El 9 de diciembre de 1946 llegó a Santiago la escultura de la Virgen del Carmen que se venera en el santuario de Maipú.
La imagen obsequio de la señora Rosalía Mujica de Gutiérrez había sido tallada en Quito, Ecuador. La virgen fue invocada por los creyentes católicos como reina y madre de chile y como patrona y generala de las fuerzas armadas y de orden.
Devoción católica que se remonta a la época colonial en el año 1595 cuando los misioneros agustinos de Nido de España llegaron a Chile y divulgaron la veneración de la virgen maría bajo la advocación del Carmen.
La primera cofradía Del Carmen se creó en la ciudad de Concepción el año 1648. Cada 16 de julio es el día en que la Iglesia celebra la fiesta de la señora Del Carmen y los padres Agustinos sacaban en procesión la imagen por las principales calles de la ciudad.
La escultura de la virgen localizada en Maipú se remonta a 1785 cuando fue encargada a Quito por el español Martín De Lecuna que la llevó a la capilla de la Chacra San Martín en la actual comuna de Ñuñoa, donde se conserva por un tiempo.
Desde allí en esa chacra era llevada periódicamente la Iglesia del San Agustín en Santiago donde se le rezaba la novena hasta que culminaba la solemnidad de la Virgen del Carmen los días 16 de julio.
Celebraciones en las que participaron importantes personajes de la historia como José Miguel Carrera y sus hermanos, Bernardo O’Higgins, Manuel Rodríguez, entre otros.
La Virgen del Carmen aparece convertida como un símbolo cívico y religioso y en 1817 los generales José de San Martín y O’Higgins se acogieron a la virgen como patrona jurándole fidelidad cuando estaban en Mendoza después del Desastre de Rancagua.
Fidelidad a la que se suman los oficiales y las tropas del Ejercito Libertador que invocaban a la patrona en la travesía de Los Andes y también en la Batalla de Chacabuco el 12 de febrero de 1817.
Posteriormente las autoridades civiles, religiosas y militares se reunieron el 14 de marzo en la Catedral de Santiago e hicieron un juramento antes de la Batalla de Maipú ese mismo año.
Tras la Guerra del Pacifico el 14 de marzo de 1881 el General Manuel Baquedano concurrió hasta la imagen de la Virgen del Carmen y colocó su espada victoriosa en sus manos.
Las autoridades chilenas pidieron al Vaticano la proclamación de la Virgen como patrona de Chile y eso se concretó en 1923 por un decreto Vaticano emitido por el papa Pio 11.
Finalmente Rosalía Mujica dona en agosto de 1945 la escultura al Cardenal José María Caro para que fuese venerada en el templo motivo que empezaba a construirse en Maipú.