El ex vicepresidente de la FIFA Jack Warner, acusado en el amplio caso de corrupción en el fútbol mundial, amenazó con divulgar una “avalancha” de secretos sobre el ente rector del deporte y su dimitido presidente Joseph Blatter.

“Ni siquiera la muerte podrá detener la avalancha que vendrá”, dijo el trinitario Warner, quien presidió la Concacaf de 1990 hasta 2011, cuando renunció a toda relación con el deporte para salvarse de una investigación por un caso de sobornos para comprar votos de países caribeños, y se refugió en la política de su país.

“Señor Blatter, entiendo lo que usted siente. Yo pasé en 2011 por lo que usted afronta hoy, la diferencia es que usted causó mi caída, yo no provoqué la suya”, lanzó Warner durante un acto la noche del miércoles del opositor Partido Liberal Independiente que dirige en Trinidad y Tobago.

Blatter renunció sorpresivamente el martes, cuando se multiplicaban las revelaciones del escándalo de corrupción.

Warner, una de las catorce personas -entre ellos varios dirigentes de la FIFA- acusadas por fiscales estadounidenses de un amplio esquema de corrupción y sobornos de 150 millones de dólares, dijo temer por su vida y afirmó tener también gran cantidad de documentos sobre el ente, entre ellos unos que demuestran su implicación en las elecciones legislativas de Trinidad y Tobago en 2010.

“He reunido una serie de documentos que muestra una relación entre la FIFA, su financiación y el Congreso Nacional Unido (UPC por sus siglas en inglés)”, un partido trinitense, dijo Warner en un anuncio de cinco minutos difundido por la cadena de televisión TV6 el miércoles.

Según Warner, en estos documentos, ahora guardados en un “lugar seguro” y que incluirían cheques y declaraciones, también se habla de “otras cuestiones que implican a la actual primera ministra” de Trinidad y Tobago.

“He decidido que no iba a guardar más secretos en beneficio de personas que ahora quieren destruir activamente este país, su imagen en el extranjero y su destino”, subrayó en el anuncio. “No voy a permitirles que me priven de mi libertad”, señaló desafiante.

“Pido perdón por no haber divulgado estos asuntos anteriormente”, dijo.

Pieza central

Acusado de haber recibido 10 millones de dólares a cambio de apoyar la candidatura de Sudáfrica para organizar el Mundial de 2010 entre otros cargos, se encuentra desde el miércoles en la lista de personas mas buscadas por la Interpol.

Este jueves, feriado en Trinidad y Tobago, Warner no realizó actos públicos. El viernes debería volver al Parlamento, donde ocupa un escaño en la Cámara de Representantes.

Su caso ha cautivado la atención en la ex colonia británica caribeña, ubicada a pocos kilómetros de las costas venezolanas.

El carismático parlamentario trinitario de 72 años ha emprendido una campaña para defender su inocencia desde que el miércoles de la semana pasada fuera arrestado a pedido de las autoridades estadounidenses y luego liberado tras pagar una fianza de 400.000 dólares.

Pieza central del escándalo por los supuestos pagos ilegales, corrupción, fraude y blanqueo de dinero según los fiscales estadounidenses, llegó a insinuar que los cargos en su contra obedecen a un complot del país norteamericano, que no obtuvo la sede del Mundial 2022.

En las legislativas de 2010, una coalición liderada por el partido UPC ganó las elecciones en Trinidad y Tobago y desde entonces la primera ministra ha sido Kamla Persad-Bissessar, quien en los últimos días ha buscado desmarcarse de Warner.

Warner, entonces en las filas del UPC, ocupó varios cargos ministeriales antes de dimitir en 2013 y crear el Partido Liberal Independiente, con el cual no ha ocultado su deseo de llegar a reemplazar a Persad-Bissessar.

Chuck Blazer, otro dirigente de la Concacaf cercano a Warner que ha colaborado con las autoridades estadounidenses, confesó haber aceptado sobornos para favorecer candidaturas a las sedes de las Copas del Mundo de 1998 y 2010.

Dos hijos de Warner también han colaborado con las autoridades estadounidenses, según medios de ese país.