A menos de tres meses de la elección presidencial, las palabras del presidente de Renovación Nacional, Rodrigo Galilea, volvieron a dejar al descubierto la fractura de la derecha: “Si (José Antonio) Kast llega a La Moneda, deberá gobernar con sus propios cuadros”, advirtió el timonel, marcando distancia de un eventual gobierno republicano.

La frase cayó como un balde de agua fría en la campaña de Kast, que hasta ahora intenta proyectar unidad y amplitud.

Esto sumado a los dichos del senador Felipe Kast (Evópoli), quien durante el fin de semana criticó la forma en la que los republicanos hacen política, señalando, además, que no le gustaría que su partido fuese parte de un gobierno de José Antonio Kast, su tío.

Ante esto, el abanderado respondió con dureza, asegurando que no tiene sentido adelantar vetos cuando todavía no hay resultados, cuando aún no se gana la elección. En esa línea, destacó que lo prioritario es derrotar al actual gobierno y a “la candidata de la continuidad”.

Respecto a los cuestionamientos sobre su eventual falta de equipos, Kast puso sobre la mesa el trabajo la think tank, “Ideas Republicanas”, y ofreció todos los insumos programáticos para el futuro gobierno opositor, insistiendo en que Chile atraviesa una crisis que requerirá de unidad y de un verdadero “gobierno de emergencia”.

Pero, eso no es todo, ya que el republicano recordó su propia experiencia en 2017, cuando, tras quedar fuera en primera vuelta, se cuadró con Sebastián Piñera sin pedir nada a cambio: “Fuimos a respaldar a Piñera sin condiciones, solo con el compromiso de derrotar a la izquierda”, dijo, planteando que ese debe ser nuevamente el espíritu.

Asimismo, desde su entorno, Arturo Squella, presidente de Republicanos, fue más tajante y calificó como un “mal timing” los dichos de Galilea, justo en la jornada en que Bernardo Fontaine —exconvencional electo en cupo RN— se sumaba al equipo programático de Kast. Así, para Squella, lo esencial no es la repartición de cargos, sino convocar a quienes quieran trabajar en sacar a la izquierda del poder.

Por su parte, el diputado Miguel Mellado, quien renunció a RN precisamente para apoyar a Kast, también salió a marcar diferencias con su expartido, lamentando las palabras de Galilea. Además, acusó “egoísmo” en la dirigencia de RN, asegurando que esa postura no conecta con las bases del sector.

En tanto, en Chile Vamos respaldaron a su dirigente. Esto porque es parte de la estrategia del comando de Evelyn Matthei el diferenciarse de Kast y -a tres meses de la elección- entregar su apoyo al republicano, considerando las encuestas, es leído como una forma de dar la carrera por perdida.

De hecho, el jefe de bancada RN, Frank Sauerbaum, advirtió que definir la entrada a un eventual gobierno republicano no es una decisión que pueda tomar solo una directiva. Por su parte, la diputada Ximena Ossandón recalcó que lo mínimo que se le puede exigir a un candidato presidencial es mostrar los equipos con los que gobernaría.

La UDI, en tanto, buscó mostrar una posición de mayor cohesión. El diputado Juan Antonio Coloma insistió en que su partido está convencido de que Matthei pasará a segunda vuelta, pero advirtió que, si no ocurre, será responsabilidad de todos apoyar al candidato opositor que logre imponerse.

Consultada por esta controversia, la candidata presidencial de Chile Vamos, Evelyn Matthei, dio la misma repuesta que hace meses. No solo evitó responder directamente si su sector se plegaría a un eventual gobierno republicano, sino que afirmó estar convencida de que será ella quien llegue al balotaje.

Sumado a todo lo anterior, las palabras de Rodrigo Galilea, quien señaló que un eventual gobierno de Kast “tendrá que recurrir a los cuadros de (Johannes) Kaiser”, fueron rápidamente recogidas por el propio líder del Partido Nacional Libertario.

El diputado interpretó la frase como un reconocimiento explícito a la preparación de su colectividad y aseguró que aquello refuerza su candidatura. Pese a ello, se restó de la polémica y dijo que esa pelea no le compete.

Sin embargo, por más que Kaiser se haya restado, Ivette Avaria también lanzó sus dardos contra los republicanos. La esposa del candidato libertario criticó al partido de Kast y aseguró que su marido tiene “consecuencia política” como no la han tenido los republicanos, quienes criticaron la nueva Constitución y luego fueron protagonistas de un proceso, perdiendo muchos militantes por eso.