Actriz y directora con una extensa y muy aplaudida carrera, Elsa Poblete está en estos días abocada a la celebración de los 50 años del Teatro Imagen, junto a Gustavo Meza, su fundador.
“Lo que Gustavo tenía entre ceja y ceja (al crear la compañía y luego la escuela) era buscar dramaturgos: si no había dramaturgia chilena, no había teatro chileno”, comenta Elsa en conversación con Ana Josefa Silva y Marco Antonio de la Parra en “Del Fin del Mundo”, de TV BioBio.
Es por ello que en esta celebración homenajearán a los dramaturgos que la compañía dio a conocer: Juan Radrigán (con “Testimonio sobre las muertes de Sabina”), el mismo De la Parra, con “Lo Crudo, Lo Cocido, Lo Podrido” (en estos días en el Teatro UC en un montaje dirigido por Álvaro Viguera; luego estará la versión de Gustavo Meza) y Hernán Rivera Letelier, con “La reina Isabel cantaba Rancheras”.
Esta celebración continuará el 2024.
“La existencia de las compañías aporta culturalmente. El Teatro Imagen es una compañía de repertorio. El teatro sigue dando una revelación del ser humano; siempre está diciendo algo nuevo a la sociedad, o bien da cuenta de un momento histórico pero que trasciende”.
Sobre la escasa presencia del teatro en la prensa, Elsa opina que si bien hay un punto que analizar ahí, “también hay una responsabilidad nuestra, del teatro: son pocas las compañías que existen. Hay una atomización de la creación: hay muchas obras pero pocos colectivos. Lo que hay son salas que acogen montajes”.
Además, durante el programa se mostró el libro autobiográfico de Elsa, surgido de un taller organizado por Chileactores y que dirigió De la Parra. El texto, que forma parte de la Colección “Mil Vidas: Autobiografía de grandes actores y actrices”, está disponible de manera gratuita y es un muy rico (y entretenido) testimonio que entreteje la fascinante vida de la actriz y del teatro chileno en estos años.