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Un día como hoy, 17 de enero, pero hace 126 años, nació en Italia el gángster Al Capone, conocido popularmente alrededor del mundo como Scarface.

El hombre detrás de la cicatriz

Con solo 5 años, Alphonse Gabriel Capone emigró a Nueva York junto a su familia, donde la miseria de los suburbios fue su escuela de vida. En 1924, a los 26 años, se proclamó jefe supremo de la mafia de Chicago tras la muerte de su mentor, el gángster Johnny Torrio. Desde entonces, con cientos de pistoleros y decenas de guardaespaldas a su servicio, su ascenso fue imparable.

La época de la Ley Seca en Estados Unidos fue el auge de Al Capone. Su matanza más célebre ocurrió el 14 de febrero 1929, cuando sus hombres, disfrazados de policías, ametrallaron a los rivales con los que disputaba el control del tráfico ilegal de licor. En una movida estratégica se dejó detener por posesión de armas para ser encarcelado y así mantenerse resguardado de la venganza de sus enemigos.

Tras salir de la cárcel sus días estuvieron contados, pues durante años un investigador estuvo infiltrado entre sus hombres reuniendo pruebas de sus delitos. A pesar de su poder, no logró evadir a la justicia y fue sentenciado a 11 años de cárcel. Capone asumió dócilmente la condena, pero la corrupción carcelaria le permitió ejercer su poder desde detrás de las rejas por lo que en 1934 fue trasladado a Alcatraz donde perdió todos sus privilegios. Padecía sífilis aguda, enfermedad que no trató debido a su miedo a las agujas y por la cual pasó los últimos años de condena en la enfermería del penal.

En 1939 salió de la cárcel, sin embargo la enfermedad ya había dañado su cerebro, causándole dificultades para caminar y tragar. A pesar de que su esposa logró administrarle penicilina y curar la sífilis, el daño fue irreversible. El 25 de 1947, a los 48 años, murió en Miami el célebre gángster de Chicago, Al “Scarface” Capone.

En este video, Nibaldo Mosciatti nos cuenta más acerca de la vida de este personaje histórico.