Efemérides: El 29 de abril de 1898 muere el general Santiago Amengual

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Ética y transparencia de BioBioChile

Un día como hoy, pero hace 127 años muere el general Santiago Amengual

recordado especialmente como el organizador del legendario regimiento Esmeralda

Uno de sus descendientes, Marcelo Alberto Gatica Amengual, escribió una ilustrativa reseña de su vida, tomamos algunos puntos de ella. Había nacido Amengual en Quillota, el 23 de marzo de 1815. Muy joven ingresó a la cadena militar y volvió a Quillota y sirvió en el batallón cívico local.

De allí se trasladó a Valparaíso, donde se desempeñó como oficial de la alcaldía de la aduana de Valparaíso. A los 22 años decidió reintegrarse al servicio nuevamente y lo hizo en el batallón cívico número 2 del puerto. Dos días después se enfrentó a las fuerzas rebeldes del coronel José Antonio Vidaurre.

Por el valor en esos encuentros armados se le otorgó el grado de capitán de ejército en junio de 1837. Y allí, después de eso, realmente empezó oficialmente la carrera militar de Santiago Amengual, que se consolidó por la participación en las campañas contra la confederación peruano-boliviana. Por ejemplo, en la batalla de Yungay, el 20 de enero de 1839, tuvo una actuación muy destacada.

Diez años después, en 1849, era ascendido a sargento mayor. Ahora, a estas alturas, Santiago Amengual venía destacándose desde hacía ya diez años por sus atributos para crear cuerpos militares de la más variada índole. En 1840 organizó la artillería de marina.

Dos años después, el escuadrón de lanceros de Valparaíso. En 1844, cinco escuadrones de caballería en Quillota. En 1851, fundó el batallón de cívicos número 4. Y el 2 de febrero de 1859, el batallón número 7 de línea, el séptimo de línea, el mismo que reorganizaría 20 años después.

Amengual defendió al gobierno constitucional en las revoluciones de 1851 y 1859. Justamente en la guerra civil del 51, en la cruenta batalla de Loncomilla, recibió una herida de bala que le dejó virtualmente inutilizado el brazo derecho. Y de ahí el apodo de El Manco, El Manco Amengual.

Con fecha 6 de agosto de 1861, obtuvo el grado de coronel. Y un mes después, se acogió al retiro absoluto de las filas, entre otras cosas, por las secuelas de esa herida. Se dedicó un tiempo a las labores agrícolas, pero seguía vivo el bichito castrense.

Volvió al servicio en 1877 para ser edecán del presidente Aníbal Pinto. La guerra del Pacífico marcó un hito en su hoja de vida. Amengual lideró la refundación de la unidad que antes de su disolución había entregado jornadas de victoria a las armas chilenas, el Séptimo de Línea.

Desde esa posición, el coronel Amengual guió a los soldados del Esmeralda, a quienes llamaba Mis Niños, tal como Jorge Nostroza lo narra en el libro Adiós al Séptimo de Línea. Esta era una unidad formada por jóvenes de las familias más acomodadas de Santiago, pero junto a obreros, campesinos y mineros. Esa unidad, con Amengual a su cargo, se llenó de gloria.

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Un día como hoy, pero hace 127 años muere el general Santiago Amengual

recordado especialmente como el organizador del legendario regimiento Esmeralda

Uno de sus descendientes, Marcelo Alberto Gatica Amengual, escribió una ilustrativa reseña de su vida, tomamos algunos puntos de ella. Había nacido Amengual en Quillota, el 23 de marzo de 1815. Muy joven ingresó a la cadena militar y volvió a Quillota y sirvió en el batallón cívico local.

De allí se trasladó a Valparaíso, donde se desempeñó como oficial de la alcaldía de la aduana de Valparaíso. A los 22 años decidió reintegrarse al servicio nuevamente y lo hizo en el batallón cívico número 2 del puerto. Dos días después se enfrentó a las fuerzas rebeldes del coronel José Antonio Vidaurre.

Por el valor en esos encuentros armados se le otorgó el grado de capitán de ejército en junio de 1837. Y allí, después de eso, realmente empezó oficialmente la carrera militar de Santiago Amengual, que se consolidó por la participación en las campañas contra la confederación peruano-boliviana. Por ejemplo, en la batalla de Yungay, el 20 de enero de 1839, tuvo una actuación muy destacada.

Diez años después, en 1849, era ascendido a sargento mayor. Ahora, a estas alturas, Santiago Amengual venía destacándose desde hacía ya diez años por sus atributos para crear cuerpos militares de la más variada índole. En 1840 organizó la artillería de marina.

Dos años después, el escuadrón de lanceros de Valparaíso. En 1844, cinco escuadrones de caballería en Quillota. En 1851, fundó el batallón de cívicos número 4. Y el 2 de febrero de 1859, el batallón número 7 de línea, el séptimo de línea, el mismo que reorganizaría 20 años después.

Amengual defendió al gobierno constitucional en las revoluciones de 1851 y 1859. Justamente en la guerra civil del 51, en la cruenta batalla de Loncomilla, recibió una herida de bala que le dejó virtualmente inutilizado el brazo derecho. Y de ahí el apodo de El Manco, El Manco Amengual.

Con fecha 6 de agosto de 1861, obtuvo el grado de coronel. Y un mes después, se acogió al retiro absoluto de las filas, entre otras cosas, por las secuelas de esa herida. Se dedicó un tiempo a las labores agrícolas, pero seguía vivo el bichito castrense.

Volvió al servicio en 1877 para ser edecán del presidente Aníbal Pinto. La guerra del Pacífico marcó un hito en su hoja de vida. Amengual lideró la refundación de la unidad que antes de su disolución había entregado jornadas de victoria a las armas chilenas, el Séptimo de Línea.

Desde esa posición, el coronel Amengual guió a los soldados del Esmeralda, a quienes llamaba Mis Niños, tal como Jorge Nostroza lo narra en el libro Adiós al Séptimo de Línea. Esta era una unidad formada por jóvenes de las familias más acomodadas de Santiago, pero junto a obreros, campesinos y mineros. Esa unidad, con Amengual a su cargo, se llenó de gloria.