Chile y la sangre de España

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En la década de 1930, pocos acontecimientos fueron más dramáticos y universales que la Guerra Civil Española. El conflicto fratricida, en la práctica, se extendió durante casi todo ese decenio, a partir de la instalación de la II República en 1931 hasta la culminación de la guerra en 1939. Entre medio, cientos de miles de españoles murieron en los campos de batalla y en las ciudades y campos de España, que se vieron regados por la sangre de compatriotas que se enfrentaron con un odio y capacidad de destrucción que es propia de los enfrentamientos civiles. Por cierto, Chile no estuvo ajeno a ese acontecimiento universal y numerosos políticos, escritores y otras figuras se interesaron por la crisis de la península, opinaron e incluso se trasladaron a España a manifestar su compromiso político en tiempos de definiciones y contradicciones.

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En la década de 1930, pocos acontecimientos fueron más dramáticos y universales que la Guerra Civil Española. El conflicto fratricida, en la práctica, se extendió durante casi todo ese decenio, a partir de la instalación de la II República en 1931 hasta la culminación de la guerra en 1939. Entre medio, cientos de miles de españoles murieron en los campos de batalla y en las ciudades y campos de España, que se vieron regados por la sangre de compatriotas que se enfrentaron con un odio y capacidad de destrucción que es propia de los enfrentamientos civiles. Por cierto, Chile no estuvo ajeno a ese acontecimiento universal y numerosos políticos, escritores y otras figuras se interesaron por la crisis de la península, opinaron e incluso se trasladaron a España a manifestar su compromiso político en tiempos de definiciones y contradicciones.