Museo Andino de Buin sufre robos y daños irreparables: 10 mil niños visitaban el lugar al año

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La Comuna de Buin fue víctima de un atraco a su patrimonio más preciado: cerca de 100 piezas de oro fueron robadas desde su museo, todas ellas correspondientes a piezas de arte de culturas precolombinas que no pueden ser reemplazables.

El trabajo de orfebrería fue sustraído luego de que los guardias -poco habituados a estas expresiones violentas- fueran reducidos con pistolas por delincuentes que ingresaron disparando al lugar. No hubo víctimas fatales.

“Varias de estas piezas tenían 16 siglos” sostiene Elena Carretero, Gerente de Asuntos Corporativos y sustentabilidad de Viña Santa Rita.

“Son piezas que no tienen valor por su peso en oro, son alineaciones de oro muy pobre y no es el valor del metal, sino que son los pocos vestigios que quedan de culturas ancestrales” agrega.

El museo era un esfuerzo de la comunidad por acercar la historia a los jóvenes y turistas. 10 mil niños visitaban el museo al año, que funcionaba sin cobro de entradas.

“El único valor que tienen esas piezas es de características patrimoniales” afirma Elena Carretero luego de la extrema violencia con la que actuaron los delincuentes amenazando al personal y visitantes del lugar.

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La Comuna de Buin fue víctima de un atraco a su patrimonio más preciado: cerca de 100 piezas de oro fueron robadas desde su museo, todas ellas correspondientes a piezas de arte de culturas precolombinas que no pueden ser reemplazables.

El trabajo de orfebrería fue sustraído luego de que los guardias -poco habituados a estas expresiones violentas- fueran reducidos con pistolas por delincuentes que ingresaron disparando al lugar. No hubo víctimas fatales.

“Varias de estas piezas tenían 16 siglos” sostiene Elena Carretero, Gerente de Asuntos Corporativos y sustentabilidad de Viña Santa Rita.

“Son piezas que no tienen valor por su peso en oro, son alineaciones de oro muy pobre y no es el valor del metal, sino que son los pocos vestigios que quedan de culturas ancestrales” agrega.

El museo era un esfuerzo de la comunidad por acercar la historia a los jóvenes y turistas. 10 mil niños visitaban el museo al año, que funcionaba sin cobro de entradas.

“El único valor que tienen esas piezas es de características patrimoniales” afirma Elena Carretero luego de la extrema violencia con la que actuaron los delincuentes amenazando al personal y visitantes del lugar.