En momentos en que se debate sobre violencia y prevención de delitos, Amnistía Internacional recuerda que la solución real a los problemas consiste en abordar sus causas y no sólo en buscar medidas destinadas a paliar sus resultados.
Esta cuestión es especialmente delicada desde la perspectiva de los derechos humanos cuando
normalmente las iniciativas que se discuten e implementan son de tipo represivo y terminan restringiendo arbitrariamente derechos o se aplican con marcados sesgos discriminatorios.