Efemérides: Ruhollah Jomeiní regresa a Irán en 1979

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El 1 de febrero de 1979 millones de iraníes salieron a las calles para celebrar la llegada federal procendente del exilio del Ayatolah Ruhollah Jomeiní, tras la caída de la dinastía de los Pahlaví.

Fue un hecho histórico y consolidó el nacimiento de una teocracia que terminó convirtiéndose en la República Islámica de Irán.

Desde 1941 había una dictadura corrupta que fue generando un importante descontento social que rápidamente fue canalizado por los religiosos musulmanes.

Ruhollah Musavi Jomeiní nació en Jomein, el 24 de septiembre de 1902. Ruhollah Hendi tomó posteriormente en nombre de su ciudad natal.

Familiarizado con el concepto del martirio predicado por la fe y proclive a la meditación, Jomeiní recibió una educación coránica.

A los 18 años se instaló en la ciudad santa de Qom, al sudoeste de Teherán, se integró a la Asamblea Teológica profundizando sus conocimientos.

El año 1929 se casó con la hija de un ayatolah y asumió la dirección de la Asamblea de Qom donde se consideró un ejemplo de castidad y fe en Dios. Sus enseñanzas le empezaron a generar gran respeto y autoridad. Empezó a ascender a la jerarquía del clero.

Jomeiní encabezó la oposición al gobierno y atacó al sah de Irán como enemigo de la religión, fue arrestado y liberado por la presión del pueblo.

Se exilió en Turquía en noviembre de 1964. En los 14 años siguientes Jomeiní redobló sus ataques contra el sah que consideraba una blasfema a los ojos de Dios.

Era una suerte de mesías a los ojos de los creyentes.

El 13 de enero del año 1979 constituyó un Consejo de la Revolución Islámica.

Tras la revolución, Jomeiní se convirtió en el líder supremo del país, una posición creada en la constitución de la república islámica como la autoridad política y religiosa de más alto rango de la nación, cargo que ocupó hasta su muerte.

La mayor parte de su gobierno la pasó al frente de la guerra entre Irán e Irak de 1980-1988. Alí Jamenei lo sucedió el 4 de junio de 1989.

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El 1 de febrero de 1979 millones de iraníes salieron a las calles para celebrar la llegada federal procendente del exilio del Ayatolah Ruhollah Jomeiní, tras la caída de la dinastía de los Pahlaví.

Fue un hecho histórico y consolidó el nacimiento de una teocracia que terminó convirtiéndose en la República Islámica de Irán.

Desde 1941 había una dictadura corrupta que fue generando un importante descontento social que rápidamente fue canalizado por los religiosos musulmanes.

Ruhollah Musavi Jomeiní nació en Jomein, el 24 de septiembre de 1902. Ruhollah Hendi tomó posteriormente en nombre de su ciudad natal.

Familiarizado con el concepto del martirio predicado por la fe y proclive a la meditación, Jomeiní recibió una educación coránica.

A los 18 años se instaló en la ciudad santa de Qom, al sudoeste de Teherán, se integró a la Asamblea Teológica profundizando sus conocimientos.

El año 1929 se casó con la hija de un ayatolah y asumió la dirección de la Asamblea de Qom donde se consideró un ejemplo de castidad y fe en Dios. Sus enseñanzas le empezaron a generar gran respeto y autoridad. Empezó a ascender a la jerarquía del clero.

Jomeiní encabezó la oposición al gobierno y atacó al sah de Irán como enemigo de la religión, fue arrestado y liberado por la presión del pueblo.

Se exilió en Turquía en noviembre de 1964. En los 14 años siguientes Jomeiní redobló sus ataques contra el sah que consideraba una blasfema a los ojos de Dios.

Era una suerte de mesías a los ojos de los creyentes.

El 13 de enero del año 1979 constituyó un Consejo de la Revolución Islámica.

Tras la revolución, Jomeiní se convirtió en el líder supremo del país, una posición creada en la constitución de la república islámica como la autoridad política y religiosa de más alto rango de la nación, cargo que ocupó hasta su muerte.

La mayor parte de su gobierno la pasó al frente de la guerra entre Irán e Irak de 1980-1988. Alí Jamenei lo sucedió el 4 de junio de 1989.