El Gobierno llamó a debatir Reforma Previsional con pragmatismo y defendió el seguro social

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El Gobierno llamó al Congreso a debatir la Reforma Previsional con pragmatismo y defendió la creación de un seguro social, con el fin de corregir las desigualdades del Sistema de pensiones.

Expertos reconocieron que el proyecto acerca a Chile a estándares internacionales, aunque ya exista un componente solidario financiado con impuestos generales.

Aunque hay bastantes consensos en una discusión que lleva varios años en Chile, todavía la discusión técnica sobre el sistema de pensiones no se ha agotado, y aún no conocemos todos los detalles del nuevo modelo que está proponiendo el Gobierno de Gabriel Boric.

¿Qué se conoce hasta ahora? Los grandes ejes del proyecto, que contemplan un cambio en la estructura del modelo. Un modelo donde la base solidaria seguirá siendo la PGU, que incluso se pretende aumentar hasta 250 mil pesos, a través de la Reforma Tributaria.

El segundo pilar seguirá siendo la capitalización individual, con un aporte del 10,5% de cada trabajador, que podrá ser administrado o por un inversionista estatal, o por un inversionista privado.

Es decir, se terminan las AFP como las conocemos hasta ahora, pues sólo estarán dedicadas a gestionar inversiones, y el resto de las atribuciones en la gestión de los fondos, pasan a otro ente estatal.

La segunda gran modificación de este proyecto: un 6% de cotización adicional, que -en este caso- irá a una cuenta de “seguro social”, un componente solidario pero con lógica contributiva.

El economista David Bravo, director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales UC, señala que este modelo nos acerca a los estándares internacionales en cuanto a nivel de cotizaciones, pero que Chile ya dejó atrás lo extremo y está partiendo de la base de un sistema mixto.

Que Chile requiere mayores cotizaciones no está en discusión, el estándar OCDE es de 18% y con esto llegamos a 16,5%, pero el mayor acuerdo en su momento fue de 3% a solidaridad y 3% a capitalización.

En este caso, el seguro social que se propone es un sistema de reparto, que toma elementos del ahorro individual y los reconoce para calcular el aporte que cada trabajador recibirá en su pensión.

En términos proporcionales, un 70% del aporte individual volvería a las cuentas, un 30% sería reparto general, donde además se aplicarán correcciones por género, labores de cuidado o maternidad.

Por eso, los pensionados de ingresos más bajos siempre serán mayormente beneficiados. El ministro de Hacienda, Mario Marcel defendió esta lógica, pidió pragmatismo y dijo que, profundizando el ahorro individual, no se corrigen las desigualdades del sistema.

La lógica del seguro social se conoce como cuentas nocionales, que funciona tomando parámetros de referencia para calcular el aporte que llegará a cada cuenta al final del día.

Así lo explica Elisa Cabezón, economista y directora ejecutiva del Observatorio Perspectivas, quien además explica que este modelo fue creado en países como Suecia, Polonia y Noruega, justamente para salir del sistema de reparto.

Sin embargo, a su juicio, en Chile esto pierde sentido, teniendo la Pensión Garantizada Universal.

Una visión similar, y es algo que han comentado en la oposición, la manifestó el exministro de Hacienda, Ignacio Briones quien dijo que la importancia de un componente solidario no está en duda, pero sí hay que discutir la fórmula.

A su juicio, la cotización con cargo al empleador sigue siendo un saldo que pagan los trabajadores, y vale la pena discutir si una fórmula más adecuada es el financiamiento de la PGU.

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El Gobierno llamó al Congreso a debatir la Reforma Previsional con pragmatismo y defendió la creación de un seguro social, con el fin de corregir las desigualdades del Sistema de pensiones.

Expertos reconocieron que el proyecto acerca a Chile a estándares internacionales, aunque ya exista un componente solidario financiado con impuestos generales.

Aunque hay bastantes consensos en una discusión que lleva varios años en Chile, todavía la discusión técnica sobre el sistema de pensiones no se ha agotado, y aún no conocemos todos los detalles del nuevo modelo que está proponiendo el Gobierno de Gabriel Boric.

¿Qué se conoce hasta ahora? Los grandes ejes del proyecto, que contemplan un cambio en la estructura del modelo. Un modelo donde la base solidaria seguirá siendo la PGU, que incluso se pretende aumentar hasta 250 mil pesos, a través de la Reforma Tributaria.

El segundo pilar seguirá siendo la capitalización individual, con un aporte del 10,5% de cada trabajador, que podrá ser administrado o por un inversionista estatal, o por un inversionista privado.

Es decir, se terminan las AFP como las conocemos hasta ahora, pues sólo estarán dedicadas a gestionar inversiones, y el resto de las atribuciones en la gestión de los fondos, pasan a otro ente estatal.

La segunda gran modificación de este proyecto: un 6% de cotización adicional, que -en este caso- irá a una cuenta de “seguro social”, un componente solidario pero con lógica contributiva.

El economista David Bravo, director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales UC, señala que este modelo nos acerca a los estándares internacionales en cuanto a nivel de cotizaciones, pero que Chile ya dejó atrás lo extremo y está partiendo de la base de un sistema mixto.

Que Chile requiere mayores cotizaciones no está en discusión, el estándar OCDE es de 18% y con esto llegamos a 16,5%, pero el mayor acuerdo en su momento fue de 3% a solidaridad y 3% a capitalización.

En este caso, el seguro social que se propone es un sistema de reparto, que toma elementos del ahorro individual y los reconoce para calcular el aporte que cada trabajador recibirá en su pensión.

En términos proporcionales, un 70% del aporte individual volvería a las cuentas, un 30% sería reparto general, donde además se aplicarán correcciones por género, labores de cuidado o maternidad.

Por eso, los pensionados de ingresos más bajos siempre serán mayormente beneficiados. El ministro de Hacienda, Mario Marcel defendió esta lógica, pidió pragmatismo y dijo que, profundizando el ahorro individual, no se corrigen las desigualdades del sistema.

La lógica del seguro social se conoce como cuentas nocionales, que funciona tomando parámetros de referencia para calcular el aporte que llegará a cada cuenta al final del día.

Así lo explica Elisa Cabezón, economista y directora ejecutiva del Observatorio Perspectivas, quien además explica que este modelo fue creado en países como Suecia, Polonia y Noruega, justamente para salir del sistema de reparto.

Sin embargo, a su juicio, en Chile esto pierde sentido, teniendo la Pensión Garantizada Universal.

Una visión similar, y es algo que han comentado en la oposición, la manifestó el exministro de Hacienda, Ignacio Briones quien dijo que la importancia de un componente solidario no está en duda, pero sí hay que discutir la fórmula.

A su juicio, la cotización con cargo al empleador sigue siendo un saldo que pagan los trabajadores, y vale la pena discutir si una fórmula más adecuada es el financiamiento de la PGU.