Anunciando el fin de las AFP en 24 meses, el Pdte. Boric presentó Reforma a Sistema de Pensiones

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Anunciando el fin de las AFP en 24 meses, el Presidente Gabriel Boric, presentó en cadena nacional la nueva Reforma al Sistema de Pensiones.

El modelo mixto crea dos entidades públicas a cargo del pago y la administración de los fondos y habrá libertad de elección, solo en el uso del componente individual.

16 minutos con 4 segundos duró la cadena nacional del Presidente Gabriel Boric, en que presentó al país el nuevo sistema de pensiones, con el cual busca cumplir una de sus promesa de campaña cuando dijo: Las AFP en esta reforma, se terminan.

El mandatario -que el discurso estuvo enfocado en hablarle en varios capítulos a los jóvenes ya que les decía que sus padres y abuelos serían beneficiarios- anunció las bases de un sistema que será mixto e intrageneracional, permitiendo eso sí la creación de Inversores Privados, o sea, sociedades anónimas con la misión exclusiva de gestionar las cuentas de capitalización individual que reportaran a un ente público.

En esto, Boric aclaró que esa administración es del 10,5% de cotización de los afiliados, el que será heredable. El 6% adicional que se crea en la reforma no heredable, con cargo al empleador, solo podrá ser invertido por el Estado, a través de un ente que el Presidente calificó como ‘autónomo, público, moderno y eficiente’.

Gabriel Boric fue enfático en reapropiarse de la ‘libertad de elección’, concepto que está en el centro de las críticas de la reforma: La nueva administración estatal será con libertad absoluta de los fondos que actualmente tienen los cotizantes y aumentará -según dijo- la competencia en el sector.

En medio de esto, claro está, terminan las AFP.

Como está planteado, el 6% de cotización adicional tendrá un fin solidario, pero el desglose es necesario explicarlo: Del total de ese 6%, el 30% será un reparto plano para todos los pensionados, es decir intergeneracional como lo propuso Bachelet y Piñera en sus reformas que no vieron la luz en su momento. El otro 70%, irá a un registro nocional, que estima según el tiempo trabajado del pensionado un monto individual y que también favorecerá a mujeres.

La gradualidad está presente en dos elementos: Este 6% será pagado aumentando anualmente un 1% por 6 años. Dicho de otra forma, el Estado financiará la diferencia partiendo el primer año con un 5% de aporte, hasta llegar en el sexto, a cero.

También aumentará gradualmente la Pensión Garantizada Universal que creó el gobierno anterior. Desde los 193 mil actuales llegará a los 250 mil, aumentando en casi un 30%, pero con una salvedad importante: Este aumento depende de la aprobación de la Reforma Tributaria.

Alberto Undurraga, Presidente de la Comisión de Trabajo de la Cámara Baja, valora estos principios y recuerda que la discusión del uso del 6% será clave en el parlamento.

La oposición se aproxima con ojo crítico y dice que lo mínimo es que haya libertad para elegir entre un sistema privado y público y al contrario de lo que dice la reforma, que esto también aplique para el 6% adicional.

Apuntan que se comete un error al asignarle un rol a un Instituto de Previsión Social ‘modernizado’, recordando que deberá pagar pensiones a 8 millones de personas y actualmente tuvo problemas para pagar la PGU a solo 600 mil.

En la derecha creen que con el aumento de la PGU no es necesario aumentar el 6 por ciento y se le sigue cargando la mano al mundo laboral, y lo más importante, la mayoría es de la idea de que los sistemas de reparto son un fracaso y una fijación ‘ideológica’ de La Moneda.

El jefe de bancada de la UDI, e integrante de la Comisión de Trabajo del senado, Iván Moreira, dijo que la cadena nacional fue un discurso de buenas intenciones que deja ‘un justificado temor’ a la letra chica. El gremialista plantea sus preguntas.

En lo político, el oficialismo defiende los diálogos tripartitos que por meses permitieron elaborar esta reforma y recuerdan que el gobierno hizo bien en retrasar su ingreso para seguir conversando con los parlamentarios.

En la oposición, consideran que ese trabajo se quedó corto y que el ejecutivo simplemente, no cedió.

Diego Ibañez de Convergencia Social y Frank Sauerbaum de RN, ambos en la comisión de trabajo, muestran sus distantes posiciones.

Gabriel Boric mostró un ejemplo matemático para mostrar las posibles bondades de la reforma: Una mujer o un hombre que cotizó aproximadamente la mitad de su vida laboral con 400 mil pesos, recibe una pensión de 257 mil y 268 mil respectivamente. Con la reforma aumentarían a 390 mil ambos y en el caso de las mujeres sería un aumento mayor al 50%.

En tanto, el Seguro Social que comprende la creación del nuevo inversor estatal, tendrá un pilar que reconocerá el trabajo doméstico y de cuidados, maternidad y lagunas previsionales.

Aún queda mucho por desmenuzar, activado ya el debate por lo que será el proyecto más importante de estos cuatro años de gobierno, la reforma estructural al sistema de pensiones.

Tenemos que estar atentos al informe financiero, ya que por ahora se desconoce el costo total para el estado en este sexenio desde su implementación. También existen dudas si las AFPs al transformarse tendrán que liquidar sus activos para ponerlos a disposición de los afiliados a través del sistema que regirá, ya que de ocurrir esto se tendría que analizar qué efectos causaría en el mercado de capitales donde las actuales administradoras invierten los fondos. Es decir, en 24 meses vender acciones y otros para poner a disposición las platas.

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Anunciando el fin de las AFP en 24 meses, el Presidente Gabriel Boric, presentó en cadena nacional la nueva Reforma al Sistema de Pensiones.

El modelo mixto crea dos entidades públicas a cargo del pago y la administración de los fondos y habrá libertad de elección, solo en el uso del componente individual.

16 minutos con 4 segundos duró la cadena nacional del Presidente Gabriel Boric, en que presentó al país el nuevo sistema de pensiones, con el cual busca cumplir una de sus promesa de campaña cuando dijo: Las AFP en esta reforma, se terminan.

El mandatario -que el discurso estuvo enfocado en hablarle en varios capítulos a los jóvenes ya que les decía que sus padres y abuelos serían beneficiarios- anunció las bases de un sistema que será mixto e intrageneracional, permitiendo eso sí la creación de Inversores Privados, o sea, sociedades anónimas con la misión exclusiva de gestionar las cuentas de capitalización individual que reportaran a un ente público.

En esto, Boric aclaró que esa administración es del 10,5% de cotización de los afiliados, el que será heredable. El 6% adicional que se crea en la reforma no heredable, con cargo al empleador, solo podrá ser invertido por el Estado, a través de un ente que el Presidente calificó como ‘autónomo, público, moderno y eficiente’.

Gabriel Boric fue enfático en reapropiarse de la ‘libertad de elección’, concepto que está en el centro de las críticas de la reforma: La nueva administración estatal será con libertad absoluta de los fondos que actualmente tienen los cotizantes y aumentará -según dijo- la competencia en el sector.

En medio de esto, claro está, terminan las AFP.

Como está planteado, el 6% de cotización adicional tendrá un fin solidario, pero el desglose es necesario explicarlo: Del total de ese 6%, el 30% será un reparto plano para todos los pensionados, es decir intergeneracional como lo propuso Bachelet y Piñera en sus reformas que no vieron la luz en su momento. El otro 70%, irá a un registro nocional, que estima según el tiempo trabajado del pensionado un monto individual y que también favorecerá a mujeres.

La gradualidad está presente en dos elementos: Este 6% será pagado aumentando anualmente un 1% por 6 años. Dicho de otra forma, el Estado financiará la diferencia partiendo el primer año con un 5% de aporte, hasta llegar en el sexto, a cero.

También aumentará gradualmente la Pensión Garantizada Universal que creó el gobierno anterior. Desde los 193 mil actuales llegará a los 250 mil, aumentando en casi un 30%, pero con una salvedad importante: Este aumento depende de la aprobación de la Reforma Tributaria.

Alberto Undurraga, Presidente de la Comisión de Trabajo de la Cámara Baja, valora estos principios y recuerda que la discusión del uso del 6% será clave en el parlamento.

La oposición se aproxima con ojo crítico y dice que lo mínimo es que haya libertad para elegir entre un sistema privado y público y al contrario de lo que dice la reforma, que esto también aplique para el 6% adicional.

Apuntan que se comete un error al asignarle un rol a un Instituto de Previsión Social ‘modernizado’, recordando que deberá pagar pensiones a 8 millones de personas y actualmente tuvo problemas para pagar la PGU a solo 600 mil.

En la derecha creen que con el aumento de la PGU no es necesario aumentar el 6 por ciento y se le sigue cargando la mano al mundo laboral, y lo más importante, la mayoría es de la idea de que los sistemas de reparto son un fracaso y una fijación ‘ideológica’ de La Moneda.

El jefe de bancada de la UDI, e integrante de la Comisión de Trabajo del senado, Iván Moreira, dijo que la cadena nacional fue un discurso de buenas intenciones que deja ‘un justificado temor’ a la letra chica. El gremialista plantea sus preguntas.

En lo político, el oficialismo defiende los diálogos tripartitos que por meses permitieron elaborar esta reforma y recuerdan que el gobierno hizo bien en retrasar su ingreso para seguir conversando con los parlamentarios.

En la oposición, consideran que ese trabajo se quedó corto y que el ejecutivo simplemente, no cedió.

Diego Ibañez de Convergencia Social y Frank Sauerbaum de RN, ambos en la comisión de trabajo, muestran sus distantes posiciones.

Gabriel Boric mostró un ejemplo matemático para mostrar las posibles bondades de la reforma: Una mujer o un hombre que cotizó aproximadamente la mitad de su vida laboral con 400 mil pesos, recibe una pensión de 257 mil y 268 mil respectivamente. Con la reforma aumentarían a 390 mil ambos y en el caso de las mujeres sería un aumento mayor al 50%.

En tanto, el Seguro Social que comprende la creación del nuevo inversor estatal, tendrá un pilar que reconocerá el trabajo doméstico y de cuidados, maternidad y lagunas previsionales.

Aún queda mucho por desmenuzar, activado ya el debate por lo que será el proyecto más importante de estos cuatro años de gobierno, la reforma estructural al sistema de pensiones.

Tenemos que estar atentos al informe financiero, ya que por ahora se desconoce el costo total para el estado en este sexenio desde su implementación. También existen dudas si las AFPs al transformarse tendrán que liquidar sus activos para ponerlos a disposición de los afiliados a través del sistema que regirá, ya que de ocurrir esto se tendría que analizar qué efectos causaría en el mercado de capitales donde las actuales administradoras invierten los fondos. Es decir, en 24 meses vender acciones y otros para poner a disposición las platas.