Durante las últimas semanas, se conocieron antecedentes que mantienen preocupadas a las diferentes autoridades del país: funcionario: los casos de ahora exfuncionarios de las Fuerzas Armadas vinculados a operaciones del narcotráfico.

Y es que, en marzo del año pasado, la fiscal de Tarapacá, María Trinidad Steinert, levantó las alertas ante los grupos del crimen organizando. De hecho, ella ya había advertido que eran una “amenaza real”.

Lo anterior, considerando que la principal vía de ingreso es la frontera norte del país. Por esto, Steinert esperaba que no nos viéramos lamentando que funcionarios públicos comiencen a ser “parte de estas bandas” de crimen organizado, ya que “ahí la situación se torna de otro color”.

Sin embargo, pasaron los meses y se conocieron hechos que preocupan a todos. Uno de ellos está ligado al Ejército y due calificado como el más grave que “hemos tenido”.

Se trata de los siete exsuboficiales del Ejército que montaron una caravana de vehículos para trasladar por tierra más de 150 kilos de cocaína y 30 kilos de pasta base.

Otro de los casos que estremeció a las Fuerzas Armadas está radicado en la Fuerza Aérea, donde cinco exfuncionarios intentaron trasladar ketamina, droga vinculada principalmente al Tren de Aragua, según autoridades.

A esto se suma otro hito, vinculado a Carabineros: los 14 funcionarios de Huara, acusados de extorsionar a camioneros bolivianos.

Frente a estos hechos, el fiscal Nacional, Ángel Valencia, señaló, por ejemplo, que “son síntomas de un fenómeno que puede presentarse, que sabíamos que podría ocurrir”.

Asimismo, añadió que, considerando la actividad criminal que se produce en la frontera norte, con el narcotráfico y las funciones que hoy cumplen las Fuerzas Armadas en la zona, parece ingenuo pensar que esto nunca iba a ocurrir.

La preocupación por podible irrupción del crimen organizado en las FF.AA.

Ante los casos mencionados, surgen diferentes interrogantes: ¿Cuál es la dimensión de la penetración del crimen organizado en las instituciones de Chile?, ¿es un camino sin retorno? Son algunas de ellas.

De esta manera, hay múltiples análisis, considerando la gravedad de la situación. Por ejemplo, el exministro del Interior, Rodrigo Delgado, fue crítico con la estrategia de inteligencia actual y afirmó que “no da el ancho” respecto a las nuevas técnicas y estrategias que tiene el crimen organizado.

Por otra parte, la semana pasada, el Presidente Gabriel Boric se reunió con todos los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas, y con los ministros del Interior, Álvaro Elizalde; de Seguridad; Luis Cordero; y de Defensa, Adriana Delpiano.

Tras la instancia, la titular de Defensa sostuvo que “se van a aumentar las medidas de control para que esto realmente no permee, y no nos pase lo que le ha pasado a otros países”.

En ese sentido, detalló que se aumentarán los controles internos en las instituciones para detectar conductas ilícitas; se fortalecerá con mayor dotación de personal a las unidades de inteligencia y contrainteligencia; se aumentará el número de oficiales que están desempeñándose en la zona norte del país; y se rotará al personal que cumple funciones en las zonas fronterizas.

Asimismo, se reforzarán las revisiones al personal y la carga que transita en aviones institucionales, los que estarán sometidos a los mismos controles que se utilizan en la aviación comercial.

Sin embargo, estas medidas no son suficientes, para quienes ven con preocupación lo que está ocurriendo. Así lo mencionó el abogado y exministro de Justicia y de Defensa, José Antonio Gómez, quien enfatizó que se debe generar una estrategia de inteligencia coordinada, con la creación del Estado Mayor Conjunto de Seguridad liderado por el presidente de la República.

En tanto, desde la comisión de Seguridad Ciudadana, el diputado republicano y presidente de la instancia, Cristián Araya, afirmó que esta situación se debe entender como un problema sistémico que da cuenta de la precariedad laboral con la que se desempeñan las Fuerzas Armadas en la zona norte del país.

Por su parte, la senadora e integrante de la comisión de Seguridad Pública, Paulina Vodanovic (PS), remarcó que lo esencial es fortalecer la contrainteligencia al interior de estas instituciones, y que el proyecto que busca modernizar el sistema de Inteligencia del Estado no se hace cargo de eso.

Por otra parte, algunos expertos en seguridad han apuntado a que la clave para combatir el crimen organizado es la contrainteligencia, ya que gracias al trabajo de control interno se pudo identificar a los exfuncionarios del Ejército.

Sin embargo, sigue preocupando el hecho de que estas personas tenían información estratégica y esencial. Así, también, continúan las incógnitas sobre puntos fundamentales: ¿Hacia dónde se dirigían?, ¿a quiénes le iban a entregar la droga?.

En medio de ese contexto, el especialista en seguridad y académico de la Universidad de Santiago, Diego Hernández, dejó en claro que -para prevenir estas situaciones en el futuro- es necesario un estricto control de antidoping y test de drogas, para quienes se encargan de fiscalizar y vigilar el tráfico de sustancias ilícitas.

De esta forma, entre algunos expertos ya hablan de que Chile está en una fase “predatoria”. Pero, otros creen que en fase “intermedia”.

Así las cosas, durante esta jornada, la comisión de Constitución del Senado sesionará -en forma secreta- con la presencia de los comandantes en jefe de las FF. AA.