El legado de Darío Salas sobrevive hasta el día de hoy gracias a sus aportes en el ámbito educacional.
Darío Salas nació un 9 de mayo del año 1881 en Puerto Saavedra, para convertirse en uno de los más destacados educadores de la historia de nuestro país.
Egresó como profesor primario de la Escuela Normal de Chilán titulándose con honores y nombrado profesor de inmediato en un establecimiento público de Santiago, continuando con su formación académica en el Instituto Pedagógico.
Con ánimos de progresar gracias a su pasión por la educación, continuó puliendo sus estudios en Estados Unidos graduándose de máster en pedagogía y en 1907, obtuvo su doctorado en filosofía y ciencias en la educación.
Regresó a Chile para ser profesor de idiomas en Escuelas Normales de la Región Metropolitana mientras publicaba diferentes estudios y artículos respecto a sus ideas transgresoras: educación primaria obligatoria, educación popular y año pedagógico. Fue tan su contribución, que dirigió la revista de instrucción primaria.
Sin embargo, su obra más importante fue “El problema Nacional”, sentando las bases para la ley de educación primaria obligatoria de 1920, donde se exigió la obligatoriedad de la educación académica de los niños y niñas de lo que conocemos hoy como primero hasta sexto básico.
“La educación primaria será gratuita, obligatoria y comprenderá a las personas de uno y otro sexo” dice la ley.
En 1928 ya era consejero del Ministerio de Educación, y gracias a su iniciativa, se fundaron las escuelas experimentales primarias con aplicaciones de métodos científicos al estudio, ampliándose a la creación de los llamados “liceos experimentales”
Fue Decano de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Chile en 1935 y luego de una vida al servicio de sentar las bases para beneficio de la sociedad y su independencia intelectual, murió en Santiago el año 1941.