La falta de acceso a la vivienda propia es una problemática que ya se arrastraba desde hace años en el país, pero que la llegada de la pandemia la agravó aún más.
De acuerdo a cifras de TECHO-Chile y la Fundación Vivienda, en la actualidad hay más de 81 mil familias viviendo en campamentos y tomas a lo largo de todo el territorio. Es la cifra más alta desde 1996.
Pía Palacios, directora del Centro de Estudios Socioterritoriales (CES) de TECHO-Chile, explicó con mayores detalles los efectos y soluciones del déficit habitacional.
“Sabemos que no solamente el número con el cual nos tenemos que quedar, hay distintas formas de medir el déficit habitacional. Actualmente el que está primando en Chile nos indica que hay poco más de 438 mil viviendas que faltan, al menos en déficit cuantitativo”.
“Eso deja afuera un montón de análisis más, no estamos contando a las familias que viven en campamentos. Esas no aparecen en ninguna estadística diciendo que necesitan una vivienda”.
“También está la situación de hacinamiento, donde sabemos que no es llegar y ampliar una casa o departamento cuando no se puede hacer. En todas esas situaciones que vamos indagando, sabemos que cada una de esas familias necesita una vivienda”.
“La solución es sumamente compleja porque el problema está siendo muy grande. No tenemos una receta única para poder solucionar esto que tiene millones de aristas”.
“Según lo que nosotros estamos viendo actualmente, estas familias van a seguir aumentando. Existe una imposibilidad de acceder a la vivienda de manera más formal”.
“En el último tiempo claramente esto se ha acrecentado, por eso mismo es necesario visibilizarlo lo más posible para que logremos dar una solución en conjunto”.
Escucha la entrevista a Pía Palacios.