Efemérides: 03 de julio de 1880 hundimiento del vapor Loa

Gabriela Pulgar

Periodista BioBIoTV.

03 de julio | 11:30
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Ética y transparencia de BioBioChile

El 3 de julio de 1880, en el contexto de la Guerra del Pacífico, ocurrió el hundimiento del transporte Loa en Ancón. Una lancha cargada con víveres llevaba un torpedo oculto, que explotó al izar el último bulto. La información sobre este plan había sido advertida al presidente chileno Aníbal Pinto por uno de sus agentes en Perú, y él la comunicó por carta al almirante. Esa carta fue enviada a bordo del Loa, que también trasladaba heridos peruanos prisioneros en Tacna y Arica.

Un recordatorio de la ferocidad de la guerra marítima.

El joven Cuadros, mencionado en la carta, había preparado el torpedo en Ancón, tal como se había previsto. Ese 3 de julio, el Loa, comandado por Juan Guillermo Peña, patrullaba la rada peruana cuando divisó una barca sospechosa. Un teniente y un marinero fueron enviados con desconfianza a abordarla. Cortaron el cabo del ancla para evitar izarla y arrastraron la barca al costado del barco.

La marinería se reunió para ver cómo se izaban los bultos. Al levantar el último, una fuerte explosión lanzó a los tripulantes en todas direcciones. Algunos se estrellaron contra los palos, otros salieron volando. Muchos quedaron heridos, quemados o mutilados. El barco comenzó a hundirse, pero todos los botes de escape habían sido destruidos.

El comandante Peña, que estaba en el puente, sufrió graves heridas. La explosión lo dejó con una oreja desprendida. Quedó sordo. En cinco minutos, el Loa se hundió formando un remolino que dejó cuerpos y restos flotando por el lugar.

La ayuda demoró en llegar. Los barcos más cercanos estaban a varias millas. Recién de madrugada llegaron buques extranjeros, que lograron rescatar a 63 sobrevivientes. En total, murieron 118 marinos, entre ellos el comandante, tres guardiamarinas y dos ingenieros.

En este video, Nibaldo Mosciatti nos cuenta la historia del hundimiento del vapor Loa, hecho que nos recuerda la ferocidad de la guerra marítima.

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El 3 de julio de 1880, en el contexto de la Guerra del Pacífico, ocurrió el hundimiento del transporte Loa en Ancón. Una lancha cargada con víveres llevaba un torpedo oculto, que explotó al izar el último bulto. La información sobre este plan había sido advertida al presidente chileno Aníbal Pinto por uno de sus agentes en Perú, y él la comunicó por carta al almirante. Esa carta fue enviada a bordo del Loa, que también trasladaba heridos peruanos prisioneros en Tacna y Arica.

Un recordatorio de la ferocidad de la guerra marítima.

El joven Cuadros, mencionado en la carta, había preparado el torpedo en Ancón, tal como se había previsto. Ese 3 de julio, el Loa, comandado por Juan Guillermo Peña, patrullaba la rada peruana cuando divisó una barca sospechosa. Un teniente y un marinero fueron enviados con desconfianza a abordarla. Cortaron el cabo del ancla para evitar izarla y arrastraron la barca al costado del barco.

La marinería se reunió para ver cómo se izaban los bultos. Al levantar el último, una fuerte explosión lanzó a los tripulantes en todas direcciones. Algunos se estrellaron contra los palos, otros salieron volando. Muchos quedaron heridos, quemados o mutilados. El barco comenzó a hundirse, pero todos los botes de escape habían sido destruidos.

El comandante Peña, que estaba en el puente, sufrió graves heridas. La explosión lo dejó con una oreja desprendida. Quedó sordo. En cinco minutos, el Loa se hundió formando un remolino que dejó cuerpos y restos flotando por el lugar.

La ayuda demoró en llegar. Los barcos más cercanos estaban a varias millas. Recién de madrugada llegaron buques extranjeros, que lograron rescatar a 63 sobrevivientes. En total, murieron 118 marinos, entre ellos el comandante, tres guardiamarinas y dos ingenieros.

En este video, Nibaldo Mosciatti nos cuenta la historia del hundimiento del vapor Loa, hecho que nos recuerda la ferocidad de la guerra marítima.