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"Liberen" a Lemebel: la incipiente lucha entre dos sobrinas por la herencia del escritor

"Liberen" a Lemebel: la incipiente lucha entre dos sobrinas por la herencia del escritor

Viernes 25 marzo de 2022 | 05:59

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Maribel Fornerod | Agencia UNO

El legado de Pedro Lemebel hoy está en juego. Tras la muerte de su hermano Jorge, sus sobrinos quedaron como los herederos, pero una nueva familiar, reconocida después de 20 años, está reclamando lo que por ley le pertenecería. Amistades del escritor acusan que están lucrando y que su legado le pertenece a todo el país. La historia es de la Unidad de Investigación de BioBioChile.

Los tacones de Pedro Lemebel retumbaban en cada paso que daba mientras se acercaba a la Estación Mapocho. Era la primera vez que los usaba en público, frente a una reunión de partidos de izquierda. Iba maquillado con el símbolo comunista: la mitad de su cara exhibía la hoz y un martillo.

Era 1986, y por primera vez iba a leer Manifiesto: Hablo por mi diferencia.

Esa era su respuesta a quienes no aceptaban su abierta postura homosexual.

Y entonces, comenzó: “No soy Pasolini pidiendo explicaciones, no soy Ginsberg expulsado de Cuba, no soy un marica disfrazado de poeta, no necesito disfraz, aquí está mi cara, hablo por mi diferencia, defiendo lo que soy, y no soy tan raro”.

La audiencia quedó perpleja.

Al poco andar pasó del anonimato literario a tener una vida artística reconocida y su herencia comenzó a crecer. No solo dejó el legado de sus libros, también propiedades a su nombre.

Cuando murió, todo quedó en manos de su único hermano, Jorge. Tenía cuatro hijos, una fuera del matrimonio y no reconocida hasta poco después de la muerte de Lemebel. Se trata de Geraldine Mardones, cuya aparición cambió los planes en la repartición del legado del escritor.

Hoy la nueva sobrina del creador de Tengo Miedo Torero acusa haber sido marginada por su familia biológica y reclama su parte del patrimonio. Inició una investigación para conocer si los bienes fueron traspasados legalmente o si todo fue entre cuatro paredes.

Patrimonio Pedro Lemebel
Museo Reina Sofía

La nueva sobrina de Lemebel

Si le preguntas a Geraldine Mardones, hija de Jorge Mardones Lemebel -único hermano de Pedro Lemebel- si se sintió apartada por su familia, asegura que sí. Aunque ya es algo superado.

—Yo siempre he sido una excluida. Ese tema ya lo tengo bien asumido. Yo soy una más de las huachitas de este país —replica a BioBioChile.

Su madre conoció a Jorge en una feria artesanal. Era casado, con tres hijos y 12 años mayor que ella. Trabajaba con doña Violeta Lemebel, madre de Jorge y Pedro.

Pese a que no era reconocida por Jorge, sí conocía a sus abuelos paternos: Violeta y Pedro Mardones. De hecho, los visitaba constantemente en Departamental, Santiago.

Cuando Geraldine cumplió cuatro años, cuenta que su madre, en una feria artesanal le soltó: “Mira, él es tu padre”. Jorge, afirma ella, se paralizó, la miró y salió corriendo.

Después de eso no hubo otro encuentro hasta el funeral de Pedro Lemebel, donde le enrostró a su progenitor las deudas pendientes que tenían. Él aseguró que la llamaría, pero eso nunca ocurrió. Fue entonces cuando comenzó una denuncia.

—Lo demandé por varios motivos. Uno, porque mi abuelo me lo pidió, otra por mí, yo también quería cerrar un círculo con mi papá, y por un tema que me dijo mi hermana —explica.

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Cómo cuesta encontrar el amor en estas condiciones. Usted no sabe, qué es cargar con esta lepra.
- Pedro Lemebel | Manifiesto

La muerte de Pedro

Geraldine relata que conoció a su hermana Daniela Mardones cuando tenía 16 años. Iba a su casa porque Jorge, padre de ambas, conoció a otra mujer y vivió 20 años fuera. Su buena relación duró hasta que cumplió 23. Ese año Pedro murió y ambas asistieron a su funeral. De ese encuentro dice:

—Yo la saludé porque sabía que para ella también era importante Pedro, me imaginaba eso. Entonces fui al funeral a consolarla a ella, pero ella no reaccionó de buena forma y ahí terminó nuestra hermandad, por así decirlo. Ella se refirió como que yo era la huachita del papá. Entonces como que le molestó que haya ido, no sé.

El 23 de enero de 2015, cerca de las 2:00, Pedro Segundo Mardones Lemebel, autor de Adiós Mariquita Linda, murió a causa de un cáncer de laringe que padecía desde 2011. Hace semanas estaba internado en la Fundación Arturo López, en Providencia.

16 días antes, fue la última vez que hizo una aparición en público en el Teatro del Centro Cultural Gabriela Mistral. El objetivo era rendirle un homenaje en vida y el mundo artístico se reunió para conmemorarlo. Esta vez no llegó usando tacones, sino que una silla de ruedas.

Luego de la muerte del escritor, Daniela, su sobrina, decidió no volver a hablarle a Geraldine, asevera esta última. ¿Los motivos? Ni siquiera ella los sabe. La borró de redes sociales, del número de teléfono y de todo contacto que las unía.

Disputa por patrimonio de Pedro Lemebel
Sus restos fueron enterrados en el Cementerio Metropolitano de Santiago

Lemebel en el Diario Oficial

Cuando Pedro murió todo su patrimonio fue heredado por su hermano Jorge. Eso, hasta el 10 de enero de 2021, cuando también falleció producto de una insuficiencia respiratoria por el covid. Esto significó que todo quedara traspasado a sus hijos.

Geraldine se enteró meses después que su padre había muerto. Nadie le avisó. Tampoco supo dónde enterraron el cuerpo. Fue entonces cuando decidió conseguir un abogado para reclamar lo que por ley, luego de que efectivamente se determinara que era hija legítima de Jorge, le correspondía.

Lo que sorprendió, explica, es que su hermanastra Daniela Mardones había inscrito una marca de productos y servicios “Lemebel” en el Diario Oficial, el viernes 19 de julio de 2019.

Fue para fines culturales, artísticos, recreativos y educativos. Por ejemplo, para hacer foros o espectáculos. Pero hasta la fecha, poco y nada se ha visto.

Liberen a Lemebel

En efecto, Geraldine pide conocer cuál es el estado real de la herencia de su tío. Busca conocer, por ejemplo, qué pasa con el dinero que genera la venta de sus libros.

El abogado de Geraldine, Pablo Villar, de la Defensoría Penal Pública, aclara:

—Estamos en una fase en la que estamos esclareciendo el patrimonio. Una vez que se tenga totalmente esclarecido, se van a tomar los cursos legales y judiciales correspondientes.

El hecho de que Lemebel fuera inscrito como una marca generó molestia en sus amistades. El amigo del escritor, Víctor Hugo Robles, manifiesta que su legado le pertenece a todo Chile, y que su herencia política cultural sobrepasa a su familia sanguínea.

—Su memoria, su herencia, su legado, es de todas las locas de Chile. Todas las locas que fuimos sus amigas, sus cómplices y grandes amores (…) Su familia extendida, los lectores, quienes lo escuchaban en el programa radial, quienes lo seguían, lo saludaban, compraban sus libros oficiales y pirateados.

Explica que Geraldine está reclamando lo que le corresponde legítimamente por ley, pero también -apunta- quiere liberar la obra del cronista del sentido comercial y lucrativo al que lo ha sometido Daniela. Por eso, ellos le entregan su apoyo, según dice, para democratizar su obra.

—Pedro fue un insurrecto, un antimercado, un crítico de la comercialización lucrativa. Por eso es necesario liberar a nuestro Pedro, porque nos pertenece a todos y todas. Le pertenece al pueblo de Chile, es un patrimonio vivo. Tenemos la obligación de dejarlo como herencia a las futuras generaciones.

Siendo mucho más crítico, Víctor Hugo argumenta que su lucha sobrepasa lo material, y que hoy su obra la tienen sometida a fines comerciales.

—El legado de Pedro es un asunto político público, al ser una figura de carácter nacional y un símbolo de resistencia cultural. Así como el Estado de Chile fue capaz de consagrar la obra de Nicanor como un patrimonio cultural, es una obligación del nuevo gobierno transformar la obra de Lemebel como una patrimonial —puntualiza.

Herencia de Pedro Lemebel
Víctor Hugo Robles y Pedro Lemebel

Qué pasó con la herencia

Antes de tomar alguna acción legal, se tiene que dilucidar si los bienes de Lemebel fueron transferidos en vida por Jorge Mardones. Si él, por ejemplo, decidió vender todo el patrimonio y si fue de manera legal.

Hasta ahora han descubierto, según el abogado, que de los tres inmuebles del escritor, uno fue permutado por un terreno que tenía la mitad del precio y otro fue traspasado a una sociedad. El tercero, entraría en la repartición de la herencia.

—Si esos actos se realizaron en conformidad de la ley, no tenemos nada que reclamar, pero si fueron actos simulados para distraer esos bienes de una herencia, entonces vamos a realizar las acciones legales correspondientes.

El otro punto son los derechos pecuniarios. Es decir, el dinero que genera la venta de sus libros. Pablo Villar sostiene:

—Lo que estamos casi seguros, es que los derechos, o sea la plata que proviene de la obra de Lemebel no fue transferido, por ende, ha sido administrado por parte de la hermana (Daniela) al parecer. No tenemos certeza, desde que murió el padre biológico de Geraldine, de si ella (Daniela) está recibiendo y administrando ese patrimonio, y eso es lo que vamos a solicitar que se dé cuenta, de esa administración.

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Medio país se resiste a creerlo, y quiere dar vuelta la página, mirar al futuro, hacer como que nada, soñar como que nunca. Medio país no sabe porque no quiere saber, porque se hace el leso.
- Pedro Lemebel | Hacer como que nada

Hacer crecer el legado Lemebel

Geraldine vive en San Ramón, una de las comunas más pobres de Santiago. Asegura que lo que busca con todo este proceso no es dinero. Ella tiene una profesión, una hija y su vida resuelta.

Su interés, argumenta, es que la obra del cronista chileno se administre de buena manera para hacerla crecer y crear una fundación que divulgue su nombre.

—Me gustaría que se difundiera más la parte cultural, antes que la parte monetaria. Aquí, donde yo vivo, cuando alguien pregunta, no saben quién es Pedro Lemebel. Me encantaría actuar en alguna obra y hacer algo respecto a eso. Gente que no pueda pagar una entrada también puede ver ese tipo de obras —manifiesta.

Explica que a ella siempre le gustó actuar. Está segura que su lado artístico proviene de su tío. Quiso estudiar teatro, pero su madre nunca la dejó. Ahora, su hija de 14 años actúa en el Centro Cultural de San Ramón y quiere promover todo su talento.

Herencia de Lemebel
Amistades de Pedro Lemebel
  • BioBioChile intentó contactar a Daniela Mardones, pero hasta el cierre de esta edición -y pese a reiterados intentos- no hubo respuesta.
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