—Pasado unos minutos, se comunica vía radial con nosotros don César Osorio, manifestando que estaba herido y que fuéramos a prestarle auxilio.
Así reza la declaración de uno de los testigos del homicidio de Manuel León Urra (60), patrullero forestal que fue asesinado a balazos la noche de este sábado, durante una emboscada al interior de una faena maderera en Victoria.
Su testimonio es pieza importante de la indagatoria que lidera la Fiscalía Regional de La Araucanía, para dar con los responsables del ataque que también dejó herido de gravedad al acompañante del fallecido, César Osorio (50).
Hasta ahora, ninguna línea investigativa ha sido confirmada o descartada por el Ministerio Público, pero hay dos que toman fuerza. La primera corresponde a un intento de robo de la camioneta. La segunda, un ataque planificado y organizado contra los empleados como una “demostración de fuerza”.
Disparo a la sien
De acuerdo a información recabada por la Unidad de Investigación de Bío Bío, los hechos se remontan a eso de las 22:20 horas, cuando Carabineros fue alertado de un ataque armado en el Fundo Los Prados, en el sector Selva Oscura. Se trata —según comentan fuentes conocedoras de la materia— de un predio donde la CMPC realiza faenas de cosecha y de transporte forestal.
Fue precisamente en el retén que está emplazado en ese lugar, donde funcionarios policiales aguardaron la llegada de efectivos de la Unidad de Control de Orden Público (COP), para enfilar en conjunto hacia el sitio del suceso.
Así, al poco andar por la Ruta R-823, el convoy policial se detuvo a la altura del kilómetro 7, donde los uniformados divisaron una camioneta Nissan Navara, gris. En su interior, estaba el cuerpo de Manuel León Urra (60).
Le habían disparado en la sien.
La experiencia investigadora
Las diligencias del Ministerio Público comenzaron casi de manera inmediata. La fiscal de turno instruyó la concurrencia de personal del OS9 y del Labocar para dar inicio al trabajo investigativo. Se trata del mismo equipo con el que el fiscal regional de La Araucanía, Roberto Garrido Bedwell, consiguió identificar a los responsables del triple homicidio de los carabineros Carlos Cisterna Navarro, Sergio Arévalo Lobo y Misael Vidal Cid, ocurrido el año pasado en Cañete.
En su intervención de esta mañana, el propio persecutor destacó que este es un grupo “con experiencia” y que “ha trabajado en otras investigaciones complejas”. Eso —dijo Garrido— “nos permite hoy trazar algunas líneas de investigación en relación con el abordaje violento que sufrieron los trabajadores forestales, por parte de personas que estaban dotadas de armas de fuego, incluso de grueso calibre”.
Según comentan conocedores de la interna, el equipo de investigadores estará liderado por el fiscal de Alta Complejidad, Héctor Leiva, quien conoce al dedillo las operaciones de grupos violentos de la zona y que trabajó, por ejemplo, en la investigación contra la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM) y Héctor Llaitul.
La declaración
Una de las primeras declaraciones recogidas por los investigadores en el destacamento policial de Selva Oscura corresponde a la de un colega de las víctimas, quien también trabaja como guardia al interior de las faenas forestales.
—El día de hoy [sábado] siendo las 22:007 horas (…) escucho una ráfaga de tiros distante a unos 800 metros de la Ruta R-823 —partió contando el celador, quien se contactó rápidamente con el resto de sus compañeros para saber qué estaba sucediendo.
La respuesta llegó en voz de una de las víctimas: César Osorio les solicitaba ayuda. Había recibido tres balazos.
—Se comunicó vía radial con nosotros, manifestando que estaba herido y que fuéramos a prestarle auxilio. Yo me trasladé de forma inmediata al lugar (…) Al abrir la puerta del copiloto en la camioneta, se encontraba don Manuel León, con su rostro al parecer con un impacto balístico a la altura de la sien y agonizando.
¿Calibre de guerra?
Según contó el trabajador, rápidamente se movió hasta el sector Alto Quino, donde logró llamar a Carabineros y la ambulancia. El SAMU, sin embargo, sólo pudo constatar su deceso. Manuel murió en el lugar.
De acuerdo a un registro audiovisual, captado por una cámara instalada al interior de la camioneta de las víctimas, los patrulleros forestales fueron emboscados por al menos cuatro desconocidos.
Fuentes conocedoras de las diligencias detallan que todos ellos estaban equipados con armas de variado poder de fuego. Desde pistolas de puño (con la que habrían asesinado al trabajador) hasta fusiles.
Una de las municiones que ya fue identificada corresponde a una percutada por un arma de caza mayor, calibre 308. De acuerdo a los mismos consultados, se trata de una bala equivalente a una 7.62. Esta última, una munición de guerra.
“El calibre del arma que se utiliza es un calibre comercial, no corresponde a un armamento de guerra propiamente tal, pero tiene características similares”, detalla el fiscal Garrido.
Ataque a las personas
Si bien en su vocería de esta mañana el persecutor evitó inclinarse por alguna teoría, sí aseveró que las primeras diligencias apuntan a un ataque “coordinado” y “planificado”.
“Respecto de la motivación que tuvieron estas personas, es algo obviamente que está todavía en un nivel de hipótesis. Podemos especular sobre diferentes razones que habrían tenido estas personas para atacar a las víctimas. Esto es parte de la investigación, no descartamos ninguna de ellas: podría ser un intento de sustracción de la camioneta o directamente atacar a los trabajadores forestales como una demostración de fuerza”, aseveró Garrido.
El jefe del Ministerio Público en la zona afirmó también que “lamentablemente en los últimos tiempo se ha visto que la violencia se ha focalizado en el ataque a personas”, luego de autoridades propinaran fuertes golpes a negocios ilícitos que eran explotados por el crimen organizado. Entre ellos, “la sustracción de madera y la plantación de sustancias psicotrópicas”.
“Esto ha derivado en el ataque directamente a las personas para hacerse de sus bienes y en hacer este tipo de demostraciones de fuerza”, planteó.
Hasta el cierre de esta edición, César Osorio, el trabajador que sobrevivió al ataque, se encuentra grave, pero estable y fuera de riesgo vital. Ninguna organización se ha atribuido el ataque.
“En estos momentos estamos realizando varias diligencias, no solo de peritajes al vehículo, sino que también en el sitio del suceso con el propósito de avanzar prontamente en la identificación de las personas involucradas”, sentenció Garrido.