El portazo a exjefe de Contraterrorismo de la Agencia Nacional de Inteligencia que acusó matonaje

La Corte Suprema dio un portazo al otrora jefe del Departamento de Contraterrorismo de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI), Carlos Al-Konr. Se trata de un espía que denunció conductas “matonescas” e “intimidatorias” de parte del organismo que derivaron en su salida.

De acuerdo a información recabada por BBCL Investiga, el agente prestó servicios en la ANI por casi tres años. Allí arribó tres meses antes del estallido social y se desempeñó en variadas funciones. Fue, por ejemplo, coordinador de la División de Contrainteligencia, donde tuvo a su cargo tres departamentos: el de Contrainteligencia, el de Contraterrorismo Internacional y el de Amenazas Globales e Infraestructura Crítica.

Su salida, según denunciaría más tarde a la justicia, se debió a hostigamientos en medio del desembarco del entonces flamante nuevo director de la ANI, Luis Marcó Rodríguez. Así, acusó que no se tomó en consideración sus excelentes calificaciones y simplemente se le solicitó su renuncia.

Como se negó a cumplir con lo requerido, el ente de Inteligencia decidió reemplazarlo y declarar su cargo vacante mientras él estaba de vacaciones y luego con licencias médicas que más tarde les serían rechazadas.

Sendas derrotas

Al-Konr no es cualquier agente. En la década de los noventa, integró la Brigada de Inteligencia Policial Metropolitana de la PDI. Cumplió funciones específicas en el Grupo Antisubversivo, en el mismo tiempo en que los gobiernos de la Transición enfrentaron los vestigios del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) y el Mapu-Lautaro, entre otros.

Sea como sea, su salida de la ANI estuvo marcada por un recurso de protección presentado contra el organismo en el que denunció como “ilegal” su despido, reza un artículo de CHV Noticias.

Pese a sus intentos por revertir su desvinculación, sufrió sendas derrotas judiciales. Primero en la Corte de Apelaciones de Santiago y ahora en la Corte Suprema hasta donde recurrió como su última chance para que también se le pagara el sueldo por el tiempo que estuvo fuera.

El máximo tribunal del país resolvió que el despido en cuestión se ajustó completamente a la legalidad. Así, descartó cualquier vulneración a los derechos y garantías constitucionales del espía chilensis.

“Se confirma la sentencia apelada”, se lee en la sentencia firmada por los ministros de la Tercera Sala de la Suprema, Ángela Vivanco, Mario Carroza y Jean Pierre Matus.