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Los ingenieros de la droga: cae banda de estudiantes que operaba en acomodado sector de Concepción

Los ingenieros de la droga: cae banda de estudiantes que operaba en acomodado sector de Concepción

Jueves 17 marzo de 2022 | 10:13

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Diseño de Jaime Silva (BBCL)

Desde uno de los barrios acomodados del Gran Concepción se comenzó a construir un lucrativo, pero fugaz negocio en el mundo del narco penquista. Seguimientos, chequeo de cuentas bancarias y escuchas telefónicas permitieron la caída de un grupo de estudiantes de ingeniería que empleaban sus conocimientos financieros para aumentar sus ganancias en la venta de estupefacientes y dotar de droga a exigentes consumidores locales. La historia es de la Unidad de Investigación de BioBioChile.

Como si de una pyme más se tratara, tres jóvenes de entre 22 y 25 años -oriundos del Gran Concepción- decidieron emprender en medio de la pandemia. ¿Su producto estrella? Marihuana de alta calidad que era cotizada por exigentes clientes de la zona.

Se trató de un fugaz, pero muy rentable negocio, para el que instalaron un centro de operaciones en un acomodado barrio residencial penquista: Lonco Ray, en el límite de Concepción y Chiguayante. ¿Las entregas? En un vistoso Jeep -sin silenciador- culpable de levantar las primeras sospechas.

De acuerdo a antecedentes contenidos en el expediente judicial, al menos dos de los integrantes de la agrupación estudiaban hasta hace poco Ingeniería Comercial en universidades privadas de la zona. Aquello, creen los investigadores, les permitió aplicar conocimientos y mejorar así la rentabilidad.

—Operaban con una lógica basada en sus estudios, con un importante cuidado del cálculo de ganancias, pérdidas y formas de aumentar la ganancia —explica el fiscal del caso, Patricio Aravena.

Círculo cerrado

Según estiman fuentes cercanas al caso, las operaciones comerciales comenzaron la segunda mitad de 2021, aunque no existe claridad absoluta de la fecha exacta en que inició todo.

Lo que sí se sabe a ciencia cierta es que el grupo adquiría grandes cantidades de marihuana de alta pureza para distribuirla posteriormente a un exclusivo círculo de compradores de la zona.

El kilo de la cannabis lo vendían a unos 3,5 millones de pesos. Privilegiaban los pagos en efectivo. Sin embargo, también registraron movimientos entre sus cuentas bancarias y las de terceros cuando no había otro modo de llevar adelante la transacción.

Según se desprende de escuchas telefónicas -a las que accedió la Unidad de Investigación de BioBioChile- el producto era traído desde localidades cercanas a la capital del Bío Bío. Quillón, por ejemplo, figura dentro del listado de comunas de donde provenía la mercancía.

—Las vías de comunicación eran cerradas (…) no tenía acceso cualquiera. Era un ‘boca a boca’ entre personas de un determinado círculo —cuenta el fiscal Aravena, persecutor de la Unidad de Drogas de la Fiscalía de Concepción.

Para evitar sospechas de los vecinos, eran contados los clientes que se acercaban presencialmente al departamento ubicado en un moderno edificio de calle Los Reyes en el sector Lonco Ray. Aravena agrega:

—No era un departamento al que llegara cualquiera a golpear y decir ‘me vende unos pititos’. No es el tipo de transacción que ellos realizaban.

Hasta ese lugar, y siempre oculta al interior de una maleta, los jóvenes se turnaban para llevar la droga, revisar su calidad, dosificarla y mezclarla con otra si era necesario.

Para mala fortuna de ellos, no alcanzó a pasar un semestre hasta que fueron descubiertos, pese a las dificultades que representaba una indagatoria de estas características. El fiscal asegura:

—No son casos de común detección y son difíciles de pesquisar en términos investigativos. Por los círculos cerrados en los que operan y con los códigos que funcionan, no son de conocimiento público.

A juicio del persecutor, fue justamente la camioneta de alta gama en la que se movilizaban lo que terminó por delatarlos. Las idas y venidas en el vehículo marca Jeep modelo Cherokee, comenzaron a levantar suspicacias entre los residentes del tranquilo barrio que bordea el río Bío Bío.

—Llamaba la atención primero que el lugar donde se realizaba la actividad de tráfico no es un lugar cotidiano de investigaciones de esta naturaleza. Es un sector más bien acomodado del Gran Concepción (…) y además, usaban un vehículo que usado bordea los $40 millones de pesos. Sin silenciador, para llamar la atención.

Comienzo del fin

Para fines de 2021 lo que ocurría en el quinto piso del edificio “El Tranque” de Lonco Ray era un secreto a voces. Las cámaras de seguridad confirmaban extraños movimientos y un factor común: cada vez que alguno de los nóveles inquilinos llegaba o se iba del lugar, una maleta oscura lo acompañaba. Un viaje no era el motivo, según acreditaría luego el Ministerio Público.

Imagen de una cámara de seguridad del edificio de Lonco donde se traficaba droga.

Captura | Cámara de seguridad

Así, con nombre y apellido, la situación fue denunciada ante la Policía de Investigaciones. Manuel Solar Montecinos, Francisco Montero Suazo y L.B.R.F (el Juzgado de Garantía de Chiguayante prohibió divulgar su identidad) figuraban en el listado de imputados. Los dos primeros, estudiantes -hasta poco antes de iniciar su carrera como dealers- de Ingeniería Comercial en la Universidad San Sebastián (Francisco) y del Desarrollo (Manuel).

La PDI puso en conocimiento al Ministerio Público y comenzó la indagatoria.

De inmediato se dispuso que la Brigada Antinarcóticos y contra el Crimen Organizado (Brianco) de la policía civil realizara las primeras diligencias consistentes en vigilancia, revisión de cuentas bancarias y escuchas telefónicas.

Las escuchas

Según fuentes de la investigación, los ingenieros de la droga evitaban los contactos vía celular. Sabían el riesgo que representaba ser “pinchados”. De ahí que privilegiaran el uso de aplicaciones de mensajería instantánea para comunicarse con proveedores y clientes.

¿El problema? No pudieron evitar las llamadas telefónicas cuando necesitaron tratar materias urgentes.

Así ocurrió, por ejemplo, cuando recibieron reclamos del “Leo”, uno de los sujetos a los que abastecían y quien, a su vez, había recibido críticas de consumidores por una disminución en la calidad del producto.

Manuel: “(Leo) me dijo que le habían devuelto caleta, porque no le había gustado a la gente. Yo le dije que lo intentara rematar al precio más bajo que pudiera él… así que está haciendo eso ahora”.

—L.B.R.F.: “Ya”.

—Manuel: “Porque ya sabe cómo funciona. Así que yo cacho que mañana tipo once o doce partes para allá po’, para hacer las cosas”.

—L.B.R.F.: “Ya, hermano”.

El auto de la discordia

Otra de las conversaciones que fue registrada por los investigadores y expuesta durante la audiencia de formalización del último de los tres implicados, da cuenta de cómo gestionaban el uso del automóvil y los repartos.

Incluso, quedaron registradas discusiones para determinar a quién le correspondía quedarse con el vehículo.

—L.B.R.F.: “Nada… eso en verdad, yo necesito el auto allá”.

—Manuel: “Voy a estar con mi familia, hueón”.

—L.B.R.F.: “Ya, pero ya llevas tres días po’, hueón”.

—Manuel: “Sí”.

—L.B.R.F.: “Ya”.

—Manuel: “Igual si… ¿A qué hora?”

—L.B.R.F.: “Lo voy a necesitar como un día y medio… dos días con cuea”.

—Manuel: “Igual caleta, hueón”.

—L.B.R.F.: Si después no lo ocupo más, como en tres días más y ahí queda listo para tenerlo seis días yo”.

—Manuel: “Ya, a ver… mañana me podría quedar acá en Conce igual”.

—L.B.R.F.: “Viste, si me lo pasas hoy día en la noche mejor, así completo los dos días desde ese día en la noche.

—Manuel: “No puedo, no puedo hoy día… te lo puedo pasar mañana como a mediodía”.

—L.B.R.F. : “Ya”.

—Manuel: “(…) ¿Qué día es mañana? ¿Sábado, viernes? Que me lo pases el sábado en la noche una hueá así… o el domingo temprano”.

—L.B.R.F.: “Y los repartos que salgan los hace el que esté en el auto no más po"”.

—Manuel: “Ya, te lo paso mañana a medio día”.

—L.B.R.F.: “¿Trajiste los ‘G’ de Quillón que te pedí?”.

Imagen del Jeep incautado por la PDI

Jeep en el que se movilizaban “los ingenieros” | PDI

Fuera de lo común

Los investigadores coinciden en que se trata de un caso fuera de lo común. El nivel social de los involucrados y su perfil como estudiantes son muestra de aquello. Así lo reconoce el jefe subrogante de la Brianco penquista, el subprefecto Antonio Jeldres.

—El perfil que tienen es diferente. El vínculo que tienen ellos de amistad, de estudios y del nivel social en el que se mueven es distinto a lo que nosotros vemos en las poblaciones, donde el tráfico es diferente. Llama la atención que estaban super organizados.

De acuerdo al relato del detective, cada integrante de la banda tenía misiones determinadas para permitir el funcionamiento del negocio. Todos lograron también ocultar muy bien sus movimientos ilegales al resto de sus amigos y familiares. El fiscal coincide:

—Los tres operaban como un equipo que se coordinaba en las tareas de recoger los pagos de los compradores, realizar movimientos financieros con los dineros obtenidos por la droga y la repartición de la misma.

Aravena añade:

—Operaban con una lógica basada en sus estudios, con un importante cuidado de cálculo de ganancias, pérdidas y formas de aumentar la ganancia, por ejemplo, aumentando (mezclando) la droga con otra de menor calidad y elementos que, en definitiva, a su juicio aumentar la utilidad a partir de la actividad de tráfico que realizaban”

A principio de este año, y con varios antecedentes como respaldo, se decidió que agentes de la Brianco allanaran el inmueble. Para sorpresa de nadie, al interior del departamento se encontraron más de 4 kilos de marihuana a granel y 868 gramos de la misma sustancia pero dosificada. Aravena concluye:

—La morada era utilizada indistintamente por los tres sujetos como un lugar de residencia circunstancial y claramente como su centro de operaciones. En un lugar en que claramente las condiciones de vigilancia en términos de persecución penal de este tipo de delitos, no es tan común, lo que les permitía pasar desapercibidos.

Imagen de marihuana encontrada en el departamento

Evidencia | PDI

La caída

En la oportunidad se logró la captura de dos de los integrantes, mientras que el tercero decidió entregarse a la justicia a comienzos de este mes.

Todos fueron formalizados por el delito de tráfico ilícito de drogas y por decisión del Juzgado de Garantía de Chiguayante dejados en prisión preventiva al interior del Complejo Penitenciario de Concepción.

En esa condición se mantendrán, de no mediar algún cambio en las cautelares, al menos hasta inicios de mayo, cuando culmine el plazo de investigación otorgado, sin perjuicio de que el mismo se extienda para permitir el desarrollo de más diligencias.

Esto último considerando los potenciales brazos operativos que la banda de ingenieros tendría en la zona para concretar el negocio.

“Es inocente”

La defensa privada del imputado L.B.R.F. accedió a entregar su versión de los hechos a la Unidad de Investigación de BioBioChile. En la conversación, el abogado César Ramírez Burgos enfatizó en la inocencia de su representado.

—Él se presentó voluntariamente al Juzgado de Garantía y hay muchas cosas por aclararse. A él no se le incautó ninguna sustancia ilícita en su poder, ni fue aprehendido en flagrancia como ocurre respecto de los otros imputados (…) él está en un lugar físico distinto a donde se producen las incautaciones.

Además, el defensor subrayó que a su cliente se le imputa la tenencia y posesión de cannabis sativa, destacando la intención que tiene el joven de colaborar con la justicia, pese a que estuvo prófugo de la misma por varias semanas luego de que se decretara en su contra una orden de detención.

—A un mes de incautada esta sustancia a otros sujetos él (L.B.R.F.) voluntariamente se entregó y concurrió al Juzgado de Garantía de Chiguayante que es en definitiva el tribunal que decretó la prisión preventiva.

En la misma línea, Ramírez Burgos subrayó en la inocencia del imputado.

—Nosotros sostenemos la inocencia de nuestro representado en esta causa y es una cuestión que tendrá que dilucidarse al momento de resolverse esto en el respectivo juicio oral (…) en este caso no existe una sentencia, por lo tanto, está totalmente vigente la presunción de inocencia de mi representado.

Respecto de las escuchas telefónicas expuestas por la Fiscalía de Concepción en la audiencia de formalización de L.B.R.F., y en las que el joven de 22 años se muestra involucrado activamente del negocio, el abogado indicó:

—¿Escuchas telefónicas de qué? Es una cuestión que siempre ha sido absolutamente cuestionable por parte de las defensas. No tenemos claridad si esas escuchas telefónicas que se imputan, en este caso a mi representado, efectivamente corresponden a su persona y cuál es el tenor de las mismas que pudiera establecer algún tipo de vinculación en el ilícito que se está investigando.

Por último, Ramírez hizo hincapié en que, a pesar de los hechos contenidos en el expediente judicial, L.B.R.F. podría resultar inocente.

—No son menos los imputados a los que se le atribuye participación en un delito y que a posteriori resultan absueltos de los ilícitos cuando se conoce de las situaciones por el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal.

Contactado por este medio, Juan Muñoz Núñez, abogado del imputado Francisco Montero Suazo, declinó referirse a la investigación. Por su parte, los abogados de Manuel Solar Montecinos no estuvieron disponibles para esta crónica.

Este artículo describe un proceso judicial en curso
Existe la posibilidad de que los cargos sean desestimados al finalizar la investigación, por lo cual NO se debe considerar al o los imputados como culpables hasta que la Justicia dicte sentencia en su contra.
(Artículo 04 del Código Procesal Penal)

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