El sábado 7 de octubre del año 1978 comienza a circular en Chile, la emblemática revista La Bicicleta. En un principio su difusión fue más artesanal y no se veían muchos ejemplares en los kioscos.
Dicha historia es relatada en el libro La voz de los 70, un testimonio sobre la resistencia cultural a la dictadura del autor Eduardo Yentzen, quien también es el director de la revista cultural.
La Bicicleta fue una bocanada de aire fresco en medio del régimen militar y es muy recordada por que llevaba un cancionero, con letras y posturas de guitarra.
En este libro, Eduardo Jensen cuenta que entre los años 75 al 82 nació y creció un gran movimiento donde participó un conjunto multiforme de subculturas. Todas estas desde el imperativo de la democracia, los derechos humanos y la libertad. En resumen, un movimiento cultural de resistencia a la dictadura.
Esta fue la acción propositiva y constructiva que dio inicio a la recuperación democracita del país y tuvo un gran papel en el plebiscito del 88.
Para 1976, Yentzen estudiaba ingeniería comercial en la Universidad Católica de Santiago y ese año se incorpora al proyecto de creación de talleres culturales en el campus oriente. Entre los apoyos recibidos destaca Milan Ivelic y Héctor Noguera, quienes conformaron la directiva de los primeros encuentros.
Sin embargo, en 1977 Yentzen se cambió a la Universidad de Chile a estudiar la misma carrera y allí se integra al núcleo directivo que forma la Agrupación Cultural Universitaria (ACU).
El primer semestre del año 78, Jensen deja sus estudios y junto a Mario Baeza crean la revista cultural bautizada “La Corneta”, la cual solo logra publicar 3 ejemplares pero es considerada el antecedente directo de La Bicicleta.
Para la creación de esta revista cultural se necesitó financiamiento que se obtuvo en buena parte de aportes extranjeros que llegaban al país para apoyar la disidencia a Pinochet.
En la conformación del equipo de redacción lideró Jensen, Paula Edwards y Álvaro Godoy. El poeta Eric Paul Hamer y Soledad Cortés completaron el grupo a cargo.
Entre las demás exigencias de esos años, también estaba la autorización de las autoridades. El abogado de la Vicaría de la Solidaridad, Gustavo Villalobos aportó toda la gestión legal.
Pese a que el primer tomo de la revista tuvo como fecha septiembre, los ejemplares comenzaron a circular ese sábado 7 de octubre de 1978.