A comienzos de mes se conoció una denuncia contra el defensor penal público de Monsalve, Víctor Providel. ¿La razón? Se le acusa de haberse comunicado con otro imputado en una arista paralela a la causa por violación que lleva la Fiscalía, para promover, supuestamente, la entrega de material a medios de comunicación que afectaría la integridad de la denunciante del otrora hombre fuerte de La Moneda.

La acción fue encabezada por la abogada María Elena Santibáñez, representante de la denunciante, quien solicitó a la Defensoría Penal Pública que Providel sea removido de la causa.
En paralelo, desde mayo la Fiscalía Centro Norte investiga una arista derivada del caso, en que un ciudadano uruguayo —quien habría tenido una relación sentimental con la denunciante— concurrió a medios de comunicación, acompañado de un amigo, para ofrecer material audiovisual de la vida íntima de la mujer.

La familia de la denunciante tomó conocimiento de la acción y la informó al Ministerio Público. Así, a inicios de mayo, la mujer concurrió a declarar. En su relato explicó cómo y cuándo se enteró de lo ocurrido, así como lo que supo después de la reunión del uruguayo con los medios.

Declaración

En 10 páginas, la denunciante de Monsalve detalla cómo conoció a Nicolás Silva, ciudadano uruguayo que —según la declaración— ingresó de manera ilegal a Chile y mantuvo con ella una relación que habría estado marcada por episodios de violencia y maltrato.

Tras una pelea, relata a la mujer, Silva le confesó que “cuando estaba en la plaza se le acercaron dos asesores de Monsalve a tratar de sacarle información, que uno era medio rubio, alto, y el otro era más bajo, y que le dijeron que cómo podía permitir que una mujer lo dejara en la calle. Entonces le pasaron un número de celular para que llamara. En ese momento me quedé asombrada, con rabia, porque tenía la impresión de que me estaban siguiendo, rodeando a mi núcleo familiar”.

Agrega que días después Silva le comentó que “le estaban tramitando la cédula provisoria de identidad y la licencia de conducir. Me pareció muy extraño por sus antecedentes penales y porque había ingresado al país de manera irregular”, relató la mujer.

“Después de eso, me puse muy nerviosa, tenía certeza de que algo estaba ocurriendo”, añadió.
La relación entre ambos se quebró. Casi dos semanas después, relata que “Nicolás me envió por WhatsApp un contacto de teléfono que le había llamado y quería hablar con él; me dijo que podía ser abogado o asesor. Me pareció extraño que tuviera contactos así si no conocía a nadie en Chile”.

Explica que buscó el nombre en LinkedIn y descubrió que se trataba de un abogado de la Defensoría Penal Pública: “En ese momento decidí llamarlo. Contestó y le pregunté si era Eduardo Vargas; me dijo que sí. Le consulté cuál era el objetivo de contactarse con Nicolás Silva, y le mencioné el caso Monsalve. Me respondió: ‘ah, sí, sí’. Le dije: ‘tú hablas con la víctima, ya sé lo que estás haciendo y ya tengo tus datos’. Él contestó que no sabía nada y que no había visto nada”.

Sobre la reunión del uruguayo con medios de comunicación, indicó: “El contacto con Nicolás terminó el martes 29 de abril, porque fue a Chilevisión a ofrecer grabaciones, audios y fotografías mías y de mis papás. Dio un monto para que le pagaran, pero el canal se negó. Luego le escribí que sabía que andaba pidiendo plata en los canales ofreciendo los registros y que la justicia se iba a hacer cargo de todo lo que hizo y estaba haciendo”.

Defensoría

Radio Bío Bío preguntó a la Defensoría Penal Pública para saber en que estaba la investigación, si es que la abogada Santibañez había presentado la denuncia, y si la conversación de la denunciante con el defensor penal público realmente existió.

Pero desde la Defensoría a pesar de recibir las preguntas, comunicaron que no se refererían al tema.