La última jugada de jueza que dateó a hijastro narco para evadir la cárcel

A menos de 48 horas que se conozca si va a la cárcel o no, la defensa de la jueza de garantía de Coyhaique, Cecilia Urbina Pinto, develó su última jugada para intentar zafar de prisión.

Los abogados de la magistrada que fue declarada culpable por haber dateado a su hijastro narco -alias El Matanga-, ingresaron una presentación para que el tribunal donde se sustancia la causa dicte la libertad vigilada de la imputada, de modo que no quede tras las rejas.

En buenas cuentas, los juristas Francisco Ortega Acevedo, Alejandro Jara Riquelme y Sebastián Trewhela Navarrete, invocaron la Ley 18.216 que establece el criterio para aplicar penas sustitutivas a las privativas de libertad.

Para ello, ingresaron dos informes -uno social y otro psiquiátrico- en los que exponen que dicha medida, a juicio de la defensa, “parece del todo eficaz (…) a los efectos de orientar y reencaminar su efectiva reinserción social”.

Situación “lamentable”

De acuerdo a los documentos presentados por la defensa, los hechos en lo que se vio involucrada le implicaron a la jueza “consecuencias de tipo emocional, personal, familiar y laboral”. De ahí que, en sus propias palabras, calificara lo ocurrido como “lamentable”, por tratarse de “situaciones ajenas a su conocimiento, que no pudieron ser probadas en juicio”.

Según los mismos informes, la magistrada incluso se separó de su cónyuge Jorge Cáceres Osses -también imputado en la misma causa y padre de El Matanga- como “corolario de la situación judicial que atraviesa”.

A ello, los abogados suman otros factores y necesidades derivadas de problemas de salud los que presentan características “incompatibles con el desarrollo de la vida en un contexto privativo de libertad”.

“Considerando la situación judicial actual por la que atraviesa, un escenario privativo de libertad atentaría directamente con ello y pone en riesgo el dominio de las variables: individual, familiar, laborales, de salud, sociales y comunitarias. Pudiendo transformar estos factores protectores en factores de riesgo”, concluyen los informes.

El resultado de estos argumentos se conocerá este viernes, cuando se lea la sentencia en contra de la magistrada, a las 17:00 horas. El Ministerio Público solicitó 8 años de cárcel.

Todo en familia

En resumen, el hecho principal por el que Urbina Pinto fue declarada culpable se remonta a inicios de 2021 cuando la jueza “informó, difundió y divulgó a su cónyuge” la existencia de una causa contra su hijastro.

Al enterarse su marido de la investigación por el delito de tráfico de drogas calificada de secreta, éste se juntó con El Matanga en un servicentro para contarle que su teléfono estaba “pinchado”.

Este hecho derivó en que el imputado se deshiciera del aparato, revelara lo propio a sus cómplices y que la PDI perdiera una importante fuente de información.