Los nacistas chilenos

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Uno de los experimentos más curiosos, intrigantes y breves de la historia política chilena del siglo XX fue la creación, desarrollo y muerte del Movimiento Nacional Socialista de Chile, en la década de 1930. Su nombre rápidamente evoca la experiencia alemana de Adolf Hitler: sin embargo, el nacismo chileno –con “c”, como se solía decir– tenía una dimensión específicamente nacional, así lo eran sus dirigentes, ideas, proyecto y forma de ver la política. De esta manera, se insertaron con decisión en la sociedad de entonces, con más ímpetu y vocación revolucionaria que capacidad real de llevar adelante sus postulados; con más pasión y sueños que realismo político, en una época de ebullición de ideas y crisis del liberalismo no solo en Chile, sino también en Europa y en otros lugares del mundo.

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Uno de los experimentos más curiosos, intrigantes y breves de la historia política chilena del siglo XX fue la creación, desarrollo y muerte del Movimiento Nacional Socialista de Chile, en la década de 1930. Su nombre rápidamente evoca la experiencia alemana de Adolf Hitler: sin embargo, el nacismo chileno –con “c”, como se solía decir– tenía una dimensión específicamente nacional, así lo eran sus dirigentes, ideas, proyecto y forma de ver la política. De esta manera, se insertaron con decisión en la sociedad de entonces, con más ímpetu y vocación revolucionaria que capacidad real de llevar adelante sus postulados; con más pasión y sueños que realismo político, en una época de ebullición de ideas y crisis del liberalismo no solo en Chile, sino también en Europa y en otros lugares del mundo.