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El asesinato de Miguel Uribe Turbay, senador y precandidato presidencial del partido Centro Democrático, volvió a encender el debate sobre la violencia política en Colombia. Gabriel Vallejo, director del partido, conversó sobre su trayectoria, las circunstancias de su muerte y las falencias en la investigación.

“Miguel era un joven político colombiano, un ciudadano ejemplar, un gran padre, un gran hermano, un gran compañero del ejercicio político”, recordó Vallejo. Nieto del expresidente Julio César Turbay Ayala, enfrentó la tragedia desde pequeño: “A la edad de cuatro años su madre, la periodista Diana Turbay, fue asesinada por el narcotráfico… hoy su hijo Alejandro vive la misma tragedia, el asesinato de su padre”.

Sobre sus posibilidades en la carrera presidencial, Vallejo señaló que “era muy difícil de saber realmente” por la distancia con las elecciones, previstas para mayo de 2026. Sin embargo, destacó que Miguel “estaba punteando en las encuestas internas del partido” y que, de haber sido candidato, “tenía una alta posibilidad de ganar la presidencia”.

Para Vallejo, Uribe Turbay incomodaba a sectores poderosos: “Miguel era una amenaza para el narcoterrorismo por la contundencia de su argumentación… Miguel Uribe incomodaba a Gustavo Petro como presidente de la república”. Aunque se detuvo a un joven de 15 años como autor material, aún no hay claridad sobre quién ordenó el crimen: “No sabemos quién ordenó la muerte de Miguel, por qué lo mataron. No lo sabemos”.

El dirigente criticó las versiones oficiales: “El presidente… ha lanzado hipótesis… habló de la Junta de la Mafia… de las disidencias de las Farc… del ELN… incluso acusó al ex canciller Álvaro Leiva”. También cuestionó la ausencia de resultados concretos: “Lo único que pedimos es justicia y para que haya justicia… se requiere la verdad, por dolorosa que sea… exigimos que se nos diga la verdad”.

En cuanto a la protección de líderes políticos, Vallejo denunció que “este gobierno ha sido incapaz de brindarle seguridad a la oposición… o nos niegan la seguridad o nos la quitan”. Según él, hay una responsabilidad política en el magnicidio: “Es como si Gustavo Petro, con sus palabras, se hubieran convertido en las balas que asesinaron a Miguel Uribe Turbay”.

Sobre la investigación, expresó frustración: “Es como si se hubiera quedado detenida en el tiempo… no se ha logrado establecer… la hipótesis más creíble… no se ha llegado al fondo del asunto”. Con firmeza, reiteró que el país necesita respuestas: “¿Quién ordenó la muerte de Miguel y por qué lo mataron? Esa es la verdad que necesitamos conocer los colombianos y el mundo”.