Ética y transparencia de BioBioChile
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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada
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y revisado por el autor de este artículo.
La formalización del presunto autor intelectual del homicidio del "Rey de Meiggs" está en curso, con la fuga del sicario venezolano Alberto Carlos Mejía debido a un error en el sistema. La situación carcelaria en Chile es crítica, con una población de internos que supera la capacidad de las cárceles, llegando a 60.000 reclusos cuando la capacidad es de 42.000 a 45.000. Esta sobrepoblación, junto con la presencia de un 15% de extranjeros en las cárceles, plantea desafíos en el control y seguridad del sistema penitenciario. Es crucial mantener el control de las cárceles para evitar un escenario de crisis, especialmente ante la amenaza de infiltración y corrupción en el sistema.
Se está llevando a cabo la formalización del presunto autor intelectual del homicidio del denominado “Rey de Meiggs”. Un caso que incluye la fuga del sicario venezolano Alberto Carlos Mejía, por un error en el sistema.
Lo primero es sincerar la realidad. Creo que para mejorar las cosas, no todo está mal, es cierto.
Probablemente, todavía el Estado de Chile puede enfrentar este desafío desde algunos pilares que son más sólidos que en otros países. Todo eso es cierto. Pero también sinceremos la realidad.
Por ejemplo, hay un sistema carcelario que está al borde de la crisis, con aproximadamente 60.000 internos, 61.000, para una capacidad entre 42.000 y 45.000. Por lo tanto, estamos en una situación, si no explosiva, muy, muy compleja.
¿Por qué? Pero con ese nivel de hacinamiento y, además, con una nueva población carcelaria donde hay un 15% de extranjeros que han incorporado metodologías y mecanismos distintos en el crimen organizado, es muy importante resguardar el control de las cárceles.
Perder el control de las cárceles, lo dijo el ministro Luis Cordero; de hecho, lo ha señalado más de una ocasión, sería, sin un punto de no retorno, un tema complejísimo.
Entonces, prestar atención a las cárceles y prestar atención a los funcionarios carcelarios, que son los que trabajan ahí, con los cuales, desde muchos, muchos puntos, hay, a lo menos, preocupación.
El rol de los gremios, su capacidad profesional, la capacidad para enfrentar la infiltración o la corrupción. Esto es en todos los estamentos del Estado, pero en el caso de Gendarmería es más preocupante porque ellos conviven, están en la frontera permanente con el crimen organizado.
Por lo tanto, hay que cuidarlos y, al mismo tiempo, exigirles y ser muy drásticos cuando se conocen hechos de corrupción, porque si las cárceles se pudren, como se puede decir, es muy difícil retomar aquello.
Hay funcionarios de gendarmería, oficiales, incluso alcaides, que han sido víctimas de presiones, movilizaciones por parte de subordinados sorprendidos en hechos de disciplina. Entonces, ojo con eso.
El otro foco tiene que ver con la formación de la policía y su capacidad de contrainteligencia o inteligencia, de todas maneras. Pero insisto: si no hemos sido capaces de fichar, de tener los datos de quienes ingresan al país, es difícil.
Sería distinto, muy distinto, por ejemplo, si uno dice un nombre X, pero están tus huellas. Y eso hace completamente la diferencia.
Hubiese hecho la diferencia completamente en el caso de Alberto Mejía.
Revisa el análisis completo en el video.