Neurocientífico y efectos de las redes sociales: "No hay educación en el uso activo de la tecnología"

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El avance de la tecnología provoca grandes cambios y avances en la sociedad, lo cual en gran parte siempre es visto desde el lado positivo pero junto al auge de las redes sociales y los smartphones también han salido a la luz los impactos que genera la sobrexposición y adicción a las pantallas, lo cual va desde la relación con las personas hasta las capacidades cerebrales.

Para analizar este fenómeno en profundidad y sus causas, en una nueva edición de Entrevistas BiobíoTv, conversamos junto al neurocientífico y académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, Agustín Ibáñez.

Impactos conductuales y sociales

“El impacto es tremendo y recién lo estamos empezando a entender. Hay evidencias de cambios conductuales y sociales. Las primeras evidencias surgieron hace bastantes años, empezaron a mostrar que los chicos que pasaban mucho tiempo con pantallas empezaban a tener cambios en la conducta, tenían menos vocabulario y menor capacidad de abstracción”, sostuvo.

Y agregó: “Uno mide con una técnica que se llama resonancia magnética el tamaño de áreas del cerebro y las sensomotoras que están reducidas en el volumen lo cual es terrible. Este impacto se da en los chicos hasta los 12 años en nuestra capacidad atencional que es fundamental para aprender”.

“Hay evidencias de cambios en la atención sostenida por las redes sociales y los recursos atencionales se focalizan mucho menos a nivel cerebral. Dejamos de realizar funciones cognitivas que la tecnología se empieza a apropiar. No tenemos que volvernos entes pasivos ya que sabemos el impacto que tiene y si el cerebro no se ejercita, básicamente se deteriora y se expone a mayor toxicidad junto al desarrollo de enfermedades psiquiátricas o neurológicas”, complementó.

Adicción a la Redes Sociales e identidad virtual

“Hay evidencia del factor adictivo de las redes sociales. Es una especie de especialización del sistema neurocognitivo que siente placer por muchas cosas, por el trabajo, el ejercicio, la comida, los deportes pero también puede ser por estímulos externos. El punto es que no tenemos información de cómo afecta a largo plazo y no sabemos cómo debemos regularlo”, argumentó.

E insistió: “Somos brutalmente sociales, donde nuestro aprendizaje, conocimiento, inteligencia, capacidad de tomar decisiones depende de la interacción social pero no estamos preparados para esta virtual que tiene miles de redes y mucha velocidad. Hay un desfase y la identidad virtual hoy es fundamental”.

“Está gatillada en cambios conductuales. La adicción es una especie de neuro adaptación a una sustancia o un hábito. Las redes sociales son una herramienta indispensable para el desarrollo social siempre cuando no reemplacen los vínculos reales, los socioafectivos, la capacidad de sentir empatía y de tener vínculos fuertes”, subrayó.

Además se refirió al Síndrome FOMO: “Es un tipo de conducta compulsiva y viene con una especie de sentirse fuera o dejado de lado. Genera un reforzamiento de la actividad con la social media, es un fenómeno de ansiedad generalizado y se exacerbó después de la pandemia porqué se redujeron los vínculos analógicos reales y físicos”.

Cambios y adecuación a la tecnología

“Está cambiando el mundo y de alguna manera necesitamos diferentes destrezas. Tiene que ver con esta especie de aceleramiento de los procesos tecno culturales que se vuelven más difíciles de seguir, acompañado de que somos una sociedad ansiosa y la pandemia lo reforzó”, dijo.

Y añadió: “No tenemos una educación para el uso activo de la tecnología, para extender la mente y capacidad de interacción social. Gran parte lo hace para bajar la ansiedad y es ponerse pasivamente a mirar cosas. Va a pasar mucho tiempo hasta que desarrollemos una especie de higiene en el uso de las redes sociales”.

“Cuando hay grandes desarrollos tecnológicos se generan problemas, desigualdades, factores que después inducen cambios. La educación va a cambiar sin lugar a dudas y necesitamos otras herramientas. Vamos a ver muchos problemas de salud mental, de aprendizaje, pero a la vez el desarrollo de nuevas habilidades”, cerró.

A continuación, revisa la entrevista completa junto a Loreto Álvarez en Bio Bio TV.

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El avance de la tecnología provoca grandes cambios y avances en la sociedad, lo cual en gran parte siempre es visto desde el lado positivo pero junto al auge de las redes sociales y los smartphones también han salido a la luz los impactos que genera la sobrexposición y adicción a las pantallas, lo cual va desde la relación con las personas hasta las capacidades cerebrales.

Para analizar este fenómeno en profundidad y sus causas, en una nueva edición de Entrevistas BiobíoTv, conversamos junto al neurocientífico y académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, Agustín Ibáñez.

Impactos conductuales y sociales

“El impacto es tremendo y recién lo estamos empezando a entender. Hay evidencias de cambios conductuales y sociales. Las primeras evidencias surgieron hace bastantes años, empezaron a mostrar que los chicos que pasaban mucho tiempo con pantallas empezaban a tener cambios en la conducta, tenían menos vocabulario y menor capacidad de abstracción”, sostuvo.

Y agregó: “Uno mide con una técnica que se llama resonancia magnética el tamaño de áreas del cerebro y las sensomotoras que están reducidas en el volumen lo cual es terrible. Este impacto se da en los chicos hasta los 12 años en nuestra capacidad atencional que es fundamental para aprender”.

“Hay evidencias de cambios en la atención sostenida por las redes sociales y los recursos atencionales se focalizan mucho menos a nivel cerebral. Dejamos de realizar funciones cognitivas que la tecnología se empieza a apropiar. No tenemos que volvernos entes pasivos ya que sabemos el impacto que tiene y si el cerebro no se ejercita, básicamente se deteriora y se expone a mayor toxicidad junto al desarrollo de enfermedades psiquiátricas o neurológicas”, complementó.

Adicción a la Redes Sociales e identidad virtual

“Hay evidencia del factor adictivo de las redes sociales. Es una especie de especialización del sistema neurocognitivo que siente placer por muchas cosas, por el trabajo, el ejercicio, la comida, los deportes pero también puede ser por estímulos externos. El punto es que no tenemos información de cómo afecta a largo plazo y no sabemos cómo debemos regularlo”, argumentó.

E insistió: “Somos brutalmente sociales, donde nuestro aprendizaje, conocimiento, inteligencia, capacidad de tomar decisiones depende de la interacción social pero no estamos preparados para esta virtual que tiene miles de redes y mucha velocidad. Hay un desfase y la identidad virtual hoy es fundamental”.

“Está gatillada en cambios conductuales. La adicción es una especie de neuro adaptación a una sustancia o un hábito. Las redes sociales son una herramienta indispensable para el desarrollo social siempre cuando no reemplacen los vínculos reales, los socioafectivos, la capacidad de sentir empatía y de tener vínculos fuertes”, subrayó.

Además se refirió al Síndrome FOMO: “Es un tipo de conducta compulsiva y viene con una especie de sentirse fuera o dejado de lado. Genera un reforzamiento de la actividad con la social media, es un fenómeno de ansiedad generalizado y se exacerbó después de la pandemia porqué se redujeron los vínculos analógicos reales y físicos”.

Cambios y adecuación a la tecnología

“Está cambiando el mundo y de alguna manera necesitamos diferentes destrezas. Tiene que ver con esta especie de aceleramiento de los procesos tecno culturales que se vuelven más difíciles de seguir, acompañado de que somos una sociedad ansiosa y la pandemia lo reforzó”, dijo.

Y añadió: “No tenemos una educación para el uso activo de la tecnología, para extender la mente y capacidad de interacción social. Gran parte lo hace para bajar la ansiedad y es ponerse pasivamente a mirar cosas. Va a pasar mucho tiempo hasta que desarrollemos una especie de higiene en el uso de las redes sociales”.

“Cuando hay grandes desarrollos tecnológicos se generan problemas, desigualdades, factores que después inducen cambios. La educación va a cambiar sin lugar a dudas y necesitamos otras herramientas. Vamos a ver muchos problemas de salud mental, de aprendizaje, pero a la vez el desarrollo de nuevas habilidades”, cerró.

A continuación, revisa la entrevista completa junto a Loreto Álvarez en Bio Bio TV.