresos, tenemos plata en el cajón y utilidad contable. Este año bajamos la deuda. El Estado evaluó el proyecto y decidió invertir en equipamiento.

    No comparto eso, creo que habla de un pesimismo que no está acorde a la situación actual. Ese informe se hizo en base a la información que había en 2014 y 2015 y se entregó este año.

    El hospital se va a acreditar dentro de las próximas semanas. Un sector de la comunidad universitaria decía que el recinto no iba a lograr la acreditación, pero sí lo hará. No puedo garantizarlo 100%, pero ya fueron los comités acreditadores y estamos muy confiados en que vamos a lograr la acreditación.
    Tenemos mucho menos razón deuda/capital que la Clínica Las Condes. Si bien ese recinto está muy bien administrado, tiene más deuda que nuestro hospital.

    El 50% de todo el patrimonio de la Clínica Las Condes es deuda. Y no tiene nada de malo, porque de esa manera crece. Entonces, creo que está mal demonizar la deuda. Nuestro endeudamiento crresponde a cinco meses de ventas.

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