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El 25 de octubre de 1938, falleció la escritora y poetisa argentina Alfonsina Storni. Storni había nacido en 1892, en la región de habla italiana de Suiza. Pero fue criada en Rosario fue a la escuela normal, y posteriormente se desempeñó como profesora de actuación.
A pesar de haber incursionado en el teatro, sus obras más conocidas son sus libros de poemas. Fue en 1911 cuando llegó a Buenos Aires para trabajar como cajera en una tienda. Su primer libro, La inquietud del rosal, lo publicó en 1916, y dos años después apareció otro, El dulce daño.
En 1922, Alfonsina Storni conoció al escritor uruguayo Horacio Quiroga, un hombre de personalidad muy atractiva, fuerte, con libros de cuentos que vale la pena leer y releer. Fueron grandes amigos hasta 1936, cuando Horacio Quiroga se suicidó ingiriendo cianuro. Ella entonces le dedicó unos versos que parecían presagiar su propio final:
“Morir como tú, Horacio, en tus cabales y así como siempre en tus cuentos, no está mal.
Un rayo a tiempo y se acabó la feria.
Más pudre el miedo, Horacio, que la muerte”.
El 27 de enero de 1938, Alfonsina Storni recibió una invitación a Uruguay. Allí se organizó un acto inédito en el que se reunieron las tres grandes poetisas americanas del momento: Alfonsina Storni, Juana de Ibarbourou y la chilena Gabriela Mistral.
El último poema de Alfonsina Storni
Ni caminó aguas adentro, ni se suicidó Alfonsina Storni por mal de amores. Lo que ocurre es que Alfonsina padecía un cáncer desde 1935, y solo la morfina le permitía soportar los dolores. Una agonía que, según los médicos, no duraría más de tres meses.
La poetisa entonces no quiso padecer ese tormento y por eso eligió morir. Viajó hasta Mar del Plata y, a la una de la madrugada del 25 de octubre de 1938, abandonó su habitación y se arrojó al mar desde el espigón de la playa La Perla. Esa mañana, dos obreros descubrieron su cadáver en la orilla.
Sin embargo, poco antes de quitarse la vida, envió al diario La Nación de Buenos Aires el legendario poema Voy a dormir, que en parte dice:
“Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara en la cabecera,
una constelación, la que te guste.
Ah, un encargo:
Si él llama nuevamente por teléfono,
le dices que no insista, que he salido”.
En este video, Nibaldo Mosciatti relata la vida y obra de la reconocida escritora y poetisa argentina, Alfonsina Storni.