Este domingo el suizo de 31 años Stanislas Wawrinka ganó su segunda final en un Grand Slam ante Novak Djokovic, sumando así, el tercero en su carrera como tenista.

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Los títulos anteriores fueron ante Rafael Nadal en el Abierto de Australia 2014, y el mismo Djokovic en Roland Garros 2015. Este año y tras dicho logro, se convirtió en el campeón de más edad en ganar un US Open desde que Ken Rosewall lo ganara en 1970, a los 35.

Y a pesar de su madurez deportiva, la competencia para el suizo no fue algo tan fácil de ‘digerir’, pues confesó que pese a su experiencia sintió muchos nervios en su cuarta final de un grande.

Antes de la final estaba muy nervioso, como nunca antes. Estaba temblando en el vestuario. Me puse a llorar. Estaba temblando por completo“, reveló el número tres del mundo tras vencer a ‘Nole’.

La sensación del tenista luego del triunfo contrasta totalmente con sus sentimientos previos al compromiso, ya que la satisfacción tras su logro era evidente.

“Esto es increíble. Han sido dos semanas increíbles. Supe que sería una batalla muy difícil ante Djokovic, que es el número uno del mundo. Siempre te obliga a jugar tu mejor tenis si quieres ganar. Lo puse todo en la pista. No solo en este partido, sino que en las últimas dos semanas”, puntualizó.

Respecto a lo que significa haber ganado un Gran Slam, Wawrinka detalló que siempre fue de menos a más en cada final que disputó, e incluso reconoce que jamás pensó coronarse pues creía estar “demasiado lejos”.

“Nunca soñé con ganar un Grand Slam hasta que gané el Abierto de Australia. Nunca fue un sueño para mí porque estaba demasiado lejos (…) En mi primera final de un grande fui a la pista a ganar, pero sabía que podría perder también”, expuso.

Sin embargo reconoce que el ‘sabor’ de la victoria es algo que ineludiblemente te aumenta el deseo por triunfar.

“Luego estás en otra final de Grand Slam, no eres tan joven y no quieres perder la oportunidad de ganar ese título. El trofeo de finalista no es lo mismo“, finalizó.