Efemérides: El 15 de mayo de 1929 muere la escultora Rebeca Matte
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Un día como hoy, pero hace 96 años, muere la escultora Rebeca Matte.

una de las escultoras chilenas más productivas y destacadas de inicios del siglo XX.

Rebeca Mate Bello había nacido el 29 de octubre de 1875 en Santiago. Fue hija única y su papá, Augusto Mate Pérez, un diplomático, se convirtió en su más grande sostenedor. Al nacer, su mamá, Rebeca Bello Reyes, desarrolló una enfermedad mental.

Eso hizo que la niña se fuese a vivir junto a su abuela materna, Rosario Reyes, una mujer muy importante en el desarrollo intelectual y cultural de la pequeña Rebeca, ya que esa casa era un punto de referencia para la sociedad santiaguina de la época. Conocidas eran allí las visitas de José Victorino Lastarria y Alberto Vélez Gana, junto a otros renombrados intelectuales de la época. A temprana edad, su padre llevó a Rebeca a Francia, donde pasó gran parte de su vida y realizó sus estudios de arte.

En 1897 se inició la escultura en Roma, en el taller del maestro Giulio Monteverde. De regreso a París, al año siguiente, continuó su formación en la Académie Julien, con los escultores Denis Puey y Erné Dubois. En ese lugar, tuvo la posibilidad de estudiar el desnudo a partir de modelos vivos, una cuestión que estaba vetada para una mujer en el contexto chileno.

Rapidamente, Rebeca demostró un gran talento en creaciones llenas de expresividad y fuerza. En mayo del año 1901, Rebeca Mate se casó con Pedro Felipe Íñiguez Larraín, quien fue ministro de Obras Públicas en el último gabinete del presidente Ramón Barron Luco y ministro de Culto e Instrucción Pública bajo la presidencia de Juan Luis San Fuentes. Tanto él como el padre de Rebeca Mate, que gozaba de una importante posición en el ámbito político y cultural, tuvieron un rol fundamental en la difusión y valoración de la obra del artista.

El nacimiento de su hija, María Eleonora Íñiguez, el año 1902, influyó en el desarrollo de su carrera artística y también en la decisión de regresar a Chile ese mismo año trasladándose junto a algunas de sus obras destacadas como El Eco, Horacio y Militza, que habían sido exhibidas con éxito en el Salón de París del año 1900. En 1905 regresó a Europa, donde su brillante desempeño la llevó a ser nombrada profesora honoraria de la Academia de Bellas Artes de Florencia, el año 1918, distinción concedida por primera vez a una mujer extranjera. El gobierno chileno comenzó a hacerle encargos a Rebeca Mate.

Así nació la escultura de Ícaro y Dédalo, que fue pedida para obsequiarla a Brasil, donde hoy día se encuentra la original y que representa el encuentro entre el padre alado y su hijo moribundo. Otro de los famosos encargos chilenos a Mate se exhibe en plena Alameda de Santiago. Es el Monumento a los Héroes de la Concepción, en honor a la muerte de los soldados nacionales en una batalla de la Guerra del Pacífico.

Fue hecho en bronce e inaugurado en 1920. Otra obra suya, La Guerra, se encuentra en el Palacio de la Paz, en La Haya. El Museo de Bellas Artes de Santiago tiene otras esculturas de Mate, incluyendo Horacio y el Eco.

En Italia, Rebeca Mate se asentó definitivamente. Fue en Fiesole, en la Toscana, en una villa que se llamaba La Torroza. En Europa sufrió la muerte de su hija por tuberculosis, tenía apenas 24 años de edad.

Impotente ante esa pérdida irreparable, viajó a Chile, donde creó la Fundación Lili Íñiguez Los Nidos para ayudar a niñas en situación de riesgo social. En febrero del año 1929, Rebeca Mate, la escultora, volvió nuevamente a La Torroza y allí en Italia, en La Toscana, falleció ese 15 de mayo de 1929. Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org

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