El calor no arrasa con todo. Si bien hay una creencia popular acerca de que los agentes patógenos mueren al pasar por las altas temperaturas como por ejemplo en el horno o microondas. Esto no es cierto en todos los casos.
En el Expreso Bio Bio, tomamos contacto telefónico con la Dra. Claudia Cortés, coordinadora de infectología de la Clínica Santa María, para hablar acerca de este tema.
La especialista comenzó explicando que existen “bacterias termófilas“. Dicho esto, al interior del artefacto mencionado, incluso podrían anidar o multiplicarse.
Para enfrentar esta situación, la doctora recalcó que “el microondas debiera asearse como se hace en el resto de los implementos de cocina”. Para esta limpieza, indicó que se puede utilizar cloro diluido en agua. Este método es “bastante efectivo”, aseguró.
Resulta que, según afirmó la doctora, “las bacterias están en todas las superficies y eso incluye nuestra piel, manos, ojos, boca, saliva… el 90% de las deposiciones son bacterias y es normal que estén ahí”.
“Las bacterias tienen un lugar específico y viven en un ambiente. Si yo las llevo a un lugar diferente, puedo enfermar“, añadió.
Finalmente, la infectóloga detalló que “algunas bacterias son resistentes al calor, que no son las más habituales… las que tenemos cotidianamente a nuestro alrededor y que pueden ser patógenas son las que tenemos en las manos, en la boca o en el tránsito intestinal”.