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En una nueva edición de “La Entrevista de Tomás Mosciatti”, el ex embajador y analista internacional Samuel Fernández analizó los primeros 100 días del gobierno de Donald Trump, destacando su impacto global y la incertidumbre que genera su imprevisibilidad.
En el marco de los 100 días del gobierno de Donald Trump, el analista internacional Samuel Fernández, ex embajador y profesor de la Universidad Central, conversó con Tomás Mosciatti sobre el impacto y las implicancias de las decisiones del mandatario estadounidense. “El mundo cambió bastante, para bien o para mal, pero la influencia y la incidencia de lo que ha hecho Trump es indiscutible. A su manera, pero realmente, y es una realidad que se puede constatar, movió un mundo que estaba prácticamente detenido, aletargado”, afirmó Fernández.
El analista destacó la singularidad de Trump en el escenario político internacional, contrastándolo con líderes que han permanecido en el poder durante largos periodos. “Si miramos con alguna objetividad… los grandes líderes o los grandes dirigentes de los países, y especialmente de las grandes potencias, son exactamente los mismos, desde hace largos años, y además tienen la particularidad de que quieren permanecer todavía todo lo posible”, señaló, mencionando a figuras como Xi Jinping, Vladimir Putin y otros líderes de diversas regiones.
Sin embargo, Fernández también expresó preocupación por la imprevisibilidad de Trump y su estilo de gobierno. “Tienen razón los que se ponen nerviosos, porque aquí hay una incógnita, no se sabe lo que va a hacer, ni siquiera en la tarde, la mañana dice algo, en la tarde puede cambiar”, observó. Esta incertidumbre, según el analista, dificulta la realización de análisis a largo plazo. “Por eso, tal vez a un Trump se le tiene que analizar en la acción prácticamente de momento que actúa, y con un plazo más bien breve, porque la proyección es prácticamente imposible de hacerla”, explicó.
Fernández también destacó el aislamiento de Trump en el escenario internacional, señalando que sus políticas han generado rechazo más allá de los Estados Unidos. “El resto de los norteamericanos, algunos más a favor, pero en general, en contra. La intelectualidad norteamericana, en contra. ¿Y para qué decir del resto de los países? También están en contra, porque no está pensando en el resto de los países, está pensando solamente en su proyecto para Norteamérica”, afirmó.
Finalmente, el analista reflexionó sobre la naturaleza de las acciones de Trump, sugiriendo que podrían ser parte de una estrategia negociadora. “O bien es un elemento negociador. Hago las propuestas, lo más extravagante, lo más fuerte que pueda, pero esa propuesta la puedo recoger, porque sabe que no va a resultar, pero la tiene como elemento negociador y sabe lo que está haciendo el adversario. Esa es una vieja técnica negociadora”, concluyó.
