Visita a vivero de Tomé busca potenciar conocimientos comunitarios para la conservación del Queule

Una nueva jornada de buenas prácticas en torno al queule se desarrolló en el Vivero Comunal de Tomé, destinadas a personas que viven en cercanías de relictos de queule que trabajan en esta área o bien para aquellas personas que de manera desinteresada se han volcado hacia la protección de esta especie, por su importancia para nuestra biodiversidad y tomando en cuenta la afectación de algunas poblaciones de este árbol durante los pasados incendios forestales.

Cerca de una veintena de personas se dieron cita en esta jornada a cargo de Ricardo Cuevas, quien posee un gran conocimiento acerca de este fósil viviente gracias al trabajo que desde hace décadas realiza con esta especie, dedicando arduos esfuerzos en esta materia.

Así, gracias a su trabajo a lo largo de los años ha podido viverizar con éxito las semillas del particular árbol, por lo que la jornada de buenas prácticas dio como resultado un importante traspaso de conocimientos.

Entre los asistentes a la actividad participaron personas pertenecientes a la agrupación Salvemos el Santuario Península de Hualpén, además de funcionarias que están dedicadas al cuidado del vivero del parque Pedro del Río Zañartu, quienes han demostrado gran interés por viverizar queules, tarea en la que han obtenido cierto nivel de éxito, por lo que la actividad en el Vivero Municipal de Tomé, según sus palabras, resultó muy útil y donde valoraron los conocimientos entregados por Ricardo Cuevas.

Por su parte, María Cecilia Jiménez, profesional del Área de Recursos Naturales de la Seremi de Medio Ambiente de Biobío,expresó que la realización de actividades como la visita al Vivero Municipal de Tomé “representan el impulso para continuar cada vez con mayor número de jornadas de buenas prácticas, sensibilizando a las personas para cuidar de nuestras especies nativas”.

Asimismo agregó que estas instancias potencian la adquisición de capacidades y la transferencia de conocimientos para formar nuevas generaciones y propagar especies nativas, plantarlas y cuidar de ellas, por lo que sostuvo: “esperamos, como Seremi del Medio Ambiente, que estas actividades no sólo potencien lo mencionado, sino que también sean agradables, logren generar vínculos entre distintos grupos de personas y se formen redes en torno a la conservación de nuestras especies nativas, en este caso del queule”, puntualizó.

Este trabajo retoma el camino iniciado hace unos años por el proyecto GEF Especies Amenazadas, sumando así esfuerzos para dar a conocer, proteger y conservar las pequeñas poblaciones de queules que existen en la zona centro sur del país.

Uno dato adicional es que uno de los factores que han complicado la restauración con esta especie, es el complejo proceso de viverización del queule. Aunque hay buenas experiencias en la etapa de germinación de las semillas, por razones que aún no se conocen bien, muy pocas plántulas prosperan ni logran establecerse.