Así lo cuenta el dicho popular “no cantes victoria antes de tiempo”, pero al parecer a este atleta se le olvidó aquel popular refrán y protagonizó una desafortunada situación que solo le ocurre a los principiantes.

Tanguy Pepiot, un estudiante de la universidad de Oregon, disputaba la carrera anual de obstáculos organizada por la casa de estudios. El atleta, quien lideraba la competición, se acercaba a la meta muy confiado por su victoria, pero jamás se imaginó que su actuación daría un giro completamente distinto al que pensaba.

Mientras más se aproximaba a la línea blanca, Pepiot más se confiaba levantando las manos, pero Simon, el corredor de la Universidad de Washington, se percató del relajo de su contrincante y sacó fuerzas para poder derrotarlo.

Y cuando no quedaba nada Simon logró pasar a Pepiot, finalizando la carrera con la victoria del esforzado atleta, que por 10 milésimas de segundo venció al confiado corredor.

El estudiante no podía creer como había ocurrido tal situación, y con cara de asombro no le quedó que afrontar la derrota por un infantil descuido.