Carolina Brown y "Nostalgia del Desierto": Las salitreras y una historia padre-hija

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“Leí harto sobre las salitreras, viajé a Iquique, hablé con pampinos. Me ayudaron en la Universidad de Tarapacá y me contactaron con una persona que me llevó por el desierto buscando esas oficinas de las que casi no queda rastro”.

Es parte de lo que ayudó a Carolina Brown a construir su entrañable novela “Nostalgia del Desierto”, según contó en “Del Fin del Mundo”, de TV BioBio, en conversación con Ana Josefa Silva y Marco Antonio de la Parra.

Desde Barcelona, donde actualmente reside, la escritora revela que también fue muy importante su propia familia, cuyos antiguos álbumes de fotos le abrieron un mundo que fue fundamental para lo que ella quería: contar la vida de lo que fueron las oficinas salitreras desde el cotidiano.

Y si bien la historia gira en torno a una relación padre-hija, en una familia atípica, son las cartas de una tía las que nos retrotraen a fines de los años 20, en el norte.

Más que ninguna otra del género epistolar, fue una novela islandesa, “Para Helga”, la que la inspiró.

Durante la conversación, Carolina compartió sorprendentes datos de su vida en Barcelona y contó que en noviembre parte a Finlandia, a una residencia de un mes, donde se abocará a su próximo proyecto: un libro de cuentos “pre y post pandémico, sobre la pérdida, las angustias de estos meses, el calentamiento global”.

Dedicada a su padre, en “Nostalgia del Desierto” comparte agradecimientos a amigos, editores y familiares.

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“Leí harto sobre las salitreras, viajé a Iquique, hablé con pampinos. Me ayudaron en la Universidad de Tarapacá y me contactaron con una persona que me llevó por el desierto buscando esas oficinas de las que casi no queda rastro”.

Es parte de lo que ayudó a Carolina Brown a construir su entrañable novela “Nostalgia del Desierto”, según contó en “Del Fin del Mundo”, de TV BioBio, en conversación con Ana Josefa Silva y Marco Antonio de la Parra.

Desde Barcelona, donde actualmente reside, la escritora revela que también fue muy importante su propia familia, cuyos antiguos álbumes de fotos le abrieron un mundo que fue fundamental para lo que ella quería: contar la vida de lo que fueron las oficinas salitreras desde el cotidiano.

Y si bien la historia gira en torno a una relación padre-hija, en una familia atípica, son las cartas de una tía las que nos retrotraen a fines de los años 20, en el norte.

Más que ninguna otra del género epistolar, fue una novela islandesa, “Para Helga”, la que la inspiró.

Durante la conversación, Carolina compartió sorprendentes datos de su vida en Barcelona y contó que en noviembre parte a Finlandia, a una residencia de un mes, donde se abocará a su próximo proyecto: un libro de cuentos “pre y post pandémico, sobre la pérdida, las angustias de estos meses, el calentamiento global”.

Dedicada a su padre, en “Nostalgia del Desierto” comparte agradecimientos a amigos, editores y familiares.