"Invitado de piedra": críticas por la presencia de Miguel Crispi en comisión de AC de Carlos Montes

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Molestía en el Socialismo Democrático la presencia del jefe del segundo piso de La Moneda, Miguel Crispi, en la comisión de la acusación constitucional contra el ministro de Vivienda, Carlos Montes.

Fueron cerca de 70 minutos pocos productivos de acuerdo a los asistentes la intervención de Crispi. Inconsistente, incómodo y con pocos antecedentes nuevos para lo que termine ocurriendo el día jueves en el Congreso.

No contestó nada fuera de las injerencias de su cargo ni tampoco por el propósito de la acusación constitucional. En ella mantuvo lo que dijo cuando asistió a la comisión investigadora hace dos meses: informar a la exsubsecretaria Tatiana Rojas del rumor que terminó generando el “Caso Convenios”.

“La palabra rumor hace alusión a una información incompleta, había un rumor que, Daniel Andrade a través de una fundación tenía una relación con la Seremi de Antofagasta”, señaló Miguel Crispi.

Cristían Labbe, diputado de la UDI y quien invitó a Crispi, reconoce que es complicada la aprobación: “Es complejo que se gané, hay que salvar a Montes para mantener las dos almas del gobierno”.

Desde el Socialismo Democrático, hubo también críticas contra el jefe de asesores. Entre ellas que aceptara tan rápido esta invitación cuando costó que asistiera a la comisión investigadora.

Jaime Naranjo, en conversación con Radio Bío Bío, calificó de inoportuna su presencia y que no aportó nada: “Fue un invitado de piedra. (La derecha) fue más hábil que los de La Moneda, le insinuaron que viniera. Hoy era relevante la defensa de Montes, lo terminó siendo el señor Crispi”.

Estás críticas del diputado oficialista despertaron las dudas de Tomás Mosciatti: “Jaime Naranjo está muy enojado. Que llame a Alvaro Elizalde, expresidente de su partido y el ministro que mantiene las relaciones con el Congreso. ¿Por qué se enoja tanto? No entiendo tanto el enojo.

Revisa todos los detalles en la nota completa.

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Molestía en el Socialismo Democrático la presencia del jefe del segundo piso de La Moneda, Miguel Crispi, en la comisión de la acusación constitucional contra el ministro de Vivienda, Carlos Montes.

Fueron cerca de 70 minutos pocos productivos de acuerdo a los asistentes la intervención de Crispi. Inconsistente, incómodo y con pocos antecedentes nuevos para lo que termine ocurriendo el día jueves en el Congreso.

No contestó nada fuera de las injerencias de su cargo ni tampoco por el propósito de la acusación constitucional. En ella mantuvo lo que dijo cuando asistió a la comisión investigadora hace dos meses: informar a la exsubsecretaria Tatiana Rojas del rumor que terminó generando el “Caso Convenios”.

“La palabra rumor hace alusión a una información incompleta, había un rumor que, Daniel Andrade a través de una fundación tenía una relación con la Seremi de Antofagasta”, señaló Miguel Crispi.

Cristían Labbe, diputado de la UDI y quien invitó a Crispi, reconoce que es complicada la aprobación: “Es complejo que se gané, hay que salvar a Montes para mantener las dos almas del gobierno”.

Desde el Socialismo Democrático, hubo también críticas contra el jefe de asesores. Entre ellas que aceptara tan rápido esta invitación cuando costó que asistiera a la comisión investigadora.

Jaime Naranjo, en conversación con Radio Bío Bío, calificó de inoportuna su presencia y que no aportó nada: “Fue un invitado de piedra. (La derecha) fue más hábil que los de La Moneda, le insinuaron que viniera. Hoy era relevante la defensa de Montes, lo terminó siendo el señor Crispi”.

Estás críticas del diputado oficialista despertaron las dudas de Tomás Mosciatti: “Jaime Naranjo está muy enojado. Que llame a Alvaro Elizalde, expresidente de su partido y el ministro que mantiene las relaciones con el Congreso. ¿Por qué se enoja tanto? No entiendo tanto el enojo.

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