Población migrante en Chile aumentó un 14% en 3 años: "No incluye cifras por pasos no habilitados"

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Chile experimenta una crisis migratoria sin precedentes la cual viene desencadenándose desde el año 2020 con una fuerte alza. Para el 31 de diciembre de 2021 se registró 1.482.390 ciudadanos extranjeros viviendo en el país según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el Servicio Nacional de Migraciones (SERMIG), junto a la ayuda de otros organismos institucionales.

Actualmente la comunidad foránea que más prevalencia tiene en nuestro país es la venezolana con un 30%, seguido de los peruanos con un 16,6%, haitianos con un 12,2%, colombianos un 11,7% y finalmente los bolivianos con un 8,9%.

Un desafío de integración a estas nuevas comunidades que arriban al país en busca de mejores condiciones económicas y de vida dado la situación de sus naciones. Para profundizar más, conversamos con el Director Nacional del Servicio Nacional de Migraciones, Luis Eduardo Thayer.

Revisa la entrevista completa en Podría ser peor.

“Solo ciudadanos extranjeros con residencia”

El director del SERMIG es enfático en mencionar que estas cifras no corresponden a ciudadanos que no estén con su situación migratoria regularizada en el país. “El dato que presentamos ayer muestra la población extrajera que cuenta con su situación migratoria regularizada o que ha iniciado trámites en nuestro servicio”.

“Esta estimación no incluye la inmigración por pasos no habilitados de la cual tenemos información derivada de Policía de Investigaciones pero dado a su relevancia esperamos incluirlo el próximo año. Hemos visto en nuestras calles que ha crecido mucho la cifra y se ha vuelto una preocupación en la ciudadanía”, añadió.

Sin embargo, destacó de igual forma el cambio social y cultural que ha experimentado chile tras la inmigración. “Estamos hablando de 1 millón y medio de personas extranjeras que viven en el país y cuentan con residencia”.

“Este aumento es una fotografía que teníamos el último año y nos está mostrando cómo se comportó la inmigración en la pandemia”, persistió.

Situación escolar y de salud

“Hay una preocupación que recogemos y la manifiestan permanentemente nuestras contrapartes que son los gobiernos locales, en regiones también ocurre lo mismo y es importante ocuparse de la calidad de vida de los vecinos de los territorios”, expresó Thayer.

Y agregó que: “Es fundamental que las políticas públicas vean la situación de los territorios de tránsito como el norte o las comunas de allegada que son principalmente en la Región Metropolitana”.

“Nuestro desafío es que el proceso de inclusión de las personas inmigrantes ocurra en las mejores condiciones posibles y no afecte la realidad de las personas, ni su acceso a la salud ni a la educación. Estamos agilizando que tengan la documentación al día”, dijo.

Para finalizar se refirió a la expulsión ordenada por el Gobierno a unos ciudadanos migrantes que agredieron a Carabineros en Puerto Montt, donde enfatizó que se trata de un grupo reducido. “Perjudica el proceso de integración de la comunidad migrante y acá no hay espacio para la violencia y el crimen”.

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Chile experimenta una crisis migratoria sin precedentes la cual viene desencadenándose desde el año 2020 con una fuerte alza. Para el 31 de diciembre de 2021 se registró 1.482.390 ciudadanos extranjeros viviendo en el país según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el Servicio Nacional de Migraciones (SERMIG), junto a la ayuda de otros organismos institucionales.

Actualmente la comunidad foránea que más prevalencia tiene en nuestro país es la venezolana con un 30%, seguido de los peruanos con un 16,6%, haitianos con un 12,2%, colombianos un 11,7% y finalmente los bolivianos con un 8,9%.

Un desafío de integración a estas nuevas comunidades que arriban al país en busca de mejores condiciones económicas y de vida dado la situación de sus naciones. Para profundizar más, conversamos con el Director Nacional del Servicio Nacional de Migraciones, Luis Eduardo Thayer.

Revisa la entrevista completa en Podría ser peor.

“Solo ciudadanos extranjeros con residencia”

El director del SERMIG es enfático en mencionar que estas cifras no corresponden a ciudadanos que no estén con su situación migratoria regularizada en el país. “El dato que presentamos ayer muestra la población extrajera que cuenta con su situación migratoria regularizada o que ha iniciado trámites en nuestro servicio”.

“Esta estimación no incluye la inmigración por pasos no habilitados de la cual tenemos información derivada de Policía de Investigaciones pero dado a su relevancia esperamos incluirlo el próximo año. Hemos visto en nuestras calles que ha crecido mucho la cifra y se ha vuelto una preocupación en la ciudadanía”, añadió.

Sin embargo, destacó de igual forma el cambio social y cultural que ha experimentado chile tras la inmigración. “Estamos hablando de 1 millón y medio de personas extranjeras que viven en el país y cuentan con residencia”.

“Este aumento es una fotografía que teníamos el último año y nos está mostrando cómo se comportó la inmigración en la pandemia”, persistió.

Situación escolar y de salud

“Hay una preocupación que recogemos y la manifiestan permanentemente nuestras contrapartes que son los gobiernos locales, en regiones también ocurre lo mismo y es importante ocuparse de la calidad de vida de los vecinos de los territorios”, expresó Thayer.

Y agregó que: “Es fundamental que las políticas públicas vean la situación de los territorios de tránsito como el norte o las comunas de allegada que son principalmente en la Región Metropolitana”.

“Nuestro desafío es que el proceso de inclusión de las personas inmigrantes ocurra en las mejores condiciones posibles y no afecte la realidad de las personas, ni su acceso a la salud ni a la educación. Estamos agilizando que tengan la documentación al día”, dijo.

Para finalizar se refirió a la expulsión ordenada por el Gobierno a unos ciudadanos migrantes que agredieron a Carabineros en Puerto Montt, donde enfatizó que se trata de un grupo reducido. “Perjudica el proceso de integración de la comunidad migrante y acá no hay espacio para la violencia y el crimen”.