La Junta Nacional de la Democracia Cristiana ratificó a Alberto Undurraga como presidente del partido, tras una jornada de dos días marcada por los conflictos internos de la colectividad.
La mesa directiva hizo un llamado a procesar las discrepancias, luego que el diputado Miguel Ángel Calisto renunciara al colectivo, y un grupo de 70 militantes se declararon en reflexión.
Se esperaba en la Junta Nacional de la Democracia Cristiana una instancia para mejorar el clima interno del partido, pero los conflictos internos se acentuaron durante los dos días en que se extendió el cónclave.
La renuncia del diputado Miguel Ángel Calisto, el estado de reflexión de 70 militantes, y jornadas en las que sólo la mesa directiva se reunió de manera presencial, y el resto por zoom, junto a un llamado por parte del presidente, Alberto Undurraga a generar mejores condiciones de clima interno marcaron el fin de semana; sobretodo la jornada del día domingo.
En un encuentro que terminó a eso de las 9 de la noche, Undurraga llamó al partido a procesar las diferencias y resaltó la importancia de consensuar un mensaje nítido frente a las demandas ciudadanas.
Todo se enmarca en la crisis interna que ha afectado al partido, con la renuncia de militantes históricos como Ximena Rincón, Matías Walker, Claudio Orrego e Ignacio Walker, entre otros.
La carta donde 70 militantes se manifestaron en reflexión sobre su permanencia en la falange apuntaba, entre otras razones, a que el Tribunal Supremo del partido impulsó la Junta pese a que ya no se encontraba vigente, según lo establecido por el Servicio Electoral.
Por esta razón, uno de los que salió de la reflexión y tomó acción fue el diputado Miguel Ángel Calisto, quien renunció al partido lanzando duras críticas a la mesa directiva.
La mayoría de los descolgados son parte de la disidencia de la DC, que apoyaron al Rechazo en el plebiscito constituyente. Entre ellos, la vicepresidenta del partido Joanna Pérez, quien adelantó futuras renuncias de militantes a la DC.
En ese grupo también se contaría al expresidente de la falange, Fuad Chahín, quien tiene su militancia suspendida por el propio Tribunal Supremo, tras explicitar su apoyo al Rechazo.
Chahín aseguró que el partido alcanzó un nivel insalvable de descomposición, y lanzó sus críticas a la gestión de Undurraga, por validar las irregularidades de la mesa directiva anterior.
A pesar de las acusaciones contra Undurraga, en el Voto Político de la Junta Nacional se expresó un respaldo del 68% que lo ratificó como presidente, con un total de 253 votos válidamente emitidos.