Desde su accidente hasta la exportación: Daniela Campillay transformó su vida a través del té

Raymundo Fleming

Periodista BBTV

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Ética y transparencia de BioBioChile

En conversación con Bio Bio, la ingeniera comercial y fundadora de Enfusion, Té y Bienestar, Daniela Campillay, relató cómo un accidente en bicicleta cambió el rumbo de su vida y la llevó a emprender un exitoso negocio basado en mezclas de té e infusiones, que hoy exporta a países como Colombia y pronto a México y Centroamérica.

“El accidente me obligó a detener todo, no podía caminar por varios meses, y fue ahí donde comencé a conectar con las hierbas, las plantas medicinales y el té”, recordó Daniela. Desde su casa y con medios muy básicos, comenzó a crear sus propias mezclas, que primero compartió con familiares y amigos. Pronto, el interés creció y nació Enfusion.

“Partí con una hoja de oficio, papel kraft, y etiquetas hechas en PowerPoint”, contó. Hoy, siete años después, su marca está presente en más de 70 salas de retail en Chile, ha sido parte de programas como Potencia Pymé de Walmart, y ha realizado exportaciones con apoyo de ProChile. “Fuimos creciendo de forma muy artesanal, pero siempre con una propuesta visual y de valor que conectara con las emociones de quienes consumen nuestros tés”, explicó.

Uno de los ejes centrales del proyecto ha sido la salud femenina. “Conecté profundamente con mi ciclo menstrual y vi una oportunidad para acompañar a otras mujeres en sus distintas etapas: menstruación, gestación, menopausia. El té se convirtió en una herramienta para apoyar ese proceso”, destacó.

Daniela también ha impulsado un equipo compuesto exclusivamente por mujeres, con quienes trabaja no solo para crecer como empresa, sino también para generar impacto social. “Queremos entregar autonomía económica a otras mujeres. Trabajamos con programas como Jefas de Hogar, y cada nueva contratación nos permite escalar como negocio y aportar a nuestra comunidad”.

Sobre su proceso de internacionalización, Campillay subrayó el rol de las instituciones públicas: “ProChile ha sido clave. Nos han capacitado y acompañado en las misiones comerciales. Exportar no es fácil, cada país tiene exigencias diferentes, pero con apoyo se puede”.

Finalmente, al ser consultada sobre el futuro, fue clara: “Sueño con que Enfusion esté presente en toda Latinoamérica. Pero sobre todo, con seguir dando empleo a más mujeres y construir un espacio seguro y empoderado para nosotras”.

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En conversación con Bio Bio, la ingeniera comercial y fundadora de Enfusion, Té y Bienestar, Daniela Campillay, relató cómo un accidente en bicicleta cambió el rumbo de su vida y la llevó a emprender un exitoso negocio basado en mezclas de té e infusiones, que hoy exporta a países como Colombia y pronto a México y Centroamérica.

“El accidente me obligó a detener todo, no podía caminar por varios meses, y fue ahí donde comencé a conectar con las hierbas, las plantas medicinales y el té”, recordó Daniela. Desde su casa y con medios muy básicos, comenzó a crear sus propias mezclas, que primero compartió con familiares y amigos. Pronto, el interés creció y nació Enfusion.

“Partí con una hoja de oficio, papel kraft, y etiquetas hechas en PowerPoint”, contó. Hoy, siete años después, su marca está presente en más de 70 salas de retail en Chile, ha sido parte de programas como Potencia Pymé de Walmart, y ha realizado exportaciones con apoyo de ProChile. “Fuimos creciendo de forma muy artesanal, pero siempre con una propuesta visual y de valor que conectara con las emociones de quienes consumen nuestros tés”, explicó.

Uno de los ejes centrales del proyecto ha sido la salud femenina. “Conecté profundamente con mi ciclo menstrual y vi una oportunidad para acompañar a otras mujeres en sus distintas etapas: menstruación, gestación, menopausia. El té se convirtió en una herramienta para apoyar ese proceso”, destacó.

Daniela también ha impulsado un equipo compuesto exclusivamente por mujeres, con quienes trabaja no solo para crecer como empresa, sino también para generar impacto social. “Queremos entregar autonomía económica a otras mujeres. Trabajamos con programas como Jefas de Hogar, y cada nueva contratación nos permite escalar como negocio y aportar a nuestra comunidad”.

Sobre su proceso de internacionalización, Campillay subrayó el rol de las instituciones públicas: “ProChile ha sido clave. Nos han capacitado y acompañado en las misiones comerciales. Exportar no es fácil, cada país tiene exigencias diferentes, pero con apoyo se puede”.

Finalmente, al ser consultada sobre el futuro, fue clara: “Sueño con que Enfusion esté presente en toda Latinoamérica. Pero sobre todo, con seguir dando empleo a más mujeres y construir un espacio seguro y empoderado para nosotras”.