Thiago Rodríguez: "El crimen organizado en Brasil ha adquirido una capacidad de reacción inédita"

30 octubre 2025 | 21:00

La violencia desatada esta semana en las favelas de Río de Janeiro dejó una escena aterradora. Más de 130 personas murieron, la mayoría víctimas de un operativo policial militarizado, calificado como el más letal en la historia de la ciudad. Esta situación llevó a Thiago Rodríguez, académico e investigador sobre crimen organizado en la Universidad Federal Fluminense, a señalar que la táctica de enfrentamiento no es nueva, pero ha evolucionado con el tiempo, especialmente con la creciente capacidad de respuesta de los grupos criminales.

“El crimen organizado ha adquirido una capacidad de reacción que antes no existía”, explicó Rodríguez, quien destacó que, aunque los operativos no son nuevos, han alcanzado niveles de violencia nunca vistos. “Lo que pasó ayer fue una diferencia notable de magnitud”, añadió al ser consultado por Tomás Mosciatti.

Más de 2.500 policías ejecutaron la operación, apoyados por helicópteros y vehículos blindados. A pesar de esta imponente fuerza, la resistencia fue feroz. “Hubo resistencia con fusiles de asalto, drones que lanzaban granadas, y ráfagas de hasta 200 disparos por minuto”, relató el académico, quien recalcó el rol del Comando Vermelho en este operativo.

Rodríguez se mostró cauteloso sobre la posibilidad de restaurar el orden. Para él, la solución no debe limitarse a una confrontación violenta. “Una cosa fundamental es disminuir la capacidad operativa de los grupos del crimen organizado, y para eso ya se conocen los caminos”, afirmó. Uno de esos caminos, según explicó, consiste en atacar el “corazón financiero” de estas organizaciones. En este sentido, destacó las investigaciones recientes contra el Primer Comando de la Capital, que han revelado vínculos con empresas de alto perfil.

Los problemas del sistema carcelario

Rodríguez también señaló la necesidad de una reforma estructural más profunda, especialmente en el sistema carcelario. “El sistema carcelario de Brasil es actualmente el tercero más grande del mundo. Casi un millón de personas están presas, la mayoría por crímenes relacionados con el crimen organizado”, indicó. Para él, una de las claves para debilitar a las facciones criminales radica en mejorar el sistema penitenciario, donde los jefes del crimen siguen ejerciendo su poder desde las cárceles.

Por último, Rodríguez reflexionó sobre el papel de la política en la perpetuación del conflicto. A pesar de los esfuerzos de los gobiernos, la situación sigue siendo grave. “Claudio Castro, el gobernador de Río, es del partido de Bolsonaro. Y eso tiene todo que ver porque es la forma en la que el partido de Bolsonaro defiende el ataque al crimen organizado”, señaló, refiriéndose al enfoque militarizado que ha caracterizado la respuesta estatal en los últimos años.

En medio de todo esto, los residentes de las favelas siguen atrapados en una guerra sin fin entre las fuerzas del Estado y el crimen organizado. “Lo que pasa es que la única opción, muchas veces, para un joven que vive en una comunidad como esa, para no ingresar al crimen organizado, es involucrarse con una iglesia evangélica”, apuntó Thiago Rodríguez, al señalar las limitadas opciones de los jóvenes en las favelas para escapar de esta espiral de violencia.